domingo, 30 de diciembre de 2012

Mario Vargas Llosa: La fiesta del Chivo (**/***)


(628 pág.; Alfaguara)         (55; octubre de 2012)        (Premio Nobel 2010)

Oferta de un diario, me parece que fue El País, que por pocos euros podías adquirir, cuando menos, el primer libro de la colección. Era mi época pre-Kindle, aunque lo haya terminado leyendo diez meses después de tener tamaño artilugio y a través de él. Pero lo esencial es que por menos de un céntimo de euro la página, puedes leer la obra de un Premio Nobel. Si hablamos de precio, leer no es un lujo en este hemisferio.

Me parece recordar que hace cierto tiempo leí que García Márquez, Vargas Llosa, Alejo Carpentier, Roa Bastos y Miguel Angel Asturias, entre otros, querían hace un libro en comandita que hablara de los dictadores, pero que a Vargas Llosa le “salió” este volumen de más de seiscientas páginas y decidieron que cada uno publicara su libro por separado. Ahora he ido a buscar este hecho en internet y he visto que la obra de Asturias es de 1947, la de Gabo de 1980 y la que aparece en el título de 2000. Es decir, que la historia es bonita, pero no parece cierta.

Al contrario que el libro anterior, y a pesar de que tendrían en común la opresión y la muerte de seres humanos a manos de un hombre y sus secuaces, este libro se lee sin poder dejarlo, pues aunque hay una historia presente novelada, la protagonista de esta relata la época de la dictadura de Trujillo en la República Dominicana, desde su inicio hasta la muerte del dictador, es decir treinta años más tarde.

Al igual que en El sueño del Celta (13; marzo de 2011) Vargas Llosa no escatima detalles en cuanto a las torturas aplicadas y los incontables asesinatos, llegando a un final asfixiante por la enorme capacidad que tiene el hombre de causar daño a su semejante y Vargas Llosa de narrarlo.




“Urania.”

eBook: correcto, junto con otros ¡ocho! libros del mismo autor:



miércoles, 26 de diciembre de 2012

Laurent Binet: HHhH (*/**)


(391 pág.; Seix Barral)                                              (54; octubre de 2012)

Lo mejor el título y la información que da el libro sobre uno de los cerebros de la exterminación de los judíos, pues la novela, como tal, es aburrida y sin gancho para acabarla.

¿Por qué la acabé? Porque quise saber cómo terminaba Heydrich, la cuarta h del título que, si no estoy equivocado, no es del autor sino de su editor.

Mis felicitaciones al editor.




“Gabcík, como se llama, es un personaje que ha existido de verdad.”

eBook: lo encontré “gratis”, pero en Amazon no.



martes, 25 de diciembre de 2012

James M. Cain: Doble indemnització (**)


(109 pág.; Edicions 62)                                  (53; octubre de 2012)

Al hilo del último párrafo del comentario del anterior libro, de este autor hace tiempo que quería leer alguna de sus novelas, pero como no quiero leer sólo lo que me apetece, pues es una manera de no conocer nuevos autores y buenos libros, ha tenido que esperar su buen tiempo.

La razón de mi interés por Cain es que he visto la película de esta novela y las dos versiones de El cartero siempre llama dos veces, cuya primera versión me parece espléndida.

En el caso que nos ocupa, y a pesar de que la novela está bien, la película es mejor. Sobre todo el final, que en la novela me parece algo embrollado. Para el que no haya visto la película, el tema “es el de siempre”: una mujer engaña a un hombre para que le ayude a matar a su marido. El hombre se hace ilusiones con la mujer, pero esta tiene sus propios planes y, para desgracia del amable sujeto, no coinciden con los suyos.

Se puede leer la novela y, sobre todo, se debe ver la película de Billy Wilder.






“Vaig arribar-me fins a Glendal per afegir tres xofers de camió al contracte d’una fàbrica de cerveses, i llavors em vaig recordar d’aquella renovació a Hollywood.”


eBook: ¿Conseguirlo? Como la novela: negro. Conseguido en 2014 (Pacto de sangre).

epublibre



domingo, 23 de diciembre de 2012

Italo Calvino: Cuentos fantásticos del XIX (**/***)


(330 pág.; Siruela)                                         (52; octubre de 2012)

Cuando escogí este libro me llevé la sorpresa de que Calvino no había escrito ni una línea, sino que eran narraciones de escritores del siglo XIX y que él había recopilado en dos volúmenes, siendo este el segundo. Y pensé que esto lo podía hacer cualquiera.

A medida que iba leyendo los relatos caí en la cuenta que para escoger unos tan buenos había que haber leído muchos, por lo que aunque no tuviera el mérito de su autoría, sí tenía que reconocérsele que gracias a él nosotros podemos leer, en un solo libro, trece relatos realmente interesantes.

La nómina de los autores es de altura, entre los que se destacan: Andersen (fantástico relato, en todos los sentidos), Dickens, Stevenson, James, Kipling y, last but not least, Welles (cerrando al mismo nivel que el primero, es decir, magníficamente).

Ya tengo el primero de sus Cuentos fantásticos, pero le queda tiempo de estar en salmuera, pues antes que este están pendientes de repetir cincuenta autores que he leído y me han gustado mucho ¡por lo que aún tardaré un poco en leerlo!




“Había un hombre en la isla de Hawaii al que llamaré Keawe; porque la verdad es que aún vive y que su nombre debe permanecer secreto; pero su lugar de nacimiento no estaba lejos de Honaunau, donde los huesos de Keawe el Grande yacen escondidos en una cueva.”
El diablo de la botella, Robert Louis Stevenson

eBook: sí, junto con el primer libro de Cuentos fantásticos.



domingo, 16 de diciembre de 2012

Nikolái Lilin: Educación siberiana (*/**)


(347 pág.; Salamandra)                                 (51; octubre de 2012)

Si Calígula hubiera dispuesto de más tiempo y no hubiera sido tan bestia, a lo mejor habría tenido hijos a los que cuidar y, con el paso del tiempo, uno de ellos hubiera podido escribir una novela titulada “Educación romana”.

Es decir, que a cualquiera que le hayan enseñado unos patrones de conducta puede decir que ha recibido una educación. Y no es falso que el protagonista de la novela de Lilin reciba una educación, que además es más rígida y con más normas que la que yo recibí en la España de mediados del siglo XX. La cuestión es que la educación que recibe se circunscribe al respeto de las personas de su etnia o grupo y no tiende puentes de unión con los demás. Para no andarme más por las ramas: a un policía, por el mero hecho de serlo, se le ha de insultar siempre. Sin excepción. Y esto sólo es un ejemplo, la novela está llena de ellos a cual más aberrante.

A pesar de no estar mal escrita, creo que es poco recomendable porque, aunque pueda ser interesante conocer la forma de vida de estos proscritos de “nuestra sociedad”, con la mitad de hojas y, sobre todo, con la mitad de escenas desagradables ya habría suficiente. Mientras la leía recordaba una novela que leí cuando era poco más que adolescente: Papillon. Le pasan tantas cosas al protagonista que yo necesitaría varias vidas y varios cuerpos para poder salir bien parado de la historia. De esta “educación siberiana” no saldría de párvulos.




“Sé que no se hace, pero estoy tentado de empezar por el final.”

eBook: comprado, pero ya es el segundo libro que está ligado al diccionario en inglés, por lo que si quieres consultar alguna palabra no lo puedes hacer pulsando junto a ella, sino que tienes que abrir el diccionario en castellano y buscar la palabra tecleándola (?).



domingo, 9 de diciembre de 2012

Heinrich Böll: Opiniones de un payaso (**)


(239 pág.; Círculo de Lectores) (50; octubre de 2012) (Premio Nobel 1972)
            
Con este libro sí que acerté con el tono: no me parecía que fuera a ser muy divertido y así es. Quizá la presunción venga debida a Pagliacci, pero en cualquier caso fue acertada: el payaso cuando habla en serio, es muy serio.
            
Un joven payaso se hace daño en una pierna durante una actuación, casi a propósito, pues la vida se le ha torcido: su pareja le ha dejado, está bebiendo más de la cuenta y, lo peor de todo, se ríe de sus chistes durante sus actuaciones. Como no tiene dinero, el último marco lo ha tirado por la ventana, empieza a llamar por teléfono a quien le pueda prestar algo. Mientras tanto, va desgranado su pasado y la relación con la persona a la que va a llamar o querría llamar, pero que no llamará por todo lo que imagina que puede suceder.
            
Es casi un monólogo, pero que, a pesar de la tristeza que destila, se lee con agrado porque el protagonista, aunque está en las últimas, considera que es un buen profesional y que podrá salir de sus embrollos, lo que viene refrendado por sus interlocutores en la novela.




“Oscurecía ya cuando llegué a Bonn, y me forcé esta vez a no poner en marcha el piloto automático que en cinco años de viajar se ha formado en mi interior: bajar las escaleras del andén, subir las escaleras del andén, dejar maleta, sacar billete del bolsillo del abrigo, recoger maleta, entregar billete, al puesto de periódicos, comprar periódicos de la tarde, salir a la calle, llamar a un taxi.”

eBook: comprado.



sábado, 8 de diciembre de 2012

Markus Orths: La sala de profesores (**)


(158 pág.; Seix Barral)                                              (49; septiembre de 2012)

Mi habitual proveedora de novedades, es decir, Marisol (pues yo estoy más tentado por lo que hace años se editó que por las novedades o grandes éxitos) compró este libro hará cosa de un año, pero con la adquisición de los lectores digitales, se quedó a la espera de que lo pillara. Y ahora ha sido el momento.

Tenía ganas de leerlo porque confiaba en que sería un libro de tono jocoso. ¡Vaya intuición! No todas las obras que hablen de profesores pueden ser Wilt. Queda claro que no es para troncharse, sino que más bien tiene un tono de pesimismo tal por la situación de los profesores en esa institución, la del protagonista en general y las circunstancias que se describen, que uno está más cerca de la depresión (véase la portada) que de la euforia.

Pero, y aquí está lo bueno, se lee con gusto, rápido y tiene un buen final. En otras palabras: ¿qué más hay que pedirle a un libro, sino que te entretenga el par de horas que tardas en leerlo? Yo, para otros “entretenimientos” ya tengo la vida real: la mía, en un pequeño porcentaje, y la de mis congéneres.




“Llevo tres semanas sin salir de casa por miedo a perderme la llamada.”

eBook: no.



jueves, 6 de diciembre de 2012

Frank Herbert: Dune (**/***)


(701 pág.; El País)                                          (48; septiembre de 2012)

Llevo retraso escribiendo estas líneas para mi memoria, pero aún tengo presente que este libro, que cogí con miedo por diversas razones (longitud, tema, éxito), acabó gustándome lo suficiente como para, en un futuro, leer más de este autor.

Cuando el libro es de ciencia ficción siempre digo que no es uno de mis temas favoritos, pero gracias a la biblioteca de Marisol (y aunque este no terminara de gustarle) voy a tener que dejar de decirlo, pues si bien leo uno de cada veinte, hasta ahora son más los que me han gustado (mucho) que los que no.

Ahora toca hablar algo de este inmenso universo creado por Herbert: en Dune, otro nombre del planeta Arrakis, se enfrentan diversas razas de seres por su conquista, pero esto no sería nada “del otro mundo” si este planeta no fuera tan especial: no hay ni gota de agua. Y el libro no sería tan interesante sin la fértil imaginación del autor a ese respecto: el agua se recoge de todas partes donde se produzca algo parecido. Por ejemplo: el rocío, los humores humanos, ¡hasta de los cadáveres se extrae su agua para repartirla a la comunidad!

Además de esa singularidad, la novela recoge diversas formas de sociedad. Una de ellas notablemente basada en la musulmana y en hechos acaecidos (o, dado mi desconocimiento, aventurados y producidos a posteriori) en nuestra realidad. Quiero terminar resaltando un párrafo que me parece muy elocuente:

“Religión y ley deben ser una única cosa para las masas –dijo su padre-. Un acto de desobediencia debe constituir un pecado sancionado por castigos religiosos. Esto tendrá el doble beneficio de obtener una mayor obediencia y una mayor valentía. No debemos depender del valor individual, piénsalo bien, sino de la valentía de todo un pueblo.”




“En la semana que precedió a la partida hacia Arrakis, cuando el frenesí de los últimos preparativos había alcanzado un nivel casi insoportable, una vieja mujer acudió a visitar a la madre del muchacho, Paul.”


eBook: comprado en Amazon y con algún extra más que en el libro.



domingo, 2 de diciembre de 2012

Milan Kundera: La vida está en otra parte (**)


(393 pág.; Seix Barral)                                              (47; septiembre de 2012)

Hace muchos años leí La insoportable levedad del ser y me pareció una novela “diferente”, hasta en el título, de las muchas que yo creía haber leído. Y como ahora creo haber leído muchas más, cogí con ganas esta otra novela de Kundera.

Y he vuelto a tener la misma sensación: él escribe “diferente”. En este caso se puede apreciar en las tres primeras líneas: aparecen cuatro personas y ningún nombre. Esto es así en toda la novela salvo en dos o tres contadas ocasiones.

La novela describe la vida de un muchacho cuya madre está tan convencida de su genialidad que consigue que así parezca entre el círculo de sus conocidos, y cuando ya es joven lo siga pareciendo entre un mayor grupo de gente. Pero, además de hablar de arte, también se narra la invasión de Checoslovaquia por parte de Rusia y la toma de postura del protagonista a lo largo del tiempo.

Y aunque Kundera siga siendo diferente, en el tema de la invasión del comunismo coincide con todos los que he leído anteriormente.




“Cuando la madre del poeta se preguntaba en qué lugar había sido concebido su hijo, sólo pensaba en tres posibilidades: una noche en el banco de un parque, una tarde en casa de un amigo del padre del poeta, o una mañana en un romántico paraje junto a Praga.”


eBook: muy correcto. Esta es una web donde encuentro libros: http://www.portalplanetasedna.com.ar/descargas.htm



domingo, 25 de noviembre de 2012

Emilio Salgari: Sandokán (*)


(248 pág.; leídas 42; eBook)                          (46; septiembre de 2012)

A mi joven amigo Otger le han regalado un eBook de la casa Fnac y me preguntó si le podía conseguir este libro. Como lo hice, lo puse en la cola de las novedades, pues nunca había leído una obra de Salgari y tenía entendido que era un escritor de la talla de Verne.

Ahora había llegado su momento, ¡pero pasó como una exhalación! Quise aguantar hasta la mitad, pero lo habría dejado en el primer capítulo. No describe nada, sólo adjetiva y suelta testosterona como un avión a chorro sus gases. Deleznable, literariamente hablando.

Tanto es así, que he pensado escribir un párrafo con su estilo (no pongo comillas, pues sale de mi teclado): En la salvaje isla de Mompracem tenían sus tugurios los famosos y siniestros piratas conocidos por sus deseos de lucha. El más peligroso de ellos era su jefe, el sanguinario Sandokán, que viendo a sus hombres divertirse y deseando salir a atacar a un barco que se aproximaba, salió de su cueva y con su temible voz grito: “¡¡Tigrecitos!!”

El entrecomillado final es de Salgari. Después de leer la misma expresión en varias ocasiones, me pregunté en qué condiciones escribía este hombre y lo dejé.




“En la noche del 20 de diciembre de 1849 un violentísimo huracán azotaba a Mompracem, isla salvaje de siniestra fama, guarida de temibles piratas situada en el mar de la Malasia, a pocos centenares de kilómetros de las costas occidentales de Borneo.”

eBook: encontré el libro en www.librodot.com y después de convertirlo un par de veces utilizando Calibre, desaparecieron las bastantes líneas en blanco.



domingo, 18 de noviembre de 2012

Mario Benedetti: La tregua (**/***)


(75 + 180 pág,; Cátedra)                               (45; septiembre de 2012)

En la estantería se encuentran juntos Benavente, Benedetti, Bioy Casares y Blasco Ibáñez (¿por qué algunos autores precisan de un segundo apellido, a pesar de tener un primero tan particular como Bioy?) y tenía que elegir a uno de ellos. Me decanté por este al leer la contraportada.

Mientras intentaba encontrarlo en formato digital en dicho mundo, le pregunté a Marisol qué le había parecido. Me dijo que no lo recordaba y que se lo dejara hojear. Al cabo de un momento me dijo: ¡Pero si te lo regalé hace ocho años! Ni me acordaba de esto y, lo peor de todo, es que yo no lo había leído. Así que estoy doblemente contento de haber elegido este libro, pues no me gusta menospreciar un regalo y menos si es de esta calidad.

Además, resulta que el protagonista es un contable (es decir, como yo) que está a punto de jubilarse (o sea, como yo quisiera estar) y que Benedetti fue funcionario, por lo que no solo escribe bien porque era un buen escritor, sino que describe con detalle el trabajo y la forma de ser del narrador porque conocía ese mundillo.

Y ahora, para alegrar el día, una de esas frases que uno encuentra en un libro y que preferiría que no fueran verdad: “Lo más trágico no es ser mediocre pero inconsciente de esa mediocridad; lo más trágico es ser mediocre y saber que se es así y no conformarse con ese destino que, por otra parte (eso es lo peor) es de estricta justicia.”




“Sólo me faltan seis meses y veintiocho días para estar en condiciones de jubilarme.”


eBook: comprado, pero no tiene la introducción ni los pies de página que figuran en el libro y que aclaran muchas palabras y conceptos.



domingo, 11 de noviembre de 2012

Alessandro Baricco: Seda (**)


(125 pág.; Anagrama)                                               (44; septiembre de 2012)

¿Tienes una hora y no sabes en qué invertirla? Este libro es la respuesta, pues aunque tiene más de cien páginas hay muy pocas líneas en muchas de ellas.

Pero no sólo porque un libro sea corto es una inversión, sino porque, como en este caso, cuenta bien una historia: en un pueblo francés se da un caso de epidemia en los huevos del gusano de seda, por lo que se pierde toda la posible producción de hilo y se le encarga a un joven que atraviese medio mundo, es decir, que vaya a Japón y que compre todos los huevos que pueda. Pero que nadie se piense que es un viaje sencillo: estamos en pleno siglo XIX.

El texto es lacónico, pero no por ello deja de ser interesante y tiene un buen final.




“Aunque su padre había imaginado para él un brillante porvenir en el ejército, Hervé Joncour había acabado ganándose la vida con una insólita ocupación, tan amable que, por singular ironía, traslucía un vago aire femenino.”

eBook: correcto.



domingo, 4 de noviembre de 2012

Manuel Vázquez Montalbán: Cuentos Blancos (**)


(254 pág.; Círculo de Lectores)                     (43; septiembre de 2012)

En la pasada Navidad Anna le regaló a Marisol este libro porque sabía que era uno de sus autores favoritos, y como yo había leído uno (50; noviembre de 2010) y me gustó, pues he repetido.

Como su título indica es un libro de relatos, la mayoría interesantes, curiosos o sorprendentes. Entre ellos quiero destacar tres: Caperucita y el problema del paro, La polaca y Bolero.

Si ya conoces a Vázquez Montalbán vale la pena leerlos y si no has leído nada de él, te llevarás una sorpresa.




“Fue una insinuación amistosa.”
Bolero o Sobre la recuperación de los barrios históricos con vocación posmoderna.

eBook: no.



jueves, 1 de noviembre de 2012

Bernardo Atxaga: El hijo del acordeonista (**)


(482 pág.; Alfaguara)                                    (42; agosto de 2012)

Obaba es el pueblo vasco imaginario en el que transcurre la acción de esta novela. Abarca un periodo que va desde la guerra civil española hasta nuestros días repartidos en tres momentos diferentes y que se van desarrollando de forma paralela: la infancia de los protagonistas, cuando ya son adultos y el momento actual.

Salvo algún capítulo perteneciente a la época juvenil que resulta quizá demasiado bucólico para alguien al que le gusta tener los pies sobre el asfalto, la novela se lee con agrado y resultan altamente interesantes las historias vividas por algunos de los personajes. Además, para mi asombro pues no me lo esperaba, y es la primera novela que leo al respecto, se entra de lleno en el tema de ETA, aunque sin mencionarla en ningún momento.

Esto último nos toca muy de cerca, geográfica y temporalmente, pero no deja de ser un hecho real que aparece en una historia de ficción, tal y como pueden figurar otros similares en las de Némirovsky o en la de Oksanen… pero duele un poco más, como también duelen las escenas que narran la toma de postura de la población durante e inmediatamente después de nuestra guerra.




“Era el primer día de curso en la escuela de Obaba.”

eBook: comprado.



domingo, 28 de octubre de 2012

Jonathan Franzen: Libertad (**/***)


(667 pág.; Salamandra)                           (41; agosto de 2012; en Huesca)

En un principio parece que este libro cuenta la historia de una familia americana, por lo que posiblemente, dado que sus vicisitudes no son fácilmente trasladables a cualquier latitud, deje de interesar leídas unas doscientas páginas. Pero si rebasamos la mitad de la novela veremos que, aunque sí que está adscrita a una familia norteamericana, la historia se hace más general y los temas que desgrana son mucho más que la cocción del pavo el día de Acción de Gracias.

A parte de la historia de interacción entre la familia central, un amigo del marido y los vecinos, hay otra que aparece más tarde y que se convierte en la principal de la novela: la conservación de la naturaleza en general y de un pequeño pájaro en particular.

Es una incursión en el mundo de las donaciones de empresas a ong’s cuyo fin es preservar parte del mundo tal y como lo conocemos; todo ello novelado, por supuesto, pero suficientemente consistente como para creer que algo de ello pueda estar sucediendo.




“La noticia sobre Walter Berglund no apareció en la prensa local –Patty y él se habían trasladado a Washington dos años antes, y en Saint Paul ya no contaban para nadie-, pero la aristocracia urbana de Ramsey Hill no era tan leal a su ciudad como para privarse de leer el New York Times.”

eBook: Cuando decidí leer este libro que hacía un tiempo se había comprado Marisol no existía el ebook correspondiente, pero tuve suerte porque la semana antes de irnos de vacaciones pude comprarlo ¡en catalán!, pues en castellano seguía sin publicarse.



domingo, 21 de octubre de 2012

Anónimo: La vida de Lazarillo de Tormes y de sus fortunas y adversidades (**/***)


(125 pág.; El País)                                     (40; agosto de 2012; en Huesca)

Supongo que fue cuando estudiaba sexto de bachillerato que nos lo hicieron leer y, a estas alturas, sólo recordaba que era de un escritor anónimo y la escena de las “olivas”, es decir, la escena de las uvas con el ciego.

Pero algo me decía que debía releerlo y fue todo un placer apreciar lo que escribió alguien del que no se conoce ni el nombre, pues aparte de las escenas jocosas que va narrando Lázaro (la despedida del ciego, por poner otro ejemplo), está la ácida crítica a todo ser humano que vista sotana y la descripción de la sociedad del momento, cargando las tintas en dejar en evidencia el abuso que se hacía de la clase menesterosa por parte de cualquier otro que estuviera por encima de ella, aunque sólo fuera por muy poco.

Aunque un libro del siglo XVI, en un castellano trasnochado y escrito por alguien sin referencias pueda parecer un verdadero tostón, yo desafío a cualquiera a que si lee veinticinco páginas no va a dejar de leerlo, pues ya quisieran muchos de los encumbrados bestsellers explicar tanto y tan bien en tan pocas páginas… y que le siguieran leyendo ¡cinco siglos después!

Si las líneas anteriores no te han convencido lee las que vienen a continuación de la portada, que esas son las buenas.




“Yo por bien tengo que cosas tan señaladas, y por ventura nunca oídas ni vistas, vengan a noticia de muchos y no se entierren en la sepultura del olvido, pues podría ser que alguno que la lea halle algo que le agrade, y a los que ahondaren tanto los deleite; y a este propósito dice Plinio que no hay libro, por malo que sea, que no tenga alguna cosa buena; mayormente que los gustos no son todos…”

eBook: una edición cuidada a pesar de que el precio está por debajo del euro.



domingo, 14 de octubre de 2012

Francis Scott Fitzgerald: El gran Gatsby (**/***)


(200 pág.; Anagrama)                                 (39; agosto de 2012; en Huesca)

Después de Suave es la noche (46; noviembre de 2010) tenía ganas de leer su, quizá, obra más conocida, así que le pedí a Anna que me la regalara para mi santo y si no la he leído antes es porque no me gusta leer aquello que más me apetece, sino en el orden en que han ido entrando los libros, pues me he dado cuenta que en el primer caso terminas dejando de leer libros que en su momento querías y que el tiempo ha hecho que no sepas porqué te interesaba, y eso es debido a que hay que decidir si nos gusta o no por la portada y las diez o veinte líneas de la contraportada, y como tantas cosas en la vida, hoy es cara y mañana cruz.

Pero no es el caso de este libro, pues su autor es algo más que lo que figura en las tapas del libro, y lo que se esperaba de ellos (del autor y del libro) aquí se encuentra desde la primera página: una buena historia sobre la vida de las personas bien acomodadas, sus ambiciones y carencias y, en esta novela más que en la mencionada al principio, sus relaciones con la gente más humilde, que en este caso crea el contrapunto dramático al “dolce far niente” de los acaudalados.

No comento la historia en concreto, pues presupongo que la mayoría habrá visto la película (Robert Redford y Mia Farrow) que, por lo que recuerdo de cuando la vi de estreno, era muy fiel a la novela y, si no fuera el caso, ahora se podrá ver la de Leonardo Di Caprio y Carey Mulligan y aunque cada uno se quede con la versión que más le guste, no por ello se deje de leer este buen libro.




“Cuando yo era más joven y vulnerable, mi padre me dio un consejo en el que no he dejado de pensar desde entonces.”

eBook: primer libro digital sin tener el de papel por lo que la portada ha sido escogida de internet.



viernes, 12 de octubre de 2012

Gabriel Celaya: Poesía urgente (**/***)


(181 pág.; Losada)                               (38; agosto de 2012; en Huesca)

Si oía el apellido Celaya podía anteponerle el nombre de Gabriel, pero ese era todo mi conocimiento de este gran poeta y, para mi sorpresa, el que más me ha gustado de los que he leído hasta aquí.

Su poesía es fácil (?)  de leer, o por lo menos así me lo ha parecido. Se entiende qué dice, qué quiere decir y a mí, además, me ha gustado lo que he entendido por toda la carga social que lleva implícita y explícita. A destacar El martillo y el Padrenuestro en la antepenúltima aparición de la amante en Vías de agua.

Y, como siempre, es mejor que yo calle y hable el propio autor.




“Y éste, yo, Martín Aguirre:                         “Me llamo Juanita Andía
Treinta y seis años, contable,                     y en mi tiempo di que hablar
con demasiados proyectos                         por bonita para todos,
y novia para casarme.                                 por alegre al natural.
El sueldo me llega justo                              Ahora que soy cincuentona,
para no poder quejarme:                             bien sé hacerme respetar.
Para morirme despacio                               Me llaman Doña Juanita
y soñar lo irrealizable.                                  y hasta Señora, que es más.
Llueve que llueve el hastío,                         La vida que me bailaba
suma que suma constante,                          en un hijo fue a parar.
estoy gastándome en nada                         Si me quedé sin marido
por honrado o por cobarde.                         fue como suele pasar.
He planeado un desfalco                             Ni me quejo, ni recuento
que es el cabo de la calle;                            mis “mañana” y mis “quizás”.
mas no hay cuidado, que nunca                  Lo que perdí en alegría
daré ese paso adelante.                               lo he ganado en dignidad.
Lo que me mata es que digan:                     No me rebusquen las penas
En ti puede confiarse.                                   que es de buen gusto callar.
Y así me aguanto a mí mismo,                     Los años, dale que duele,
que eso sí es aguantarse;                             si bien vienen, mal se van.
y así me miro, ya viejo,                                 Cada cual guarda lo suyo
con novia para casarme.                               y hay que saberlo aguantar.
Sumo y sigo: Siguen días                              Me llamo Doña Juanita,
tan mansamente neutrales                            tengo un hijo, y vivo en paz.”
que a la larga el no ser nada
acabará por gustarme.”
Lo demás es silencio   (dos voces del coro).


eBook: no, lamentablemente como en el caso anterior, pero en esta ocasión porque sería una vía más para conocer su obra.