domingo, 25 de noviembre de 2012

Emilio Salgari: Sandokán (*)


(248 pág.; leídas 42; eBook)                          (46; septiembre de 2012)

A mi joven amigo Otger le han regalado un eBook de la casa Fnac y me preguntó si le podía conseguir este libro. Como lo hice, lo puse en la cola de las novedades, pues nunca había leído una obra de Salgari y tenía entendido que era un escritor de la talla de Verne.

Ahora había llegado su momento, ¡pero pasó como una exhalación! Quise aguantar hasta la mitad, pero lo habría dejado en el primer capítulo. No describe nada, sólo adjetiva y suelta testosterona como un avión a chorro sus gases. Deleznable, literariamente hablando.

Tanto es así, que he pensado escribir un párrafo con su estilo (no pongo comillas, pues sale de mi teclado): En la salvaje isla de Mompracem tenían sus tugurios los famosos y siniestros piratas conocidos por sus deseos de lucha. El más peligroso de ellos era su jefe, el sanguinario Sandokán, que viendo a sus hombres divertirse y deseando salir a atacar a un barco que se aproximaba, salió de su cueva y con su temible voz grito: “¡¡Tigrecitos!!”

El entrecomillado final es de Salgari. Después de leer la misma expresión en varias ocasiones, me pregunté en qué condiciones escribía este hombre y lo dejé.




“En la noche del 20 de diciembre de 1849 un violentísimo huracán azotaba a Mompracem, isla salvaje de siniestra fama, guarida de temibles piratas situada en el mar de la Malasia, a pocos centenares de kilómetros de las costas occidentales de Borneo.”

eBook: encontré el libro en www.librodot.com y después de convertirlo un par de veces utilizando Calibre, desaparecieron las bastantes líneas en blanco.



domingo, 18 de noviembre de 2012

Mario Benedetti: La tregua (**/***)


(75 + 180 pág,; Cátedra)                               (45; septiembre de 2012)

En la estantería se encuentran juntos Benavente, Benedetti, Bioy Casares y Blasco Ibáñez (¿por qué algunos autores precisan de un segundo apellido, a pesar de tener un primero tan particular como Bioy?) y tenía que elegir a uno de ellos. Me decanté por este al leer la contraportada.

Mientras intentaba encontrarlo en formato digital en dicho mundo, le pregunté a Marisol qué le había parecido. Me dijo que no lo recordaba y que se lo dejara hojear. Al cabo de un momento me dijo: ¡Pero si te lo regalé hace ocho años! Ni me acordaba de esto y, lo peor de todo, es que yo no lo había leído. Así que estoy doblemente contento de haber elegido este libro, pues no me gusta menospreciar un regalo y menos si es de esta calidad.

Además, resulta que el protagonista es un contable (es decir, como yo) que está a punto de jubilarse (o sea, como yo quisiera estar) y que Benedetti fue funcionario, por lo que no solo escribe bien porque era un buen escritor, sino que describe con detalle el trabajo y la forma de ser del narrador porque conocía ese mundillo.

Y ahora, para alegrar el día, una de esas frases que uno encuentra en un libro y que preferiría que no fueran verdad: “Lo más trágico no es ser mediocre pero inconsciente de esa mediocridad; lo más trágico es ser mediocre y saber que se es así y no conformarse con ese destino que, por otra parte (eso es lo peor) es de estricta justicia.”




“Sólo me faltan seis meses y veintiocho días para estar en condiciones de jubilarme.”


eBook: comprado, pero no tiene la introducción ni los pies de página que figuran en el libro y que aclaran muchas palabras y conceptos.



domingo, 11 de noviembre de 2012

Alessandro Baricco: Seda (**)


(125 pág.; Anagrama)                                               (44; septiembre de 2012)

¿Tienes una hora y no sabes en qué invertirla? Este libro es la respuesta, pues aunque tiene más de cien páginas hay muy pocas líneas en muchas de ellas.

Pero no sólo porque un libro sea corto es una inversión, sino porque, como en este caso, cuenta bien una historia: en un pueblo francés se da un caso de epidemia en los huevos del gusano de seda, por lo que se pierde toda la posible producción de hilo y se le encarga a un joven que atraviese medio mundo, es decir, que vaya a Japón y que compre todos los huevos que pueda. Pero que nadie se piense que es un viaje sencillo: estamos en pleno siglo XIX.

El texto es lacónico, pero no por ello deja de ser interesante y tiene un buen final.




“Aunque su padre había imaginado para él un brillante porvenir en el ejército, Hervé Joncour había acabado ganándose la vida con una insólita ocupación, tan amable que, por singular ironía, traslucía un vago aire femenino.”

eBook: correcto.



domingo, 4 de noviembre de 2012

Manuel Vázquez Montalbán: Cuentos Blancos (**)


(254 pág.; Círculo de Lectores)                     (43; septiembre de 2012)

En la pasada Navidad Anna le regaló a Marisol este libro porque sabía que era uno de sus autores favoritos, y como yo había leído uno (50; noviembre de 2010) y me gustó, pues he repetido.

Como su título indica es un libro de relatos, la mayoría interesantes, curiosos o sorprendentes. Entre ellos quiero destacar tres: Caperucita y el problema del paro, La polaca y Bolero.

Si ya conoces a Vázquez Montalbán vale la pena leerlos y si no has leído nada de él, te llevarás una sorpresa.




“Fue una insinuación amistosa.”
Bolero o Sobre la recuperación de los barrios históricos con vocación posmoderna.

eBook: no.



jueves, 1 de noviembre de 2012

Bernardo Atxaga: El hijo del acordeonista (**)


(482 pág.; Alfaguara)                                    (42; agosto de 2012)

Obaba es el pueblo vasco imaginario en el que transcurre la acción de esta novela. Abarca un periodo que va desde la guerra civil española hasta nuestros días repartidos en tres momentos diferentes y que se van desarrollando de forma paralela: la infancia de los protagonistas, cuando ya son adultos y el momento actual.

Salvo algún capítulo perteneciente a la época juvenil que resulta quizá demasiado bucólico para alguien al que le gusta tener los pies sobre el asfalto, la novela se lee con agrado y resultan altamente interesantes las historias vividas por algunos de los personajes. Además, para mi asombro pues no me lo esperaba, y es la primera novela que leo al respecto, se entra de lleno en el tema de ETA, aunque sin mencionarla en ningún momento.

Esto último nos toca muy de cerca, geográfica y temporalmente, pero no deja de ser un hecho real que aparece en una historia de ficción, tal y como pueden figurar otros similares en las de Némirovsky o en la de Oksanen… pero duele un poco más, como también duelen las escenas que narran la toma de postura de la población durante e inmediatamente después de nuestra guerra.




“Era el primer día de curso en la escuela de Obaba.”

eBook: comprado.