lunes, 28 de mayo de 2012

Jorge Semprún: Autobiografía de Federico Sánchez (*)


(342 pág.; leídas 23; Planeta)                       (20; abril de 2012)

Trasnochada, pesada y terriblemente anacrónica.

Posiblemente no sea culpa del libro, del autor ni del tema, sino mía, pues fue escrito hace cuarenta años y trata de unos cuantos años más atrás, y yo no estaba preparado para entender una novela, que se titula autobiografía y que parece más bien una crónica aburrida de lo que le sucedió a unas personas que, aunque pudiera ser importante en el PCE y para el momento histórico de España, visto hoy, las escasas veinte hojas leídas me han parecido una plomez (esta palabra no está en el diccionario de la RAE, pero ¿a qué es clara?).

Quiero acabar diciendo, en mi descarga, que no es de recibo que el autor diga que unos poemas inacabados y que no publicó en su día aprovecha para publicarlos en la biografía de su álter ego, además de mantener unos símiles de diálogos uno con otro, es decir, Sánchez con Semprún, carentes de gracia e infumables (esta sí está en el diccionario y quiere decir lo que parece).




“”Pasionaria” ha pedido la palabra.”

eBook: no se comercializa y no fui capaz de encontrarlo. Lo poco que leí fue en el formato de Gutenberg.                                          2014: epublibre


sábado, 26 de mayo de 2012

Henryk Sienkiewicz: Quo Vadis? (**/***)


(589 pág.; El País)              (19; abril de 2012)              (Premio Nobel 1905)

Casi seiscientas páginas de los pormenores de la vida cotidiana en la Roma de Nerón, explicando de forma amena la distribución de las casas, los utensilios, el modo de vida y hasta los nombres de las calles y sus confluencias. Insisto, de forma amena.

Aderezado por lo dicho anteriormente hay dos historias: una novelesca, el amor entre Marco Vinicio y Ligia (en sí mismo es un folletín del siglo XIX que es cuando se escribió), y la otra basada en la historia del establecimiento del cristianismo en Roma, la persecución a los integrantes de esa secta (que es lo que era en sus inicios) y la lenta conversión de los ciudadanos romanos a esa nueva creencia.

Había leído este libro cuando tenía ocho años. Era una edición ilustrada y resumida para niños. A pesar de que ya han transcurrido casi cincuenta años, aún recordaba el consejo que le da Petronio, El árbitro de la elegancia, a Nerón y el final de la novela. Para saber esto último basta con abrir el libro por el final. Para lo anterior, recorrer unas decenas de páginas hacia atrás, pero ¿de verdad quieres perderte un libro bien escrito?




“Despertó Petronio cerca de mediodía y, como de costumbre, muy cansado.”

eBook: no lo encontré en castellano para comprarlo, y el que “pesqué” (en clara referencia a la portada) es perfecto. Hay muchas palabras en latín, pero está con notas señaladas por lo que es muy fácil ir al final del libro a leer la aclaración y volver al punto de lectura anterior.


sábado, 19 de mayo de 2012

Ana María Matute: Pequeño teatro (*/**)


(282 pág.; Planeta)                            (18; abril de 2012)

Según la autora este libro lo escribió cuando tenía 17 años, lo cual es sorprendente por el conocimiento que tiene de los sentimientos humanos a tan temprana edad. Claro está, que no ha de sorprender tanto si se sabe que a los cinco años escribió su primera obra y a los ocho ya las ilustraba.

Y a pesar de eso no me acabó de gustar: en Oiquixa, pueblo imaginario vasco aparece de la nada un joven mal vestido y que se aloja en el único hotel de la población. Hotel construido por el potentado de la misma por el mero hecho de demostrar su poderío económico, pues lo mantiene abierto a pesar de que nadie reside en él. En Oiquixa hay un muchacho taciturno que vive en la calle y de los restos que encuentra en ella; un viejo que hace espectáculos de marionetas y, aparte de los pescadores y demás personajes secundarios, la hija del potentado.

Estos son los mimbres con los que se construye la historia, pero los caracteres de los personajes me parecen exagerados y las situaciones a las que los conducen también. Por eso digo que no me acabó de gustar y no la recomendaría a cualquiera. No obstante, le reconozco mucho mérito en la descripción de las sensaciones que siente la joven hija y es por eso que leeré alguna obra más de ella.




“Oiquixa era una pequeña población pesquera, con callejuelas azules, casi superpuestas y unidas por multitud de escalerillas de piedra.”


eBook: no se comercializa. En esta edición salen muchas palabras con guión en medio y los números de página que, al visualizarse en lector, se colocan entre las líneas del texto.


sábado, 12 de mayo de 2012

Constantino Cavafis: 100 poemas (*/**)


(137 pág.; Alberto Corazón)              (17; abril de 2012; en Huesca)

Aunque la portada del libro es de 75 poemas, yo encontré en la web una edición digital de 100 y, por comodidad, elegí leer esta última.

Ya han pasado veinte libros y vuelvo a leer uno de poesía, que no es lo mío, pero no quiero dejar de hacerlo por lo menos hasta acabar con todos los que tiene Marisol; es decir, que tengo para más de una década a este ritmo.

Para no repetir lo que aparece en la Wikipedia sobre Cavafis diré lo que yo pienso y que, a buen seguro, no es cierto: no sé si en griego rimaban sus poemas, pero en castellano no lo hacen. La mayoría de ellos hablan de seres mitológicos, históricos o desconocidos para mí. Son lecturas fáciles en sí mismas o porque yo no deseo profundizar en lo que leo queriendo saber más allá de lo que la simple palabra leída me indica. Quizá no sea esta postura la más correcta, pero quiero que la lectura me entretenga y no hacer un ensayo de lo que leo (y no entiendo).

A medida que iba leyendo estos poemas me acordaba del libro Historias de la palma de la mano de Kabawata (37; julio de 2011). Como no tengo ningún conocimiento de literatura seguro que la pifio una vez más, pero a mí me lo recordaba por ser historias cortas y sin un sentido claro para el lector profano. Después de la portada, un ejemplo.




ANA DALASENE
En la bula áurea que dictó Alexis Comnenos para honrar en forma magnífica a su madre, a la muy prudente señora Ana Dalasene -distinguida en sus obras, en sus costumbres- hay elogios diversos: traigamos aquí de entre ellos una frase hermosa, noble
"Jamás esta fría palabra; lo mía o lo tuyo, dijo".”


eBook: teniendo en cuenta que no se vende y que lo encontré “por ahí”, no está mal digitalizado este libro, pero no hay separación suficiente entre un poema y otro, ¡pero que más se puede pedir: yo quería 75 y encontré 100!


sábado, 5 de mayo de 2012

Rafael Sánchez Ferlosio: El Jarama (**/***)


(365 pág.; Destino)                            (16; abril de 2012; en Huesca)

El bar de un pueblo que está a orillas de Jarama es el punto de reunión de los habitantes del mismo donde, un domingo de verano cualquiera, una familia de Madrid va a visitar al dueño del bar y una docena de jóvenes, que quieren pasar el día remojándose, lo usan para abastecerse de bebidas frescas.

A través de las conversaciones que mantienen los tres grupos nos vamos enterando del pasado de todos ellos y del desarrollo de las acciones presentes. Voy a decirlo de nuevo, pues lo más seguro es que haya pasado desapercibido: “a través de las conversaciones”. Es decir, Sánchez Ferlosio, en un alarde de dominio de los diálogos, hace avanzar la historia a través de los comentarios de los grupos y grupitos que se van formando. Apenas hay párrafos que describan o cuenten las situaciones actuales o las pasadas, sino que todo es a través de lo que unos cuentan a los otros. Verdaderamente admirable.

Sólo objetaría que, para un lector que es de la periferia y que lo lee sesenta años después de escrito, termina chirriando que en las conversaciones de los jóvenes se use como muletilla la palabra hijo o hija, hasta un total de  ¡170 veces! No obstante, creo que vale la pena leer este libro.




“Describiré brevemente y por su orden estos ríos, empezando por Jarama: sus primeras fuentes se encuentran en el gneis de la vertiente Sur de Somosierra, entre el Cerro de la Cebollera y el de Excomunión.”

eBook: como ya es costumbre, este libro no se comercializa en formato digital, pero en la poderosa triple w doble se puede encontrar de todo, y ahora un pelín más fácil, pues ya está en la humilde BibPubDig.