sábado, 29 de marzo de 2014

William Shakespeare: Comedias (I) (**/***)

(45 + 405 pág; Debolsillo)                             (9; marzo de 2014)
Un regalo de Anna de la Navidad de 2012 o Reyes de 2013 porque pensó que me gustaba Shakespeare. Me hace gracia que me regale un libro porque crea que me gustará. Se hace mayor o, mejor dicho, ya es mayor. El caso es que es un acierto y si no lo he leído antes es porque buscaba la edición digital “gratuita” de todas las obras que figuran en el libro y no tener que buscarlas una a una, que habría sido más fácil.
Pero ya está: ya he leído la mitad de este libro, he dejado la otra mitad para de aquí unos meses y, lo mejor, es que encontré el libro que incluye también las tragicomedias, por lo que cuando acabe con el que me regaló Anna seguiré con el resto que aparece en Comedias & tragicomedias. Ha valido la pena esperar.
Y, evidentemente, no sólo por eso, sino porque el contenido, sin ser lo mejor que he leído de él, es muy bueno. Las comedias que he leído son las primeras obras que escribió para teatro y son las siguientes: Los dos caballeros de Verona, La comedia de los errores, La doma de la fiera, Trabajos de amor en vano, y Sueño de una noche de verano. De las cinco me gustaría resaltar La comedia de los errores, pues aceptado el planteamiento de que dos pares de gemelos son separados cuando niños, dos pasan a ser criados de los otros dos y cuando son adultos se encuentran los cuatro en la misma ciudad y vestidos iguales (que ya es mucho aceptar), la obra es de lo más entretenida con las situaciones que se crean debido a que los unos son tomados por los otros, incluso entre señor y criado. Realmente desternillante.
Y la otra obra que más me ha gustado, bastante más seria aunque comedia y con la fantasía como principal protagonista, es Sueño de una noche de verano. Pero en cualquier caso, y a pesar de ser obras primerizas, situaciones imposibles o increíbles, supuestos inasumibles hoy en día (La doma de la fiera), es Shakespeare, y eso, si no es decirlo todo, no es decir poco.




“EGEÓN
No dudes, Solino: dicta la sentencia
que al darme la muerte, apague mis penas.”           La comedia de los errores

eBook: perfecto.                                            epublibre


sábado, 22 de marzo de 2014

Stefan Zweig: Carta de una desconocida – Leporella (***)

(142 pág.; El País)                                          (8; marzo de 2014)
Una mujer escribe una carta a un hombre y, como el título indica, este no la conoce o, para ser más exactos, no la recuerda. A través de unas intensas 90 páginas la mujer se describe a sí misma, le describe la fijación que tuvo por él y la relación que hubo entre ellos y el lector, posiblemente asustado ante una carta de tamaña extensión, va leyendo cada hoja con más avidez, pues la insana y descontrolada pasión que siente esta desconocida por ese hombre está tan bien expuesta que al final de la carta lamentas que esta no se hubiera alargado más y más, a pesar de reconocer que la situación era insostenible.
En el segundo relato, otra mujer, esta sin cultura y casi con un comportamiento animal, ve que su patrón, hombre atenazado por su mujer, le presta atención y la trata como nadie hasta el momento lo había hecho, lo que hace que ella se vuelque en satisfacer e, incluso anticipar, los deseos de él, sobre todo, durante el tiempo que la esposa debe abandonar temporalmente su hogar. Pero cuando vuelve…
Dos relatos con unas características similares, aunque a mi gusto, mucho más intenso el primero en el que se aprecia el gran dominio del autor en contar una historia y captar la atención del lector, a pesar de usar un vehículo tan restrictivo como es una carta.




“Cuando por la mañana temprano el famoso novelista R. regresó a Viena después de una refrescante salida de tres días a la montaña, decidió comprar el periódico.”
Carta de una desconocida

eBook: perfecto, pero no encontré Leporella.                                 Epubgratis


domingo, 9 de marzo de 2014

Imre Kertész: Sin destino (***)

(183 pág.; eBook)                   (7, marzo de 2014)                (Premio Nobel 2002)
El muchacho de la portada podría ser el quinceañero protagonista de la novela. Un joven que reside en Budapest durante el dominio nazi y que un día se ve obligado a bajar del autobús en el que iba a la fábrica en la que trabajaba y es enviado a un campo de concentración. A su llegada analiza todo lo que sucede a su alrededor, como la separación de jóvenes y ancianos, hombres y mujeres, que sean rapados y uniformados con una estrella de un color para cada etnia y unas iniciales del país de origen. Y en su juvenil lógica comprende que estar al cargo de tanta gente no sería posible sin la organización y rigor alemanes. Y siente admiración por ellos.
Este viene a ser el inicio de la novela y, a pesar de que trata de un tema archisabido, Kertész sabe darle un enfoque nuevo a través de los ojos de un adolescente que hace lo que se le ordena, pero no deja de pensar en los porqué de esas órdenes. Claro que la novela avanza y no esconde todas las inhumanidades cometidas en los campos de concentración, aunque explicadas lateralmente sin querer enfrentar al lector con la cruda realidad, con lo descarnado de las atrocidades cometidas, sino más bien, explicando el cómo se puede sobrevivir a pesar de habitar en lo que fue un infierno en vida.
Puede más lo positivo de sobrevivir que el horror de lo vivido, siendo tanto así, que llegamos a un final en el que de forma poética se nos hace ver que hasta en la peor de las pesadillas siempre hay un resquicio en el que aquél que lo encuentra puede llegar a soñar.


Hoy no he ido a la escuela; mejor dicho, sólo fui para pedir permiso a la tutora y volver a casa.”
eBook: correcto


sábado, 8 de marzo de 2014

Gore Vidal: Creación

(617 pág.; El País)                                          (6; febrero de 2014)
Aunque febrero es un mes corto, casi todo el mes me ha costado leer este libro y no es que el número de hojas sea desorbitado, pero su contenido no permite avanzar rápidamente en la historia: quizá sea porque está diseñado como si fueran unas memorias y las páginas son densas, pues apenas hay diálogos; podría ser el tema, pero aunque a mí me pareció interesante en general, las muchas páginas dedicadas a las diversas religiones o creencias pueden ser tediosas.
En la época de Darío, hijo de Ciro, padre de Jerjes y abuelo de Artajerjes, un persa de ascendencia griega nos cuenta su azarosa vida: viajó a la India, viajó a China, volvió a Persia y recorrió su imperio, terminando sus días en Grecia. Si he mencionado a todos esos rey de reyes es porque el protagonista estuvo muy cerca de ellos, salvo de Ciro y fue el encargado de encontrar rutas para el comercio entre Persia e India y China. Hay que tener en cuenta, que en esa época los viajes mencionados duraban años y las estancias se contaban en lustros.
El título es debido a que el protagonista es nieto de Zoroastro y en sus viajes conoce a Buda y Confucio, además de a otros santones y se interesa por descubrir cuál es la verdadera religión y el origen de todas las cosas. Seguramente no lo consiguió, porque me parece que en esas estamos todavía.



“Soy ciego, pero no sordo.”

eBook: perfecto.                                            epubgratis (cuando lo era)