sábado, 24 de abril de 2021

Fredric Brown: Marciano, vete a casa (**)

(158 pág.; Orbis)               (12; abril de 2021)

Este libro era el de ciencia ficción de un autor nuevo que iba a leer este año y aprovechando que me tocaba escoger el libro del CLC de este mes, el noveno ya, y que además estaba avalado porque Marisol tiene siete libros de este autor, me atreví a proponerlo confiando que fuera mejor que mi primera elección. El mero hecho de haberlo acabado, ser divertido y de lectura fácil confirman que no ha sido una mala elección. Podría haber sido mejor pues, aunque el inicio sorprende por la forma de narrar uno se acostumbra rápido (¿verdad, Mac?), pero el final, a mi parecer, no es muy esmerado, sin que ello quiera decir que sea fácil finalizarlo brillantemente, pero el jardín había sido cuidado por su autor.

Un autor de ciencia ficción que ha tenido un cierto éxito se ha recluido en casa de un amigo, totalmente aislada, a fin de ver si recupera la imaginación, pues está en un momento falto de ideas. De un día para otro se presentan en la Tierra muchos marcianos, tantos como uno por cada tres personas, y hacen la vida imposible a los terrícolas, pues son inatacables, burlones, curiosos hasta la médula, criticones y muy dados a proclamar a los cuatro vientos todo aquello que van descubriendo de los demás, por lo que nada ni nadie queda a cubierto; es decir, las mentiras son aireadas, los crímenes impedidos, los secretos de estado desaparecen pues dejan de serlo, etc., etc., y no parecen encontrarse nada mal con nosotros. La gente está desesperada por esos inofensivos seres, físicamente hablando, pero totalmente importunos.





“El que los pueblos de la Tierra no se hallasen preparados para afrontar la llegada de los marcianos fue exclusivamente culpa suya.”



sábado, 10 de abril de 2021

Ovidio: Metamorfosis (***)

(472 pág.; Austral)             (11; abril de 2021)

Como siempre, otro buen regalo de Anna, esta vez por la Navidad pasada y, como siempre, también, leyéndolo más tarde que pronto, pero disfrutándolo y mucho. Un libro escrito hace casi 2020 años no puede ser malo, porque en ese caso no se vendería; otra cuestión es que puede no gustar o no interesar el tema que trata: a mí me ha gustado, me ha interesado y entretenido y, más grave, he decidido extractar los centenares de notas a pie de página, pues en el libro no hay un índice de ellas. Ya veremos hasta donde llego.

Ovidio nos cuenta en unas doscientas cincuenta historias la evolución de la mitología, sobre todo de aquellas en las que hay una transformación, de ahí el título del libro: desde la creación del mundo hasta la Roma de Augusto, que es cuando fue escrito este libro. La manera de contarlas de Ovidio es muy entretenida y, a pesar de que hay muchas similares, no se hace aburrido; las notas del texto dan mucha información que también hace más atractiva su lectura.

Si no se hablara de mitología habría que advertir que no es para espíritus delicados, pues aparte de las transformaciones en animales, casi la mitad de todas las historias acaban así, están las que se convierten en piedra, más todos los tipos de tormentos que se les ocurre a los dioses, masculinos y femeninos, que dejarían a Sade, la Inquisición o a Jack el destripador en relatos para niños; pero no hay que tomárselo al pie de la letra y, en cambio,  la imbricación de la historia con la realidad demuestra el conocimiento que tenía Ovidio de lo acaecido a la humanidad y de cómo fue desarrollándose la mitología griega que luego sería adoptada y asumida por los romanos. Un imprescindible imperecedero.







“La inspiración me impulsa a hablar de formas transformadas en cuerpos nuevos.”