domingo, 28 de diciembre de 2014

Pauline Gedge: La Dama del Nilo (**)

(510 pág.; El País)                                          (55; diciembre de 2014)
Al principio del libro la autora agradece a los historiadores cuyas obras encontró en una biblioteca, pues ella no tenía ni idea de Egipto… y esta es su primera novela. Admirable, yo no sería capaz, pero nada que ver con Colleen McCullough.
Es decir, yo que me encontraba como la señora Gedge antes de leer este libro, le puedo agradecer que me haya dado una somera idea de cómo gobernó, batalló, construyó y obtuvo y mantuvo el poder Hatshepsut, pero poco más.
En resumen, muchas hojas para profundizar tan poco.





“Se retiró temprano de los festejos, tras hacerle una seña a su esclava y deslizarse del salón casi sin que los demás lo advirtieran, mientras la comida seguía humeando sobre las pequeñas mesas doradas y la fragancia de las flores, diseminada por todo el recinto, la acompañaba como una nube invisible por el corredor flanqueado de columnas.”

eBook: correcto.                                                        epubgratis


sábado, 27 de diciembre de 2014

Henning Mankell: Huesos en el jardín (**)

(178 pág.; Tusquets)                                      (54; diciembre de 2014)
Voy como los cangrejos: hacia atrás, o por lo menos eso dicen de ellos. El primer Mankell/Wallander que leí fue el último de la serie, y resulta que este es el penúltimo. Por poco que pueda, y a lo largo de los años, iré leyendo esta saga hacia atrás; al fin y al cabo si los leyera en el orden de aparición, de año en año tampoco me acordaría del proceso de envejecimiento del personaje.
Este libro se lo regaló Anna a Marisol porque esta le había regalado uno de Mankell y le había gustado mucho, así que al final ha caído en mis manos.
Como se dice en la contraportada, Wallander va a ver una casa que puede interesarle comprar y se encuentra con una mano enterrada, y pegada a ella un esqueleto. Y así va Mankell desgranando la forma de vida nórdica, la de la policía de una localidad pequeña, y la de este policía que ya está un poco cansado de todo. Para pasar el rato sin mayores complicaciones.




“El sábado 26 de octubre de 2002, el inspector Kurt Wallander se sentía muy cansado.”

eBook: perfecto.                                            epublibre


domingo, 14 de diciembre de 2014

Frederick Forsyth: El cuarto protocolo (**/***)

(510 pág.; El País)                                          (53; diciembre de 2014)
Como ya he dicho alguna vez, no soy muy adicto a los grandes éxitos actuales, es decir, bestsellers (que parece ser que se entiende mejor), pero he de reconocer que ya he leído alguno de esta colección y no he tenido más remedio que claudicar, o sea, reconocer que puede ser interesante un libro aunque haya tenido éxito… y me alegro por los autores.
Quizá la primera mitad de la historia, con tanto detalle del funcionamiento de los servicios secretos inglés y ruso, se hace un poco pesada, pero es todo un acierto desarrollar a la vez lo que sucede en Rusia e Inglaterra cuando ya se ha presentado al lector el intríngulis de la acción: la cúpula política rusa quiere forzar un resultado electoral en suelo británico que a ellos les podría beneficiar a nivel mundial. Además, el desenlace está suficientemente bien narrado como para que sea difícil dejarlo sin concluir.
No quiero comentar nada más porque sería desvelar la trama, pero creo que ha quedado claro que me parece un libro cuya lectura es muy recomendable.




“El hombre gris resolvió apoderarse de los diamantes Glen a medianoche.”

eBook: con bastantes palabras partidas por un espacio.                         epublibre


sábado, 13 de diciembre de 2014

John Mortimer: Un paraíso inalcanzable (**/***)

(456 pág.; eBook)                                          (52; noviembre de 2014)
Como siempre, Marisol que va por delante de mí lee este libro y me lo aconseja. Lo pongo a la cola, alcanza la cabeza y termino leyéndolo. Es una suerte tener una “hojeadora” de esta calidad.
Los personajes principales de esta historia son todo un hallazgo, desde el párroco cuya muerte da pie a todo el enigma de su testamento, sus dos hijos, el médico del pueblo con sus cínicas aseveraciones, su hija, y el muchacho que se hará hombre a través de las páginas de esta novela y al que se le dedica la siguiente: Titmuss. Este es un caso aparte, y así lo debió entender el autor cuando le dio el protagonismo en el título de la continuación.
Mortimer recrea en esta novela lo que podría ser la vida en un pueblo de Inglaterra, podría haber sido muy convencional, que lo es, pero con media docena de personajes a cada cual más curioso, por sus maneras de ser, por lo que les sucede en la historia o por sus expresiones, crea un mundo mucho más rico, mucho más interesante, y todo ello sin alejarse de la realidad. Sólo sazonándola oportunamente.
Quizá después de leído medio libro, cuando los personajes ya han sido presentados y Titmuss ha hecho de las suyas, la historia decae un poco, pues se vuelve más bien detectivesca debido al testamento del párroco. No obstante, tiene un buen final, por lo que a uno le apetece saber más de las andanzas de estos personajes. Y lo sabremos.




“–He soñado algo desagradable –dijo el anciano.”
eBook: perfecto.                                            Amazon


sábado, 6 de diciembre de 2014

Jane Austen: La abadía de Northanger (**/***)

(287 pág.; Alba)                                             (51; noviembre de 2014)
La primera novela escrita por Austen y no se publicó hasta después de su muerte. ¿Por qué? Quizá porque era una obra primeriza, o porque era de una mujer y eso no se llevaba en el XVIII, o porque retrataba a la sociedad bien pensante de una manera de la que no salía bien parada. En cualquier caso, ella no la vio publicada, pero nosotros tenemos la suerte de poder leerla.
En esta novela se nota que Austen no tiene ganas de ponerse reparos a la hora de dejar en entredicho a sus personajes que, obviamente, son gente acomodada; ni tampoco quiere trabas para expresar las opiniones que podía tener una joven de su edad e inteligente, pues seguro que lo tenía que ser para haber comprendido tan bien y tan pronto la realidad que la envolvía; así pues habla sobre las novelas y sus lectoras o sobre el hecho de que el segundo hijo tenga que ser eclesiástico.
Ahora que está tan de moda la literatura de relaciones entre hombres y mujeres; aunque se me podría decir que siempre lo ha estado, y yo argumentar que no en ese sentido de relaciones entre un hombre y una mujer; este libro nos hace pasar unas horas entretenidas a través de la inquieta y hábil mirada de una joven, su imaginación y buen gusto y por ello perdonarle algunos pasajes superfluos de primeriza.




“Nadie que hubiera visto a Catherine Morland en su infancia habría podido imaginar nunca que estaba llamada a ser una heroína.”

eBook: correcto, pero con algunos errores de traducción, supongo.                     epubgratis