domingo, 28 de febrero de 2016

Gabriel García Márquez: Cien años de soledad (***)

(485 pág.; Literatura Random) (12; febrero de 2016) (Premio Nobel 1982)
Hace muchos años, y durante muchos años, terminar un libro me costaba una eternidad, pero dejarlo un instante. Y eso le pasó a esta grandiosa novela. Ahora, al empezar a leerla de nuevo me preguntaba si sería cierto que la había leído en un pasado remoto, pues no recordaba nada… hasta que, sobre la tercera parte, nacen dos niños a los que ponen de nombre Aureliano Segundo y José Arcadio Segundo. Ahí dije, entonces, ¡no puedo más! Y la dejé.
Y ha sido una suerte, pues ahora la he podido disfrutar de nuevo como si no hubiera leído nada y, por qué no decirlo, esta novela es mucho, pero que mucho disfrute. Sí que es cierto que los nombres, y más en mi caso, son una complicación, pues todos los Buendia tienen de primer nombre los ya mencionados, y sin dejar de lado los curiosos nombres de las Buendía, nacidas o casadas con ellos. Pero la novela es tan apabullante, intensa, imaginativa, ardorosa, sensual, visceral, y cien adjetivos más, uno por cada uno de los años del título, que lo de los nombres no deja de ser una característica más, aunque no menor.
Macondo, esa tierra imaginaria e imaginada por García Márquez, es fundada por el primer Buendía de la saga y una pocas familias más, y en ese escenario imaginario, pero real como pueda serlo nuestra vida, vemos desarrollarse el mundo, vemos nacer, crecer y morir a sus habitantes, con sus amores, desdichas, guerras, abandonos pero, además, con una pátina, no, con un brochazo gordo de imaginativa fantasía que sólo alguien como su autor podría darle y que no resultara una obra ridícula y nada interesante. Ha sido una lectura sumamente fascinante.




“Muchos años después, frente al pelotón de fusilamiento, el coronel Aureliano Buendía había de recordar aquella tarde remota en que su padre lo llevó a conocer el hielo.”

eBook: sí.       


domingo, 21 de febrero de 2016

Varios autores: Barcelona negra (**)

(253 pág.; Edhasa)                                         (11; febrero de 2016)
Libro de relatos de novela negra en los que la acción transcurre en Barcelona, en distintos barrios y épocas. Con la línea anterior creo que ya está casi todo dicho, pero de la catorcena de autores y relatos que se encuentran en este libro voy a resaltar algo de la mayoría de ellos:
  • Andreu Martín / Ley de fugas: quizá el escritor más conocido y galardonado de todos ellos; a qué añadir algo sobre tan explícito título; el lugar de la acción: donde tengo enterrada a mi familia.
  • Santiago Roncagliolo /Depredador: interesante relato, aunque no he entendido el final.
  • Isabel Franc /El enigma de su voz: interesante novela negra de detective a la americana, es decir, que no es todo como a él se le dice.
  • Lolita Bosch / En este mundo y en aquel tiempo en el que murió Mercedes: enmarañado relato.
  • David Barba / Sweet Croquette: leyó su primer libro cuando ya era adulto y hoy es profesor en la Universidad; delicioso relato sobre cocina negra.
  • Teresa Solana / La ofrenda: impactante.
  • Jordi Sierra i Fabra / Barrios altos: empezó a escribir a los ocho años, a los doce tenía una novela de quinientas páginas y hoy tiene más de cuatrocientos libros publicados; buen relato.
  • Cristina Fallarás / Historia de una cicatriz: primera mujer en gana el premio de novela negra Dashiell Hammett; interesante relato de una detective embarazada.
  • Valerie Miles / Atrapando la luna: directora de Emecé, subdirectora de Alfaguara, entre otras ocupaciones; relato erótico-negro.
  • Raúl Argemí / El delgado encanto de la mujer china: quizá el relato más salvaje de todos.
  • Francisco “Paco” González Ledesma /El policía que amaba los libros: ganó un premio internacional estando Somerset Maugham en el jurado, pero la censura se encargó de castrar su futuro: así nació el gran Silver Kane, que entretuvo durante horas y horas a los que tiene mi edad o son mayores que yo.






“Cuando me enteré de la desaparición del gourmet suizo Pascal Henry no tuve duda alguna de que su cuerpo había pasado a engrosar la despensa de croquetas líquidas del menú degustación de El Bulli.”
Sweet Croquette     (David Barba)

eBook: sí.


sábado, 20 de febrero de 2016

Fiodor M. Dostoyevski: Crimen y castigo (***)

(528 pág.; eBook)                               (10; febrero de 2016; en Roma)
Cuando era adolescente leí a Dostoyevski y este era uno de mis autores favoritos, a pesar de que sus historias son dramáticas y de que me perdía entre los nombres rusos, con o sin patronímicos y sus apelativos cariñosos: en un diálogo de dos personas yo terminaba creyendo que hablaban cuatro o cinco. Ahora ya no tengo ese problema por lo que disfruto mucho más leyendo a este gran autor, estudioso del alma humana y que tan bien la sabe diseccionar para ofrecerla a sus lectores.
Quizá ahora no pueda preguntarse ¿quién no ha oído hablar de Crimen y castigo?, pero en mi época de joven, pues ya pertenezco a dos, todo el mundo sabía, por lo menos, que un joven mataba a una vieja y los remordimientos podían con él. ¡Ah, si solo fuera eso!
Esta obra no es eso: sí que sucede esa escena, sí que es el eje de toda la novela, pero a su alrededor está la pobreza de las clases trabajadoras de la Rusia zarista, el poder de los acomodados, la deplorable solución que tienen las jóvenes para salir adelante cuando su familia no puede hacerlo honradamente, la miseria y el oportunismo, la locura, pero también la amistad, el amor y el arrepentimiento sincero.
Yo, en mi otra época, sí sabía qué era Crimen y castigo. Corrijo, creía saber qué era, pues después de su lectura he descubierto que es una obra absolutamente absorbente que, a pesar de su lento desarrollo y de que va incorporando nuevos personajes a medida que avanza, consigue que el lector desee seguir leyendo, desee seguir conociendo los entresijos que van abriéndose a través de su historia.
Lo mejor que puedo decir de esta historia está dentro de ella, así que atrévete a abrirla y ya me dirás.




“Una tarde extremadamente calurosa de principios de julio, un joven salió de la reducida habitación que tenía alquilada en la callejuela de S*** y, con paso lento e indeciso, se dirigió al puente K***.”

eBook: sí.


domingo, 7 de febrero de 2016

Jim Thompson: 1280 ànimes (**/***)

(170 pág.; Edicions 62)                                  (9; febrero de 2016)
Hacía tiempo que quería hincar el diente a este autor, pero en su estantería hay otros autores que también me interesaban y hasta ahora no había podido ser. Marisol que había leído esta novela hace muchos años, a pesar de no recordar los detalles concretos, me dijo que era muy buena.
Y así es. Aunque también un poco bestia, en el lenguaje, el machismo y el racismo. Vamos que no se olvida de nada. Pero lo más importante, es que es inteligente, bien tramada y muy entretenida. Quizá el final no es lo que me esperaba, pero yendo a recoger la primera frase que figura después de la portada y releyendo la primera página comprendí que el final se unía a una forma de ser del protagonista que ya se anuncia al principio.
El protagonista, y cuya voz es la que va contando la historia, es el sheriff de un pueblo de 1.280 personas que ya ha sido reelegido una vez, porque no hace nada, pero ahora le asaltan las dudas de si lo será de nuevo pues, como no tiene ni oficio ni beneficio, le interesa mucho el puesto y para ello tiene una consigna: no detener a nadie salvo que sea negro o un blanco que no tenga donde caerse muerto. Una regla como otra cualquiera.




“Bé, senyors, jo havia de considerar-me ben col·locat, el més ben situat dels homes.”

eBook: en castellano.


sábado, 6 de febrero de 2016

Lourdes Iglesias: Euskadi Sioux (*/**)

(301 pág.; Alfaba)                                          (8; febrero de 2016)
Hará unos treinta años que leí El nombre de la rosa y me gustó tanto que deseé y esperé con ansiedad la segunda novela de Eco. Llegó casi una década después con el prometedor título de El péndulo de Foucault. La emoción me embargaba pues consideré que Eco habría creado una maravilla en torno a dicho instrumento y… desapareció leído un tercio del libro: este osciló hacia el esoterismo y las creencias minoritarias y me dejó con un palmo de narices. Es un tema que no me seduce lo más mínimo.
Y hete aquí que me encuentro con un policía extremeño retirado que cría caracoles y que por un sueño o aparición vuelve a Euskadi, que es donde desarrolló su actividad profesional, y tropieza con un grupo de personas que rinden culto a las creencias de los sioux… y hasta aquí puedo leer, aunque llegué hasta la última sílaba.
La puesta en escena, Euskadi en los ochenta y Nueva York, creo que está bien conseguida, pero el tema del esoterismo y las creencias generales, minoritarias o particulares no me interesan personalmente, salvo que sea una característica del personaje, no el centro de la historia, y eso hace que lea el libro sin poder disfrutar de “esa ventana que ha abierto su autor”.




“La luz del invernadero lo ciegan y aparecen los malditos destello: luces diminutas que llenan su cerebro.”

eBook: no.