sábado, 31 de mayo de 2014

Matilde Asensi: El origen perdido (**)

(558 pág.; Planeta)                                        (15; mayo de 2014)
Después de leer Guerra y paz estaba previsto coger un libro de los que tenemos en casa de un autor que aún no hubiera leído… y le tocó a este que habla de la historia de los incas, los aymaras y sus lenguas, pero no hace falta decirlo, sin la profundidad de Tolstói, lo que me ha servido para relajarme y pasar unos días agradables leyendo algo sin tanta enjundia.
Aunque al principio de la historia aparece la sempiterna informática que te permite, en muy poco tiempo, saber de algo más que los que llevan tiempo estudiándolo, y que hay un momento hacia la mitad de la novela que se me hizo un tanto premioso, esta historia se lee de un tirón y te entretiene, que no es despreciable y, si me apuras, te puede interesar el tema de la lengua aymara y, gracias a la informática, enterarte un poco más de qué va eso. Aunque parece que la novela está bien documentada.
En resumidas cuentas, un libro de aventuras que nace en Barcelona y que lleva a tres informáticos y a una catedrática de Antropología especialista en los indios de Sudamérica a cruzar el Atlántico y plantarse en Bolivia a la búsqueda de un antídoto para una enfermedad que resulta incurable con los conocimientos del siglo XXI. Irreprochablemente entretenida.


“El problema que yo apenas vislumbraba aquella tarde mientras permanecía de pie, inmóvil entre el polvo, las sombras y los olores de aquel viejo y cerrado edificio, era que ser un urbanícola progresista, escéptico y tecnológicamente desarrollado de principios del siglo XXI me incapacitaba para tomar en consideración cualquier cosa que quedara fuera del ámbito de los cinco sentidos.”
eBook: correcto.


domingo, 25 de mayo de 2014

Liev N. Tolstói: Guerra y paz (**/***)

(40+1.380 pág.; Backlist)                               (14; mayo de 2014).
Sin duda Tolstói era un gran escritor, es más, creo que era un hombre sabio, que se preocupaba y conocía el mundo que le rodeaba y que analizó la situación social del momento que le tocó vivir y también se planteó la espiritual. He leído que tardó cinco años en escribir esta obra y lo que tenemos en las manos, según Tolstói, es “lo que el autor ha querido y podido expresar en la forma en que, a su entender, ha quedado expresado. No es una novela ni un poema, y menos aún una crónica histórica.”
Y así es, no es una novela, aunque podría decirse que tiende a una crónica histórica dada la minuciosidad y longitud que le dedica a la guerra. Y el que crea que exagero sólo tiene que hojear el libro y verá un par de mapas del propio autor indicando cómo se movieron los batallones de los ejércitos en las batallas importantes. Tolstói dedica hojas a diseccionar porqué el ejército francés que había llegado hasta Moscú abandonó Rusia de una forma tan desorganizada por la que perdió más hombres en la huída que en la conquista. Pero dedica muchas más (demasiadas, excesivas) en explicar el papel del historiador y a cómo explican estos lo que sucedió en la invasión francesa. Explicaciones que a él le parecen totalmente erróneas y no quiere dejar pasar la oportunidad de indicarnos porqué. Al fin y al cabo es su obra.
El la escribió y tiene por ello un mérito enorme y merecido, pero yo soy el lector y considero que por muy grande que sea su obra no es tan buen como Ana Karénina (sin el octavo capítulo, en el que también se dejó llevar). En esta las pasiones humanas están mucho mejor trazadas, descritas y se desarrollan por sí mismas, no en base a la necesidad de explicar un suceso real, como fue esa invasión, con personajes imaginarios. Si a alguien le gusta Tolstói y tiene gran capacidad y ganas de discurrir sobre la historia y el papel de los historiadores, esta es su obra. Si no cumple la segunda condición, con Ana Karénina conocerá al mejor Tolstói.
Y ahora un párrafo más para advertir que hay varias versiones. La que no es una versión sino una aberración es la que vende Amazon por menos de un euro junto con la otra obra que he mencionado: ¡la han resumido brutalmente a menos de 500 páginas! Yo estaba leyendo la versión de Mondadori (traducida por Gala Arias; quieroepubs) que es la forma no canónica (la primera versión) y que deja en nada todo lo que he explicado de la historia y los historiadores y, además tiene un final distinto a la terminé leyendo, que es la edición de Muchnik (traducida por Lydia Kúper). No sólo me ha encantando que una señora octogenaria se atreviera a traducir semejante volumen, sino que al final hay un apéndice del propio Muchnik explicando su relación con esta obra y el porqué y el cómo la editó. Es tan bueno que merecería ser un prólogo.




“—Eh bien, mon prince, Génova y Lucca ya no son más que posesiones de la familia Bonaparte.”

eBook: perfecto, con las más de 600 notas enlazadas al final del libro.          cuelgame