domingo, 30 de mayo de 2021

Sam Savage: Firmin (**)

(224 pág.; Booket)                  (14; mayo de 2021)

Este el es libro recetado (que no recomendado, pues él aún no lo había leído) por Josep M. para este mes, y con él se cierra la segunda vuelta, es decir, ya son diez libros que hemos leído los unos decidido por uno de nosotros.

Lo leí a primeros de mes, pero no he puesto mi opinión en el blog a fin de no influenciar a nadie la suya, si es que eso fuera posible. He creído comprender el significado de lo escrito por Savage al llegar al final del libro y, a confirmado según creo, al leer la reseña del autor que aparece después. Es decir, Savage, que no había podido publicar alguna historia que había escrito, lo consigue creando al sujeto de la portada que no es otro que él mismo y nos cuenta cómo ha cambiado el mundo que él conoció y donde vivió.

El ya mencionado sujeto es un ratón esmirriado, decimotercer vástago de la misma camada que, a falta de pezón ratuno que llevarse a los labios, decide emprenderla con las grandes obras de la literatura, y me refiero al tamaño, por lo que las devora, literalmente. Nos describe su vida en una librería y cómo aprendió a subsistir y terminará, tal y como ya he dicho, lamentando la transformación de su hábitat, así como nosotros lamentamos la transformación del nuestro.





“Siempre imaginé que la crónica de mi vida, si acaso alguna vez llegaba a escribirla, tendría una primera frase excelente: algo lírico, como «Lolita, luz de mi vida, fuego de mis entrañas», de Nabokov; y, si no me salía nada lírico, algo arrollador, como «Todas las familias felices se asemejan, pero cada familia desdichada es desdichada a su manera», de Tolstói.”



sábado, 29 de mayo de 2021

Herta Müller: El hombre es un gran faisán en el mundo (**)

(120 pág.; Siruela)             (17; mayo de 2021)           (Premio Nobel 2009)

Cada año intento leo un libro de algún autor que no me ha gustado. Por si mejora mi percepción. Este año he querido volver a leer uno más de esta autora. A pesar de que ya había leído tres. Pero, a pesar de no me convence su prosa, siento debilidad por lo que cuenta. ¿Por qué no me gusta cómo explica sus historias? Porque sus frases son sujeto, verbo y predicado, o similares. Y a por otra. Porque sus cortos capítulos son siempre escenas aisladas de la historia general que va contando. Que, aunque se comprende, me gusta más cuando la historia es continua. Y, a mayor abundamiento, sus historias son siempre verdaderos dramas. Pero me siguen gustando.

Esta pequeña novela trata de una familia rumana que intenta obtener los pasaportes para poder salir del país. Para ello precisan una copia del acta de bautismo que la hija deberá conseguir buscando en la cama que el cura tiene en la sacristía, así como llevarle dos sacos de harina, además de los muchos que le ha llevado el padre, al funcionario que tiene que autorizar la expedición del pasaporte. La historia refleja las condiciones de vida y el sometimiento al que se ven abocadas las personas. Interesante el porqué de tan extraño título.





“En torno al monumento a los caídos han crecido rosas.”



domingo, 23 de mayo de 2021

Phillippe Ariés & Georges Duby: Historia de la vida privada I (**/***)

(640 pág.; Taurus)             (16; mayo de 2021)

Después de concluir el último de Roma de McCullough me quedo con ganas de más y como le había echado el ojo a este libro me atrevo con él, y así aprendo que no es lo mismo una novela histórica que un tratado sobre la historia: este cuesta un poco más de leer que los tochos de la susodicha.

A pesar de todo ha valido la pena, aunque no haya comprendido todo lo que se explica en él. Como no es una novela no puedo hacer una sinopsis, pero sí que puedo mencionar algunas cosas que he aprendido y que, además, me han sorprendido (ventajas de no tener una buena cultura y peor memoria). Por ejemplo: en menos de doscientos años la iglesia cristiana era más grande que cualquier gremio romano; esta impuso normas prohibiendo el matrimonio entre personas de hasta cuarto grado (primos) e, incluso, familiares políticos y padrinos, pues pasaban a ser parte de la familia; no diré el siglo para no equivocarme, pero una viuda solo podía casarse otra vez, por lo que muchas terminaban en un convento, de ahí que la vida en ellos fue mucho mejor que fuera, debido a las aportaciones de las fortunas que entraban junto con los que iban a vivir; las casas romanas en Africa seguían la costumbre romana, pero la amplitud era muy superior llegando a los dos mil quinientos metros cuadrados ¡en una sola planta!

El libro va explicando todo aquello que tenga que ver con la vida privada del primer milenio de nuestra era y ello incluye las lecturas, la correspondencia, la forma de tratarse los unos con los otros y mil cosas más. Está lleno de imágenes que ilustran muy bien lo que se explica y que me ha enseñado que las ruinas están llenas de detalles que a los profanos no ilustrados se nos escapan todos.





“La idea, la excelente idea de presentar a un público amplio una historia de la vida privada proviene de Michel Winock.”



sábado, 22 de mayo de 2021

Leopoldo Calvo-Sotelo: Memoria viva de la transición (***)

(286 pág.; Plaza & Janés)         (15; mayo de 2021)

Creo que los libros de biografías o memorias me han gustado siempre y, en esta ocasión me ha dado en pensar por qué debe ser y, aunque no me parece concluyente, quizá es porque me gusta que alguien me explique, sobre todo en primera persona, sus vivencias, ya que encuentro que hay vidas más interesantes que muchas aventuras imaginadas, bien porque su propia vida haya sido una especie de aventura, bien porque haya tenido una labor singular, como es el caso.

En mucho menos de trescientas páginas, pues hay bastantes fotos, Calvo-Sotelo nos explica sus años de Presidente de Gobierno, con unas miradas hacia atrás en su vida, un cuarto de siglo en la empresa privada, y hacia delante, con los socialistas en el poder. Obviamente, su designación como candidato debido a la renuncia de Suárez y la entrada en el Congreso de Tejero y los guardias civiles se lleva buenas páginas.

Aunque las opiniones son siempre discutibles, la forma de narrar, sus conocimientos y los entresijos que cuenta, que no acostumbran a ser del dominio público, hacen que la lectura sea muy entretenida, interesante y, para los que lo vivimos, una forma y manera de recordar lo que sucedía en España en aquellos años que éramos tan jóvenes y que pasaron cosas que, no es nada probables, que vuelvan a suceder.





Esto, aunque otra cosa sugiera la portada, no es un libro de memorias.”




sábado, 1 de mayo de 2021

Colleen McCullough: Antonio y Cleopatra (***)

(670 pág.; Booket)             (13; abril de 2021)

Hará unas dos semanas que, hablando con Anna se me ocurrió que sería interesante leer varios libros, más o menos seguidos del mismo autor, a fin de conocer mejor su obra, por lo que puse manos a la misma y decidí que cada año elegiría un autor que tuviera una buena puntuación de los libros que ya había leído de él y, cada diez libros de otros, leería uno suyo. Como este año ya llevaba los diez y el autor que mejor puntuación tenía era esta autora, aquí va el primero de este experimento.

Este es el séptimo y último libro de la saga de César y, aunque hay diferencias con los primeros de la misma, sigue siendo tan interesante como ellos. Lo más notorio es que en las primeras entregas hay muchos más personajes importantes en la historia y de la Historia y en este último, el senado, que era fuente de personajes principales, queda al albur de Augusto, por lo que no hay senadores que brillen ni, por supuesto, otros personajes de otras instituciones. Claro que el ya mencionado más los dos que dan título al libro llenan las casi setecientas páginas de este, pero era interesante el colorido de personajes importantes.

Uno que también lo es en esta narración es Cesarión, que es bastante insoportable e increíble su capacidad de raciocinio desde muy temprana edad, pero solo tiene importancia al principio y al final de la novela y, aunque siempre está presente en boca de Cleopatra, la importancia de los sucesos que devienen y la de estos tres actores tan principales para la historia de Roma hace que oscurezca el hijo de César. Seguiré leyendo libros de esta autora este año y todos los que pueda de Roma, pues pocas historias, reales o ficticias, pueden ser tan interesantes como esta.





“Quinto Delio no era un hombre belicoso, ni tampoco un guerrero en la batalla.”