sábado, 31 de agosto de 2013

Lawrence Norfolk: El diccionario de Lemprière (*/**)

(672 pág.; Anagrama)                                               (47; julio de 2013)

Quien mucho abarca poco aprieta o la erudición no es condición suficiente para escribir un buen libro. Mis comentarios son totalmente opuestos a los de la contraportada, pero me baso en los cientos de páginas innecesarias de este libro y las enrevesadas historias que se cuentan en él.
A ver si soy capaz de explicar algo: Lemprière es un joven muy corto de vista, pero muy instruido, al que su padre lleva al oculista (interesante capítulo) para que le ponga unas gafas (pero inconcebible final). Su padre muere y él se va a Londres donde conoce a un joven que le invita a una fiesta (surrealista) y termina llevándole a un psicólogo (más surrealista). Este le indica que debe escribir un diccionario si quiere curarse de su mal (que no padece, pero él se lo cree).
Todo esto tiene que ver con un documento que poseía su padre relativo a la Compañía de las Indias Orientales y el sitio de La Rochelle; con unos piratas que llevan navegando cuarenta años porque el hermano del actual juez inspector de Londres, que es ciego, los dejó libres; con un sujeto que está instigando a la huelga general en Londres y los herederos de los primeros accionistas de la mencionada Compañía; con las muertes violentas de los ascendientes del protagonista y con mucha gente que vigila a otra gente.

En resumidas cuentas un erudito galimatías que estuve a punto de dejar cuando me quedaban 200 páginas por leer y que leídas estas me arrepiento de no haberlo hecho.




“Los vientos soplaban a gran altura sobre Jersey, despejando el firmamento para tender por encima de la isla un manto titilante de estrellas.”


eBooK: correcto.                                            http://quieroepubs.skn1.com/


domingo, 25 de agosto de 2013

Henrik Ibsen: La casa de muñecas (***)

(96 pág.; eBook)                                            (46; julio de 2013)
Recuerdo haber visto representada su obra Un enemigo del pueblo y que me dejó perplejo por cómo había retratado el mundo del interés contra el propio hombre. Si esto que fue escrito hace 130 años y me impresionó hace treinta,   con todo lo que ha pasado en el mundo y en España en particular desde entonces, parece más bien que fuera obra de Nostradamus.
He comentado lo anterior porque era el único contacto que tenía con la obra de Ibsen, a pesar de que no me era desconocido. Esta casa de muñecas no la he visto, pero su lectura me ha convencido que era un autor muy adelantado socialmente a su tiempo, con una clarividente mirada y capacidad para saber plasmarlo en forma de obra de teatro.
Aparentemente no sucede nada extraño en la familia de la protagonista: matrimonio con varios hijos, él acaba de ser ascendido a director del banco en el que trabaja y quedan atrás las penurias que pasaron hace unos meses y de las que salieron gracias a la decisión que tomó su mujer y que él desconoce. Pero él tiene que despedir a un empleado del banco y aquí arranca el drama.

Quiero mencionar lo que para mí es una muestra de la dominación femenina a manos de los hombres: la escena en la que el marido le exige a su mujer cómo debe vestirse y bailar la danza que aprendió en Sicilia en la fiesta que preparan unos vecinos. Deplorable.




“NORA. Esconde bien el árbol, Elena.”

eBook: correcto.


sábado, 24 de agosto de 2013

Federico García Lorca: Poeta en Nueva York (*)

(leídas 49 pág. de 126; El País)                     (45; julio de 2013)
Lamentablemente demasiado surrealista. Aún recuerdo la clase de Literatura de sexto de bachillerato el ejemplo que la profesora nos puso hablando de las metáforas de García Lorca: “el jabalí se lanzó a su tobillo”, en un poema donde no había ningún animal a la vista. No lo entendí entonces y sigo sin entenderlo ahora.
Con esta obra he descubierto que a mí me gusta el teatro de Lorca, por su dramatismo, por su defensa de la mujer, por ir en contra de lo establecido, pero su poesía no la entiendo. No he visto una ciudad que conozco, no he visto ni sus rascacielos, ni su población negra, ni sus conflictos sociales. No he visto nada. Sólo me he encontrado palabras que reconozco, pero que no puedo adaptarlas al contexto de lo que estoy leyendo, por lo que no me entero absolutamente de nada de lo que está contando.
De aquí a mucho tiempo volveré a Don Perlimplín, Yerma o a sus sangrientas bodas, pero me abstendré de su poesía ¡qué lástima!




“Asesinado por el cielo.                                      Con los animalitos de cabeza rota
Entre las formas que van hacia la sierpe            y el agua harapienta de los pies secos.
y las formas que buscan el cristal,                      Con todo lo que tiene cansancio sordomudo
dejaré crecer mis cabellos.                                 y mariposa ahogada en el tintero.
Con el árbol de muñones que no canta             Tropezando con mi rostro distinto de cada día.
y el niño con el blanco rostro de huevo.             ¡Asesinado por el cielo!”
Vuelta de paseo

eBook: correcto.


domingo, 18 de agosto de 2013

Gabriela Mistral: Desolación (**/***)

(293 pág.; eBook)                   (44; julio de 2013)                  (Premio Nobel 1945)

Lucila de María del Perpetuo Socorro Godoy Alcayaga, de alias Gabriela Mistral, es, quizá, el Premio Nobel de Literatura entregado a la persona que menos había publicado y que menos conocida era como escritora. Maestra de escuela en un pueblo de Chile no quería que se publicaran sus poemas, pero el destino quiso que un académico sueco tuviera conocimiento de ellos, los tradujo,  los presentó a la Academia de los Premio Nobel y el resto es historia.

A pesar de que la poesía no es lo que más me gusta, porque me cuesta entenderla y apreciarla, tenía mucho interés en leer algo de ella, pues aunque no conocía su verdadero nombre no me era nada desconocida la fama de su seudónimo, y he de decir que ha sido una lectura muy interesante y, aunque tarde, volveré a leer algo suyo. Puedo estar errado, pero leyendo sus poemas religiosos me venía a la memoria Santa Teresa de Jesús, quizá sin tanta mística ni éxtasis, pero sí transmitiendo toda la espiritualidad que parece ser debía sentir Gabriela Mistral por Jesús y la religión cristiana.

Quiero resaltar un poema, Poemas de las madres, en el que describe la maternidad: me impresiona que alguien pueda llegar a explicar de forma tan bella e intensa lo que siente una mujer embarazada, máxime cuando ella misma no lo estuvo, y que un lector tan poco receptivo como yo pueda imbuirse de esas sensaciones. ¡Qué suerte tenemos de que ese académico sueco supiera castellano!




“Estrella, estoy triste.          -Contempla mi llanto.         -Soy yo, la que encanto,
Tú dime si otra                    Dime si otra lleva                soy yo la que tengo
como mi alma viste.            de lágrimas manto.             mi luz hecha llanto.
-Hay otra más triste.           -En otra hay más llanto.
-Estoy sola, estrella.           -Di quién es la triste,           Balada de la estrella
Di a mi alma si existe          di quién es la sola,
otra como ella.                     si la conociste.
-Sí, dice la estrella.


eBook: pésimamente maquetado.                            http://www.quedelibros.com/


sábado, 17 de agosto de 2013

Roberto Bolaño: El gaucho insufrible (**/***)

(122 pág.; eBook)                                          (43; julio de 2013)
Después del desengaño de Una novelita lumpen decidí que Bolaño pasara un tiempo en el dique seco, pero con muchas ganas de volver a leer alguna de sus obras, pues no en vano es uno de mis escritores favoritos. Este año se cumplen diez años de su muerte y después de ver una exposición dedicada a su vida y a su obra volví a leerlo.
Este libro de relatos me recordó al mejor Bolaño que he leído, es decir, su inmensa 2666 y Los detectives salvajes y, como no podía ser de otra manera, me dejó con todas las ganas del mundo de seguir leyendo sus novelas y lamentando que un hígado (el suyo o el del donante que no pudo ser) se lo llevara con sólo cincuenta años.
Quiero destacar algunos de esos relatos: el que da título al libro (¿quizá la opinión personal de Bolaño de lo poco que puede necesitarse en la vida para ser feliz?); El policía de las ratas, donde sorprende el paralelismo encontrado entre estas últimas y los humanos; y El viaje de Alvaro Rousselot, (¿qué es mejor: que te plagien o que nadie diga nada de ti?).
Para el que no se atreva por el tamaño con 2666 o por el título con Los detectives salvajes tiene en este libro al mismo autor y con la misma fuerza y belleza que en los anteriores. ¡Diez años ya!




“Me llamo José, aunque la gente que me conoce me llama Pepe, y algunos, generalmente los que no me conocen bien o no tienen un trato familiar conmigo, me llaman Pepe el Tira.”
El policía de las ratas

eBook: correcto.


jueves, 15 de agosto de 2013

Julia Navarro: La Biblia de Barro (**)

(766 pág.; El País)                                          (42; julio de 2013)
Pocos meses antes de la invasión de Estados Unidos a Irak un arqueólogo afecto al régimen de Sadam quiere que su nieta, que también es arqueóloga, intente encontrar el resto de las tablillas de barro, de las dos que encontró él cuando era estudiante, que son la narración de la formación del mundo que hizo Abraham a un escriba.
Este arqueólogo, que tiene un acuerdo con unos socios para la venta de objetos arqueológicos expoliados, tuvo un pasado que nadie conoce, pero por el que está siendo perseguido. Las noticias sobre la posible guerra de Irak no dan esperanzas de que sea encontrada la denominada biblia de barro, que es la única ilusión que le queda al anciano y el salvoconducto para que su pasado no recaiga sobre su nieta.
Novela extensa, pero entretenida, sin mayores pretensiones, narra la vida del escriba mientras Abraham le relataba cómo dios había formado el mundo, así como la situación que se vivía en Irak en aquellos momentos. A pesar de estar en el desierto, refrescante.




“Llovía sobre Roma cuando el taxi se detuvo en la plaza de San Pedro.”

eBook: correcto.


domingo, 11 de agosto de 2013

Franz Kafka: Obras completas (**/***)

(1ª parte: 401 pág.; eBook)                           (41; junio de 2013)
Me gusta comprobar que poco a poco voy leyendo a autores que ni siquiera teníamos en casa, aunque leer todo lo que uno querría es tarea imposible. O debería haber comenzado mucho antes. Ya veremos hasta donde llego. Quería leer una obra de Kafka y me encuentro con sus obras completas: no les hice un feo, pero dividí el libro como si fueran varios volúmenes, pues alcanza las 1.400 páginas, y así poder seguir picoteando. Hasta la página 400 incluye sus primeros relatos y América, que fue publicado bastantes años después de haberse escrito.
Los primeros relatos que son muy cortos se podrían definir como totalmente kafkianos. Obviamente, no me refiero a la autoría sino al adjetivo que aplicamos cuando algo aparentemente normal se vuelve irracional, ilógico, y nos deja perplejos. Creo que, sobre todo, es debido a que son relatos tan cortos que el lector no tiene tiempo de entrar en la historia antes de que esta ya sea kafkiana.
No pasa lo mismo con América que es una novela de 300 páginas, pero el autor sigue siendo Kafka y en cada capítulo deja constancia, nuevamente, de su particular visión de la vida, con lo que capítulo a capítulo te vas encontrando envuelto en la tela de araña de eso que resumimos diciendo que es kafkiano: un joven de 16 años se va a Estados Unidos obligado por sus padres debido a una situación familiar desagradable y se encuentra con su tío que es senador. Estos son los dos primeros capítulos (El fogonero y El tío) y ya sólo con su lectura te das cuenta de que en las historias kafkianas te acaba faltando el aire, que por muy cotidiano que sea lo que te está explicando, acaba sucediendo algo que lo convierte en desasosegante. Tiene un abrupto final, a pesar de su longitud, y me pareció que podía ser alegórico; aunque más bien creo que no la acabó de escribir.
Es un autor irrepetible que merece ser leído y disfrutar de la capacidad que tuvo para contar en unas historias raras el reflejo y el resumen de nuestra vida cotidiana.




“Cuando Karl Rossmann muchacho de dieciséis años de edad a quien sus pobres padres enviaban a América porque lo había seducido una sirvienta que luego tuvo de él un hijo entraba en el puerto de Nueva York a bordo de ese vapor que ya había aminorado su marcha, vio de pronto la estatua de la diosa de la Libertad, que desde hacía rato venía observando, como si ahora estuviese iluminada por un rayo de sol más intenso.”

América


eBook: correcto.                                            http://www.4shared.com/


sábado, 10 de agosto de 2013

Pascal Mercier: Tren nocturno a Lisboa (**)

(525 pág.; El Aleph)                                       (40; junio de 2013 en Granada)
Entre los libros que había para escoger en el estante, este me pareció interesante por lo que indicaba en la contraportada y la parquedad de la imagen que se ve. A Marisol no le sonaba haberlo comprado y menos leído, así que creímos que se lo habrían regalado. Bienvenido sea.
Un erudito suizo se tropieza con una muchacha portuguesa en un puente y esta le escribe un número de teléfono en la frente (¿?), tira un papel arrugado y se marcha. En una librería una joven deja un libro que estaba hojeando, el protagonista lo coge y se trata de un libro escrito por un portugués. La coincidencia de la nacionalidad hace que se interese por el autor del libro y deja su vida académica y se va a Lisboa a conocer a todo aquel que supiera algo de esa persona. Este había fallecido hacía treinta años, pero todavía hay media docena de personas que lo conocieron: era un médico de prodigiosa memoria cuya pasión había sido el estudio, al que se había dedicado desde muy pequeño, destacando entre sus compañeros. En resumen, un erudito con ansias de saber y otro que dejó unas notas y que su hermana publicó cuando ya era difunto.
Aunque no está mal, a mi parecer peca de demasiada filosofía, pues el protagonista avanza en el conocimiento del autor del libro a través de sus escritos y todos ellos son de ese tenor y la novela se va desarrollando con las conversaciones que tiene con los que conocieron al médico, y la sensación que tuve es que no se sabía cómo acabar la novela ni qué hacer con el número que la primera joven le había escrito en la frente. Jo confesso de Jaume Cabré que es de 2011 tiene ciertos paralelismos con este, que es de 2004; pero el primero es mucho más interesante, sin lugar a dudas.




“El día a partir del cual ya nada sería como antes en la vida de Raimund Gregorius, comenzó como tantos otros días.”

eBook: con algunas erratas.                          http://www.quedelibros.com/


domingo, 4 de agosto de 2013

Walter Mosley: Betty la Negra (*/**)

(314 pág.; Anagrama)                                               (39; junio de 2013)
En casa tenemos cinco libros de este autor y este es el primero en orden alfabético, por lo que lo busqué en internet, lo encontré y lo leí. Pero tardaré en leer otro de él.
El libro es como la portada: sorprenden esos ojos azules detrás de esas curiosas gafas. Si se observa con atención, las gafas son un pastiche (quizá buscado ex profeso). Pues el libro es igual: tiene un toque de querer recrear el racismo existente en Estados Unidos en los primeros años sesenta (que se diluye a medida que avanza la novela); tiene visos de novela grande en cuanto a los personajes que van apareciendo (a un ritmo de uno nuevo cada capítulo), tanto es así, que en las últimas páginas se “pasa lista” para ver quién hizo qué, quién murió cuándo o cómo, etc.; y como último ejemplo de porqué no me ha convencido, es que el protagonista tiene dos hijos adoptados que quiere mucho, y lo quieren, que son importantes en los primeros capítulos de la novela, pero cuando la trama se enreda lo suficiente se van a casa de un amigo y desaparecen para siempre.

¡El Sr. Mosley tendría que aprender de Dennis Lehane!




Estaban bajo la intensa luz amarilla del callejón que había detrás del bar de John.”

eBook: correcto.                                            http://www.quedelibros.com/


sábado, 3 de agosto de 2013

Jaume Cabré: Jo confesso (***)

(1.008 pág.; eBook)                                       (38; junio de 2013)
La historia de esta confesión es enormemente ambiciosa: dos niños se conocen en las clases de violín y se nos explica la vida de ambas familias y la de esta amistad que durará toda la vida de los protagonistas; el padre de uno de ellos es anticuario y tiene un violín de la época de Stradivarius, y conoceremos la historia de este violín y la de la familia de su creador.
A lo largo de los siglos el violín, que es uno de los objetos protagonistas, ha pertenecido a diversas personas: la historia también abarca a unos monjes y los monasterios en los que residieron, a un monje responsable de la doctrina de la Inquisición; y ya en el siglo XX, cae en manos de los nazis como botín de una familia judía que llega a un campo de concentración. Y de todos ellos, de otras personas que tienen relación con los mencionados, de la vida universitaria, y de la de un erudito, insisto, de todos y cada uno de ellos, se irán conociendo las historias de sus vidas, que se enlazan y entrelazan unas con otras como el hilo de una madeja que se ha ido deshaciendo.
Las mil páginas del libro se leen de corrido, costando dejar la novela y deseando volver a ella para seguir conociendo las circunstancias de estas vidas y, para no engañar a nadie, de tanto dolor infligido, por la envidia, la codicia y la persecución al individuo o a una raza, que el erudito protagonista trata de plasmar en un libro sobre la historia del Mal en la humanidad. Tremendamente interesante.



“Fins ahir a la nit, caminant pels carrers molls de Vallcarca, no vaig comprendre que néixer en aquella família havia estat un error imperdonable.”

eBook: comprado.