sábado, 25 de enero de 2020

Amado Nervo: Obras completas (**/***)


(406 pág.; Aguilar)                              (2; enero de 2020)
Habitualmente la gente se alegra de cambiar de ordenador: yo me resisto todo lo que puedo. En el trabajo estuvieron dos años para lograrlo. Y el motivo es que nada es exactamente como antes y, aunque en principio es mejor, siempre se ha escapado algún detalle que complica la vida. Ahora he tenido que cambiar mi portátil que ya me avisaba que estaba próximo su fin y este ha sido el motivo de mi silencio, el cual habrá alegrado a más de uno. Esta parte del libro la acabé a principios de enero y hasta ahora no he podido dedicarme a estas líneas.
Penúltima parte de este volumen, también en prosa, que se inicia con un largo capítulo dedicado a Juana de Asbaje que, parece ser, fue una inteligentísima mujer autodidacta que dejó con la boca abierta a todo aquel que la conoció, entre ellos unos cuantos virreyes (me ha parecido un tanto repetitivo y extenso). Sigue con un par de conferencias, larguísimas, que demuestran que entendía de ciencia y astronomía, más de esta última, pero que, combinadas con la prosa poética, se hacen difícil de digerir.
En los siguientes capítulos, mayormente ensayos, hay de todo, como era de esperar: en lo negativo tiene opiniones que, un siglo más tarde, son inverosímiles en una persona de su capacidad y, teniendo en cuenta que poéticamente trata con mucho respeto a la mujer, pone los pelos de punta (ahora más que hace una década) alguna opinión que tiene en prosa respecto a la posición de aquella. En los artículos sobre la guerra es un idealista inveterado y, veinte años después, se pudo comprobar que nada de lo que creyó que mejoraría la humanidad se cumplió.
En lo positivo, que también lo hay y mucho, todos los artículos y opiniones sobre lo que domina totalmente, en particular el idioma, que da gusto leerlos porque se tiene una visión de lo que se podía pensar y creer en el futuro cien años antes de nuestros días. Hay opiniones muy versadas, muy simpáticas y anticipadas. Es, sobre todo por esto, que considero muy recomendable su lectura.





“¿Se celebrará el tercer Centenario de la muerte de Cervantes entre el estruendo de cañones, ayes de muertes y nauseabundo olor de gases que axfixian?”
El Centenario de la muerte de Cervantes




sábado, 11 de enero de 2020

Dominick Dunne: Las dos señoras Grenville (***)


(272 pág.; Libros del Asteroide)                                (64; enero de 2020)
Hace ya bastante tiempo que Eva me recomendó este libro, pero como leo libros de los que ya tenemos, más los nuevos, más los que me aconsejan otras personas a las que les doy crédito todo ello hace que un libro tarde meses en que pueda leerlo desde que entra en la lista, pero con tiempo se llega. El problema será cuando se acabe el tiempo, pero para entonces solo podré parafrasear a Borges y decir que no me siento orgulloso de los libros que no he leído. De este me siento orgulloso.
Las señoras a las que se refiere el título son la madre y la esposa del señor Grenville: la primera de alta alcurnia ya establecida en los genes que se van pasando de generación en generación y la segunda nacida en una pequeña y desconocida población que, desde muy joven, se tuvo que buscar la forma y manera de sobrevivir y ha hecho de ello una profesión con tal éxito que está a punto de ingresar en ese círculo privilegiado.
La novela puede recordarnos a varios autores muy conocidos que no quiero desvelar a fin de que sea el posible lector el que lo saboree por sí mismo, así como tampoco he querido ahondar más en la historia pues tiene sus intrigas en algunos momentos y cuestiones y soy contrario a detallar los entresijos que el autor plantea y resuelve a lo largo de la narración. Habrá que leerla, pues.





“La habitación desprendía un asfixiante aroma a rosas marchitas.”




domingo, 5 de enero de 2020

Molière: El avaro (**/***)


(125 pág.; -)                           (63; diciembre de 2019)
No sé si he visto representada alguna obra suya por lo que tenía verdadero interés en leer alguna de sus tan famosas obras de teatro por lo que, después de leerla, he de decir que me ha decepcionado ligeramente. Tengo en mente las comedias, o dramas, de Lope o Calderón y esperaba que me causara la misma sensación que con El perro del hortelano o La vida es sueño, pero aunque no le quito ningún mérito al personaje de Harpagón, el enredo me ha parecido pequeño. Quizá los siglos de distancia entre Molière y nosotros nos haya quitado la ilusión como se la quitan lo años a los niños. Tendré que verla representada pues quizá gane más que leída.
El personaje mencionado es el nombre del avaro de esta comedia: además de mucho dinero escondido, por el que sufre constantemente, tiene dos hijos en edad de casarse y los cita para decirles que ha decidido casarse de nuevo. Lo que él no sabe es que la joven sobre la que ha puesto la mirada, y a la que exige una dote para desposarla, bebe los vientos por su hijo por lo que a este no le place en absoluto la decisión de su padre. Una casamentera ayudará a desenredar la madeja.





“VALERIO.— ¡Cómo, encantadora Elisa, os sentís melancólica después de las amables seguridades que habéis tenido la bondad de darme sobre vuestra felicidad!”




sábado, 4 de enero de 2020

Margaret Millar: Amb la por al cos (**/***)


(185 pág.; Edicions 62)                                  (62; diciembre de 2019)
Tenemos tres libros de esta autora en la biblioteca por lo que ya era hora de leer alguno. De los treinta y tres libros en catalán que he leído hasta ahora estoy seguro que la mayoría eran de autoras, aunque las menos serán de novela negra, pero por algo Marisol llegó a comprar tres de esta autora y es que la historia es muy singular.
La protagonista de la novela es una mujer casada en segundas nupcias con un vecino al que mataron a su primera mujer. De ella tuvo un hijo y una hija que mal soportan a su madrastra, aunque ella siempre les ha mostrado cariño. Viven con una hermana soltera del marido a la que su cuñada le cae muy bien. Un día que la esposa está sola en casa recibe un paquete y desaparece de la vivienda. Cuando la encuentran ha perdido la cordura y tienen que ingresarla en un centro, pues solo dice que tiene miedo de que quieran matarla.






“El somni començà d’una manera tranquil·la.”