domingo, 26 de enero de 2014

Ramón María del Valle-Inclán: Sonata de primavera (**/***)

(123 pág.; El País)                                          (3; enero de 2014)
Valle-Inclán, el Marqués de Bradomín, Literatura de sexto, cuarenta años atrás… otro que aparece de entre las sombras de la memoria. No los busco ex profeso, pero poco a poco van surgiendo y me gusta. Lo que lamento es que sea tan tarde y con tan poco aprovechamiento, es decir, los leo, la mayoría me entretienen, pero ya no obtengo el conocimiento que habría alcanzado si los hubiera leído en su momento. Yo, por lo menos, no estudié Literatura, sino Historia de la Literatura: nombres seguidos unos detrás de otros. Pero no quita que ahora me lo pase muy bien.
Y así ha sido con esta Sonata, trasnochada, decimonónica, pero bien escrita y con un sorprendente final, que no destriparé: el citado Marqués conoce a una muchacha que va a ingresar en una orden religiosa y decide que antes ha de ser suya. Esta se resiste, pero poco a poco va cayendo en sus redes y cuando parece que Bradomín la conseguirá al final, llega este, el final, de forma abrupta. Muy interesante. Espero tener tiempo para poder leer la sinfonía completa de Valle-Inclán.




“Anochecía cuando la silla de posta traspuso la Puerta Salaria y comenzamos a cruzar la campiña llena de misterio y de rumores lejanos.”

eBook: correcto, pero digitalizado de una edición tan antigua que las vocales aisladas aún van acentuadas y las iniciales de los capítulos están ornamentadas. Singular.                www.gutenberg.org


sábado, 25 de enero de 2014

Austin Wright: Tres noches (**)

(384 pág.; eBook)                                          (2; enero de 2014)
Marisol es la que me pone al día en los autores nuevos (aunque este ya falleció, sigue siendo nuevo para mí), así que mes sí, mes no, leo alguno de los que me va recomendando y no lo hago más a menudo porque con los que llega a comprar sólo leería de los suyos y tengo tantos por leer de los “míos”…
Esta novela de intriga comienza estupendamente, excelentemente: una mujer recibe una novela escrita por su ex-marido y la arrincona, pero cuando meses después se entera que irá a su ciudad decide leerla para poder darle su opinión. La novela escrita por el marido cuenta la historia de un matrimonio y su hija ya adulta que deciden viajar de noche en coche y se encuentran con tres hombres que logran que paren su coche y separar a las mujeres del hombre.
Lo bueno de la novela que estamos leyendo nosotros es que hace que nos metamos en la piel de la mujer que está leyendo la novela de su ex-marido y que lo que ella va sintiendo mientras la lee sea lo que también sentimos nosotros. Por ejemplo: ella tiene tres hijos y tiene que estar por ellos para la cena, por lo que ha de dejar la novela aunque esté en un punto muy interesante; lo mismo que le puede pasar al lector real en algún momento del día. Ella sufre por lo que les pueda pasar a los ocupantes del coche y nosotros (lectores supuestamente reales y no obra de otro escritor) sentimos la misma intranquilidad que ella.
Pero esto es así hasta la mitad de la novela, pues luego pierde fuelle rápidamente y se vuelve anodina, sin interés para el lector que sujeta la novela en la que aparece la mujer que va pasando las hojas manuscritas, por más que a ella le pueda parecer interesante lo poco que sucede. Creo que ninguno de los autores de estas dos novelas supo encontrar un final que hiciera que el lector real pensara que era una historia redonda, aunque el inicio de las dos fuera muy prometedor.




“Todo se remonta a la carta que Edward, el primer marido de Susan Morrow, le envió a ésta en septiembre pasado.

eBook: perfecto.                                Amazon


sábado, 18 de enero de 2014

Gabriel García Márquez: El amor en los tiempos del cólera (***)

(502 pág.; Bruguera)          (1; enero de 2014)             (Premio Nobel 1982)
El título no deja lugar a dudas: estamos ante una novela que nos va a hablar de amor y el amorcillo que aparece en la portada nos lo confirma, aunque para saber qué hace en ese paraje de la selva y qué tiene que ver ese barco que aparece al fondo tendremos que leer hasta el final. Lo cual solo es cuestión de ir pasando páginas, deseando que llegue el desenlace pero, a la vez, lamentándolo, pues con ello se acabará esta enorme puesta en escena que construye García Márquez para explicarnos unos enamoramientos, algunos de los cuales duran décadas, arropados por una serie de personajes que van apareciendo sucesivamente y a través de los cuales vamos conociendo la historia de los dos, casi tres, personajes principales que intervienen en ella.
La novela comienza con la muerte por suicidio del que parece el personaje principal, pues se nos explica lo que se conoce de su pasado que resulta ser muy interesante, pero rápidamente es el médico del pueblo el que se trueca en protagonista… hasta que pasa lo que pasa y, a través de idas y venidas en el tiempo, se va desgranando la historia del médico, su mujer y de un tercero, además de un montón de mujeres que acompañarán la larga vida de este último.
Podría pensarse que puede ser anodina una historia de amores, o que no interese a buena parte del público (mayoritariamente masculino), pero resulta que estas historias de amores están escritas por una de las mejores plumas de la literatura y la forma de explicarlas, el mundo que nos describe y que las envuelven hace que su lectura sea muy gratificante y que apetezca conocer más y, en mi caso, recordar mejor todos los detalles que añade para hacer el envoltorio perfecto de la historia principal. ¡Sin miedo al título y de cabeza a la lectura!



“Era inevitable; el olor de las almendras amargas le recordaba siempre el destino de los amores contrariados.”

eBook: con algunos fallos.


sábado, 11 de enero de 2014

Stanley G. Weinbaum: Lo mejor de Stanley G. Weinbaum (**/***)

(271 pág.; Martínez Roca)                            (74; diciembre de 2013)
Por una vez el prólogo ilumina y no desvela, es decir, lustra sin explicar el desenlace y, además, nos da una visión del autor que de otra forma sólo los muy conocedores sabrían la trascendencia e importancia de él. Por resumir, este autor empezó a escribir tres años antes de su muerte, publicó en el último y Asimov lo compara con Mozart y Galois. Más que iluminar, deslumbra.
Si no lees el prólogo y vas directamente a la obra del autor te encuentras con una serie de relatos en los que aparecen unos seres extraterrestres interesantes por su corporalidad y sus capacidades. Los relatos son buenos, excelentes, y te hacen pasar un rato entretenido, pues sus historias están cargadas de simpatía y, a pesar de que mayormente son relatadas, no se hacen nada pesadas, gracias a la manera de narrarlas, pues hace que sientas mucha curiosidad por lo que estás leyendo y su desenlace.

Pero si eres conocedor de la historia de la ciencia ficción o, en su defecto, has leído el prólogo o incluso el epílogo a cargo de Robert Bloch (autor de Psicosis y decenas de libros de ciencia ficción), sabrás que Weinbaum escribió sus relatos en los primeros años de la década de los treinta (del siglo XX), por lo que se puede afirmar que sentó las bases de la ciencia ficción que conocemos hoy en día, ya que los autores más reconocidos de este género son posteriores a él y siguieron y ampliaron la senda que él inició. Pues no sé si es como Mozart, pero su vida parece calcada a la de Galois.




“Jarvis se estiró tan cómodamente como pudo en el angosto espacio del cuartel general del Ares.”
Una odisea marciana

eBook: perfecto.                                            http://www.epublibre.org/