(271 pág.;
Martínez Roca) (74;
diciembre de 2013)
Por una vez el prólogo ilumina y no
desvela, es decir, lustra sin explicar el desenlace y, además, nos da una
visión del autor que de otra forma sólo los muy conocedores sabrían la
trascendencia e importancia de él. Por resumir, este autor empezó a escribir
tres años antes de su muerte, publicó en el último y Asimov lo compara con
Mozart y Galois. Más que iluminar, deslumbra.
Si no lees el prólogo y vas
directamente a la obra del autor te encuentras con una serie de relatos en los
que aparecen unos seres extraterrestres interesantes por su corporalidad y sus
capacidades. Los relatos son buenos, excelentes, y te hacen pasar un rato
entretenido, pues sus historias están cargadas de simpatía y, a pesar de que
mayormente son relatadas, no se hacen nada pesadas, gracias a la manera de
narrarlas, pues hace que sientas mucha curiosidad por lo que estás leyendo y su
desenlace.
Pero si eres conocedor de la historia de la ciencia ficción o, en su defecto, has leído el prólogo o incluso el epílogo a cargo de Robert Bloch (autor de Psicosis y decenas de libros de ciencia ficción), sabrás que Weinbaum escribió sus relatos en los primeros años de la década de los treinta (del siglo XX), por lo que se puede afirmar que sentó las bases de la ciencia ficción que conocemos hoy en día, ya que los autores más reconocidos de este género son posteriores a él y siguieron y ampliaron la senda que él inició. Pues no sé si es como Mozart, pero su vida parece calcada a la de Galois.
Pero si eres conocedor de la historia de la ciencia ficción o, en su defecto, has leído el prólogo o incluso el epílogo a cargo de Robert Bloch (autor de Psicosis y decenas de libros de ciencia ficción), sabrás que Weinbaum escribió sus relatos en los primeros años de la década de los treinta (del siglo XX), por lo que se puede afirmar que sentó las bases de la ciencia ficción que conocemos hoy en día, ya que los autores más reconocidos de este género son posteriores a él y siguieron y ampliaron la senda que él inició. Pues no sé si es como Mozart, pero su vida parece calcada a la de Galois.
“Jarvis se estiró tan cómodamente
como pudo en el angosto espacio del cuartel general del Ares.”
Una
odisea marciana
eBook:
perfecto. http://www.epublibre.org/
No hay comentarios:
Publicar un comentario