domingo, 22 de abril de 2012

Irène Némirovsky: Los perros y los lobos (**/***)


(221 pág.; Salamandra)                     (15; marzo de 2012)

Tres niños judíos, dos de ellos mendigos y el tercero de clase alta, tienen un origen familiar común. Sus vidas se cruzan en su Ucrania natal de principios del siglo XX y, debido a los conflictos de la época, emigran a Francia y allí vuelven a cruzarse y a unirse sus destinos: dos de ellos son marido y mujer y el tercero, amante.

Esta nueva novela que leo de Némirovsky es muy interesante, y creo que cuando habla de lo que conoce a través de sus vivencias es mucho mejor: pongo esta novela y Suite Francesa (4; febrero de 2011) por ejemplo, contra L’afer Kurilov (33; agosto de 2010). En esta historia, que parece ser contiene tintes autobiográficos, trata las creencias judías de forma muy valiente para la época, según creo, e irónica para los abstemios religiosos como yo, y el momento actual que nos ha tocado vivir.

Marisol cuando descubre un autor que le gusta acaba con su producción (en este caso, por desgraciada evidencia histórica). Aún tengo en casa dos más por leer y los iré degustando oportunamente.




“A los ojos de sus habitantes judíos, la ciudad ucraniana de la que eran originarios los Sinner tenía tres zonas claramente diferenciadas, como las que se ven en ciertas pinturas antiguas: abajo, atrapados entre las tinieblas y las llamas del infierno, los réprobos; en el centro de la tela, iluminados por una luz pálida y serena, los mortales; y en lo alto, los elegidos.”

eBook: sí




domingo, 15 de abril de 2012

José Luis Sampedro: La sonrisa etrusca (**)


(347 pág.; Alfaguara)                        (14; marzo de 2012)

Un viejo calabrés, sexista por la época de su nacimiento y la educación recibida y, además, de los de “pelo en pecho”, es decir, de los que tuvieron que buscarse la vida a muy temprana edad y participar en una guerra, se va a vivir a Milán a casa de su hijo casado y padre de un bebé a su vez.

Aparte del roce generacional, la novela describe la relación que se crea entre ese abuelo que no crió a sus hijos (cosas de mujeres) y su nieto, que a pesar de que sólo tiene unos pocos meses, va conquistándole, poco a poco, la piedra que la vida le colocó en lugar del corazón. No desvelo mucho, si además, dejo dicho que la forma en que Sampedro va explicando la enfermedad que padece el anciano es más divertida que traumática.

Marisol me había aconsejado esta novela, pero luego me dijo que era ñoña. Puedo aceptarlo, pero yo lo veo de otra manera: no me costó en absoluto ponerme en la piel de ese hombre y entender que la dureza que, en su caso, le ofreció la vida hizo que el lado femenino, que es bueno que tengamos los hombres, no lo encontrara hasta su vejez. Y cuando lo encontró vivió mucho más intensamente.




“En el museo romano de Villa Giulia el guardián de la Sección Quinta continúa su ronda.”


(eBook: para quitar las cabeceras y los pies de página yo edito el archivo mediante Word, si se puede (pestaña Insertar (Encabezado y Pie de página) y opción Quitar para los dos casos). Si no se puede, el mejor consejo que puedo dar por ahora, es buscar otro archivo.)


lunes, 9 de abril de 2012

Joseph Roth: La marcha Radetzky (**)


(348 págs.; Edhasa)                           (13; marzo de 2012)

Leo un libro por estantería y en esta tenía varias opciones, pero me pudo el leer sobre un tema que ya había leído tres libros de dos autores diferentes: resumiendo, Kakania.

La familia Trotta es descrita a través de tres varones pertenecientes cada uno de ellos a una generación diferente, es decir, son abuelo, padre e hijo. Las mujeres de esta familia mueren pronto y los hombres son de carácter seco como una cepa en invierno. Esto es así hasta la mitad del libro, pues a partir de aquí el padre y el hijo se vuelven más humanos (el abuelo murió capítulos atrás).

A mi corto parecer este libro es pobre o insulso en su primera mitad y en la segunda bebe de los personajes de Anna Karénina (45; agosto de 2011) y de la trilogía de Bánffy (52 y 60 en octubre y noviembre de 2011; pendiente el tercero). Huelga decir que en los libros mencionados los personajes tienen una riqueza de la que carecen los del presente. Pero no es un mal libro y me hacía gracia encontrar otro más del mismo tema. (He preferido mencionar a Musil sólo a través del logro de su logo.)




“Los Trotta no eran de antiguo linaje.”


(eBook: Esta nota tendrá el tono de El turista accidental. Como no podía ser de otra manera, este libro tampoco lo encontré editado. Así que lo busqué en internet y lo obtuve en formato .pdf. Hay que tener presente que si en este formato el libro tiene cabecera o pie de página, estos no podrán ser quitados y al leerlo en un ebook nos encontraremos en medio de la narración los mencionados pie y cabecera, siendo muy incómoda la lectura. En la siguiente nota explicaré cómo subsanarlo.)


sábado, 7 de abril de 2012

John Dos Passos: Manhattan Transfer (**/***)


(471 pág.; Plaza & Janés)                  (12; marzo de 2012)

Nunca fui un buen estudiante, pero algunas cosas quedaron en mi memoria. De la asignatura de Literatura de sexto de bachillerato, entre otras obras, me quedó que había que leer Manhattan Transfer de Dos Passos, aunque no recuerdo que la profesora explicara por qué. Y probablemente aún me acordaba cuarenta años después cuando encontré este libro en la calle porque el apellido me pareció curioso. Ahora sé algo más: este escritor, junto con otros de la talla de Hemingway, Scott Fitzgerald y Faulkner, perteneció a la llamada generación perdida. Pero no es lo mismo El ruido y la furia (55; octubre de 2011), que Suave es la noche (46; noviembre de 2010), ni esta Manhattan Transfer.

Entrando en el libro en sí, y vistas las estrellas del encabezamiento, queda claro que recomiendo su lectura, pero ha sido un libro muy difícil de leer para mí: está lleno de personajes que aparecen en uno o dos capítulos y otros que van apareciendo a lo largo de todo el libro, y cada vez me cuesta más retener los nombres y circunstancias de cada personaje, a pesar de que el libro lo leo seguido y tardo entre una o dos semanas en acabarlo, según su longitud.

El motivo de comparar este autor con los otros, es porque habiendo escrito sobre el mismo periodo de tiempo, más o menos, cada uno tiene un estilo diferente y su historia refleja un tipo de vida distinto también. A medida que lo iba leyendo recordaba el libro de Scott Fitzgerald, pues en él aparece un mundo que desapareció de gente muy afortunada (aunque no por ello menos desdichada), y el mundo que nos muestra Dos Passos es la ciudad de Nueva York, calle a calle, plaza a plaza, con todas esas almas desesperadas, muchas de ellas sin futuro ni aspiraciones. Advertidos de que no es un libro de concesiones, sus historias están bien escritas y nos describe muchas facetas de la dureza de la vida de forma sucinta, seca. Como las imágenes de las viñetas que El Roto dibuja a diario en El País.




“Tres gaviotas giran sobre las cajas rotas, las cáscaras de naranja, los repollos podridos que flotan entre los tablones astillados de la valla.”


(eBook: el libro lo encontré y el .epub oportuno también. No puede decirse que leer sea un lujo caro.)


domingo, 1 de abril de 2012

Anne Perry: Los escándalos de Half Moon Street (**)


(362 pág.; El País)                              (11; febrero de 2012)
            
Recordaba haber leído una crítica acerca de esta autora y, como tenemos dos libros de ella en casa, busqué cuál estaba en versión digital. No había ninguna de ellas, pero navegando encontré el .pdf de esta novela.
            
Lo primero que me vino a la cabeza mientras la leía es que es curiosa en el sentido de que la acción transcurre en la Inglaterra victoriana, con lo que mucho de lo que conocemos, en cuanto a avances tecnológicos, aparatos electrodomésticos, o el derecho de la mujer a divorciarse, no existe. Lo que también podría decirse de cualquier novela escrita en el siglo XIX, pero la sensación que tuve es que la autora se recrea en hacernos ver ese hecho diferencial.
            
Al hilo del párrafo anterior, y para dar a conocer un poco el argumento, el asesinado es un reconocido fotógrafo, y admirado por los integrantes de los clubs de la naciente, y nada barata, pasión por la fotografía. Junto a él está una famosa actriz que no sólo “desnuda” sus sentimientos sobre la escena, sino que también lo hace frente al objetivo de la cámara. Y con media docena más de personajes y un detective, ya tenemos el escandaloso (¡para el siglo de la narración!) cuadro al completo.




“Las guirnaldas de niebla empezaban a elevarse poco a poco desde la superficie gris del río y brillaban bajo los primeros rayos de sol.”


(eBook: ya he hablado algo en el primer párrafo, pero quiero hacer hincapié en un hecho: busco y rebusco (porque no existen a la venta) archivos de las novelas que quiero leer que ya poseo en edición vegetal, es decir, lo que llamamos libro.)