sábado, 31 de julio de 2021

Pierre Lemaitre: Vestido de novia (**/***)

(296 pág.; Alfaguara)             (23; julio de 2021)

Con este libro se cumple un año del Club de Lectura Confitada. Doce libros que hemos leído, casi todos, pues siempre hay alguno que se raja. Pero no importa, pues de lo que se trata es de pasarlo bien haciendo algo que nos gusta: leer. La única diferencia es que en este club cada mes hay alguien que impone qué leemos. Este mes le ha tocado a Marisol y ha elegido este, que no ha leído, de un autor que ya ha leído dos. A mí me ha gustado, de ahí las dos estrellas y media que le he puesto, pero no es un libro fácil, no ya por la lectura del mismo, sino por la trama.

El libro está dividido en cuatro capítulos. El primero habla de la mujer de la que se ve un ojo en la portada, la cual está pasando por una época terrible, pues ha tenido varias desgracias en su familia y, además, no controla todo lo que hace en su vida. Está pensando cómo empezar una nueva vida, pero cualquier solución que encuentra es complicada y el tiempo le apremia. El segundo capítulo lleva por título el nombre de un hombre, que sabe de informática y cuyo conocimiento el autor utiliza levemente; en caso de haber seguido por esos derroteros la puntuación hubiera sido menor, pues es el deus ex machina que tanto se utiliza hoy en día. El título del tercero es el nombre de él y luego el de ella, y el último el de ella y el de él, en este orden. El vestido de novia aparece por primera vez en el tercer capítulo y cinco veces más en el último. Aunque esto quizá no tenga importancia lo comento porque poco más se puede decir sin desvelar la trama, y me llamó la atención el título.





“Está sentada en el suelo, con la espalda contra la pared y las piernas estiradas, jadeante.”



domingo, 25 de julio de 2021

Víctor Hugo: Nuestra Señora de París (***)

(667 pág.; Alianza)                 (25; julio de 2021)

Podría parafrasear a Hugo contando los años, meses y días que hace que leí el único libro que había leído de él, hasta este momento, pero me siento perezoso y diré que el mes que viene hará siete años (https://autobiografialectora.blogspot.com/2014/08/victor-hugo-los-miserables.html), por lo que ya era hora de volver a leer alguna otra historia debida a su pluma y esto ha sido posible gracias al regalo de Reyes que me hizo Joel: preciosa edición ilustrada. De un tiempo a esta parte, como tengo tantos libros de autores nuevos para leer, solo pido que me regalen libros de autores que tengo por repetir y mis deseos se ven cumplidos ampliamente, como puede ir viéndose.

Este libro, de la mitad de páginas que el miserable, es, también, muy sorprendente: hasta, más o menos, la mitad le ha servido a su autor para discrepar largamente de cómo va la arquitectura de su época en París y hacer la presentación de los personajes. Los secundarios de esta parte casi no volverán a aparecer en la segunda y los principales, arropados por otros secundarios, vivirán todas sus aventuras en la esta mitad. ¡Y qué aventuras! Quasimodo, la Esmeralda, el archidiácono y su hermano, Febo, el rey Luis XI al que le dedica uno de los capítulos más largos de esta parte y Pierre Gringoire, entre algún otro personaje, nos hacen pasar uno de los momentos más intensos de la literatura romántica con la historia que nos cuenta y la forma que tiene de hacerlo Hugo.

Me olvidaba de comentar algo que me ha sorprendido mucho y es el humor que destila, sobre todo en la primera parte, dejando ir comentarios al margen de lo que va contando pero, incluso, en un final devastador se permite esta broma: de un personaje nos dice que su vida también fue trágica: ¡se casó!





“Hace hoy trescientos cuarenta y ocho años, seis meses y diecinueve días que los parisinos se despertaron al ruido de todas las campanas repicando a todo repicar en el triple recinto de la Cité, de la Universidad y de la Ville.”



domingo, 18 de julio de 2021

Joan Girbau: L’home de la campana (**)

(370 pág.; Gregal)                  (24; julio de 2021)

El problema de los libros que solo están en papel es que tardo más en cogerlos, pues no los puedo llevar en el bolsillo, y leer uno fuera de casa y otro a la vez no me gusta mucho. Y es por esta razón que este libro que me regaló Anna hace más de un año no ha visto la luz hasta ahora.

Aunque no tengo presente el aspecto de Gauss el retrato de la portada me gusta mucho, pues creo que transmite una serenidad y confianza en sí mismo solo con la expresión del rostro. Pero, a pesar de que muchos libros se eligen por la portada, yo elegí este porque Gauss fue una figura muy importante en las matemáticas y me interesaba conocer más de su vida. Si no te mueve ese mismo interés ya puedes dejar de leer y, evidentemente, buscar otro libro.

El autor de este es un profesor de matemáticas que ha construido un mundo alrededor del de la campana que no tiene mucho atractivo, mejor sería decir que no tiene ninguno, y que da muy poca información de lo realizado por Gauss en todos los campos de las exactas, y eso que fueron muchos. Me repito mencionando tanto a McCullough, pero creo que es toda una maestra creando un envoltorio adecuado para su contenido y que este sea tan interesante y detallado para que no aburra ni al lector de la ficción ni al interesado en conocer más de una historia. Lo dicho, Girbau no consigue ni lo uno ni lo otro, pero tampoco quiero valorarlo en menos de recomendable ya que en la portada anuncia “biografía novelada”, por lo que, quizá yo esperaba más de algo que, el propio autor o editor, no intentan vender. La vida de Gauss bien vale un Girbau.





“Vejam!”



sábado, 17 de julio de 2021

Milena Busquets: También esto pasará (**/***)

(111 pág.; Anagrama)            (21; junio de 2021)

Sin querer me olvidé de comentar este libro cuando lo acabé. Esto me ha pasado alguna vez cuando he acabado dos muy seguidos y este, al ser tan corto, lo acabé demasiado rápido y me enfrasqué en el de McCullogh.

Yo no sabía quién era la autora, ni su madre, ni si era semi autobiográfico, por lo que lo leí como una narración que podía, o no, estar basada en hechos vividos, pero sin que eso le diera un significado especial. Lo que sí percibí fue que recreaba muy bien lo que podría haber sido, para la gente guapa, un pueblo como Cadaqués en los años setenta. Otro aspecto muy importante en la narración es el sentimiento que tiene la protagonista en relación a la muerte de su madre, que puede que aburra o canse a algún lector.

Me he sentido ligeramente identificado con sus sensaciones a este respecto. Y creo que, aunque he estado muy lejos de Cadaqués, de la gente guapa y de los setenta, lo refleja muy bien. Me ha gustado.





“Por alguna extraña razón, nunca pensé que llegaría a los cuarenta años.”



domingo, 4 de julio de 2021

Colleen McCullough: La canción de Troya (***)

(507 pág.; Planeta)                 (22; junio de 2021)

Segundo libro de esta autora que leo este semestre debido a su elección como Autora del Año que, una vez más, no me ha defraudado lo más mínimo, sino que aún diría que es mejor que los de la saga dedicada a César, aunque quizá sea por la elección de la forma de narrar la desventura de Troya.

La historia se va contando a través de las voces de cada uno de los participantes principales de dicha guerra, de tal manera que vamos sabiendo la opinión de ellos a la vez que va avanzando la narración. Al contrario que en la Ilíada, que narra el final, esta canción comienza diez años antes de su fin, por lo que sabemos su origen y, al novelar el tiempo entre los sucesos más importantes, les da un mayor énfasis.

La capacidad de McCullough para contar una historia de hechos bien conocidos fabulando lo que la Historia desconoce y, en cualquier caso, esta no contaría hace que sea mucho más atractiva que la narración de los meros detalles, por lo que su lectura se hace muy entretenida y el medio millar de páginas se lee como si fueran la mitad. De esta autora aún me quedan dos libros más en casa y, con un poco de suerte, los leeré este año y, seguro, volveré a disfrutar con su lectura.





“Nunca hubo una ciudad como Troya.”