domingo, 25 de junio de 2017

Jordi Galceran: El crèdit (***)

(68 pág.; La butxaca)                                     (32; junio de 2017)
Me voy a la playa con Anna e Iván y pienso que este librito hará que me dore, pero que no me queme. Habíamos visto la obra de teatro y nos reímos de principio a fin y, aunque leída no es lo mismo, no tiene desperdicio. He visto y leído muchas de las obras de este autor y creo que es magnífico.
Los señores que aparecen en la portada son el director de una oficina bancaria y un sujeto que va a solicitar un crédito. Este no tiene dónde agarrarse por lo que el crédito le es denegado, pero lo que sí que tiene es un pico de oro y lo usa de tal manera que termina enredando al director hasta llevarlo a una situación que lo deja fuera de juego y al espectador/lector desternillándose.




“DIRECTOR     A veure…”


sábado, 24 de junio de 2017

John Lanchester: Capital (**)

(597 pág.; Anagrama)                                               (31; junio de 2017)
Ya casi hace un par de semanas que acabé de leerlo, pero se juntan demasiadas cosas y no se llega a todo. Hace once libros leí uno de este autor y no lo pude acabar, por lo que se fue a la columna de “ya veremos cuándo leo otro suyo”, pero tenía anotado en “libros a leer” este del que estoy hablando y, dada la memoria que tengo, el día de Sant Jordi lo compré. Queda demostrado que no tengo memoria, pues el otro lo leí en abril.
Este libro es el resultado de juntar La hoguera de las vanidades con Zadie Smith y el oportunismo de ponerle el título que le ha puesto. Y eso no es bueno ni malo, sino solo una manera de resumir su contenido. En otras palabras, me ha gustado lo suficiente como para sacar al autor del ostracismo… aunque antes de él tengo más de doscientos autores por repetir, así que más vale que haya una segunda vida o no tendrá ocasión.
El libro describe la situación de una decena de habitantes de una calle de Londres que, originalmente era de clase media baja, pero que en la actualidad es de clase alta. Entre ellos se encuentra un ejecutivo de la City, su esposa e hijos; una viuda jubilada; unos árabes y sus respectivas familias que regentan la tienda de alimentación de la calle; un representante de un jugador de fútbol africano que acaba de descubrir y al que le cede la vivienda; y otras personas cuyas vidas se relacionan con los anteriores. Además, todos y cada uno de ellos, están recibiendo postales en las que se les dice que el que las envía quiere poseer lo que ellos ya tienen, lo que provoca una cierta curiosidad por saber a qué se refieren y, con el tiempo, una alarma.




“Al rayar el alba de un día de fines de verano, un hombre con sudadera de capucha avanzaba lenta y silenciosamente por una calle normal y corriente del sur de Londres.”

eBook: no


sábado, 10 de junio de 2017

Leo Malet: Ratas de Montsouris (**)

(211 pág.; Libros del Asteroide)                            (30; junio de 2017)
Marisol lo leyó y me dijo que no le había gustado mucho, pero en la estantería no quedaba ningún autor por estrenar, así que fui a por él. Debido al estilo del libro, novela negra, y a pesar de que ha habido dos por en medio, me traía a la mente el de Macdonald, pues en los dos casos el personaje principal es un detective privado, aunque en esta ocasión ni es tan cínico ni la historia implica de tal manera a todos los personajes que aparecen. El autor está considerado como el padre de la novela negra francesa.
El personaje de la portada es un detective privado al que un viejo conocido del stalag le hace una proposición totalmente legal en la que está en juego unos millones de francos, hecho que le parece muy improbable o que sea totalmente legal, pero decide seguirle el juego y se ve inmerso en una historia que sucede en el distrito catorce de París y que se inicia un par de decenas de años atrás, para más similitud con la novela norteamericana.





“Era una noche de esas calurosas noches de verano demasiado infrecuentes.”


domingo, 4 de junio de 2017

Mario Benedetti: El mejor de los pecados (**/***)

(93 pág.; Lumen)                                           (29; mayo de 2017)
Marisol me regala este bello libro por Sant Jordi. Es el segundo que me regala de Benedetti, autor que no sé si ella ha leído, pero que a mí me gusta… gracias a ella.
Componen este libro diez relatos que tratan de las relaciones entre los dos sexos vistos desde diferentes ámbitos. Salvo el primero, que tiene más de diez páginas, los otros no llegan a esa longitud incluyendo los dibujos que hacen referencia al texto.
Son textos variados: alguno simpático, otro sorprendente, y uno sadomasoquista, pero no como nos podemos imaginar esa palabra relacionada con alguna práctica sexual, sino como algo mucho peor, es decir, como el acto de aceptar algo que no nos conviene, pero que sabemos que a la otra parte tampoco. Vale la pena dedicarle poco más de una hora a leer el libro completo y descubrir la facilidad del autor en contarnos estas historias tan cortas y tan redondas.




“Al principio yo la saludaba desde mi vereda y ella me respondía con un ademán nervioso e instantáneo.”     Los novios


sábado, 3 de junio de 2017

Rabindranath Tagore: Gora (*/**)

(490 pág.; Círculo de Lectores)  (28; mayo de 2017)  (Premio Nobel 1913)
Entre una montaña de cintas vhs, vídeos dvd y libros que me encuentro en la calle escojo este, pues no había leído nada de él y no teníamos ninguno suyo en casa. ¡Ya es mala suerte, con la de libros que había para escoger y con los otros muchos buenos que habrá escrito Tagore, ir a elegir este! Y ahora diré por qué.
Imaginad por un momento Mujercitas en la India, con graves problemas a causa de las religiones, las castas y las conveniencias sociales de estar comprometidas a los doce años o no estarlo. Pues eso es Gora. Como novela es un pastiche que no respeta ni el transcurso del tiempo ni la distancia. Otra cuestión es si se lee como una exposición de las teorías que el autor tenía sobre la sociedad india, pero entonces le sobran trescientas páginas y casi todos los personajes. Tagore comenzó siendo poeta del movimiento Brahmo Samaj y luego se convirtió al hinduismo, y de eso va toda la novela. En esta novela le sucede como a otros escritores occidentales que son católicos/protestantes y cuando se convierten al protestantismo/catolicismo escriben obras que no deberían ser de narrativa.
Tagore y yo hemos tenido muy mala suerte en nuestro primer encuentro. Ya veremos si tengo tiempo para toparnos otra vez.




“Era la estación de lluvias en Calcuta; las nubes de la mañana se habían dispersado y el cielo rebosaba luz.”