sábado, 30 de abril de 2011

Herta Müller: Tot el que tinc, ho duc al damunt (**)

(262 pág.; Bromera)       (28, junio de 2010 en Noruega)      (Premio Nobel 2009)
            Anna me regala este libro por mi cumpleaños porque me regaló el anterior de la misma autora y sabe que me gustó. Como trata sobre la Segunda Guerra Mundial cuando lo acabo quiere leerlo ella, pero lo comienza y lo deja. Yo le había dicho que no le gustaría.
El libro cuenta la historia de un joven rumano de origen alemán que se prepara para cuando lo vengan a buscar los rusos. Tanto él, como su familia y vecinos lo saben, por lo que le van haciendo regalos que le puedan ser útiles en el campo de concentración. A partir de aquí, es la historia de los años que pasa prisionero, pero la narración viene a ser como de asunción de esa realidad, como si no hubiera podido haber otra posibilidad, lo que va dejando un poso de tristeza, de desesperanza en el lector. Creo que es la manera que tiene esta autora de transmitir el horror de los que han padecido la opresión, sea del signo que sea. Está basado en las experiencias vividas en el lager por un amigo de ella.
“Al passadís de fusta, just on hi ha el comptador del gas, l’àvia em va dir: “Sé que tornaràs”.”
(nov-10)



“O: todo lo mío lo llevo conmigo.”

eBook: sí.


martes, 26 de abril de 2011

Miguel de Cervantes: Novelas ejemplares (**/***)

(587 pág.; El País Clásicos Españoles)     (27, junio de 2010 en Noruega)
Después de leer el Quijote y como en sexto de bachillerato ya se mencionaba esta obra y, a pesar de mi mala memoria, la recordaba, tenía muchas ganas de leerla. No puedo decir que me defraudara, pero sí que hay relatos que, bien por trasnochados, bien porque ya parece que los has leído del propio Cervantes, en esta obra o en el Quijote, termina siendo un poco pesada. Me refiero, en concreto, a los relatos de enamoramientos.
No obstante, hay otros que te hacen ver porqué siguen siendo importantes estas “novelas ejemplares”. Por ejemplo: Rinconete y Cortadillo (¡qué maravilla!), El licenciado Vidriera o, por no citar más, El coloquio de los perros.
Sólo por estos tres relatos vale la pena leer todas las novelas por ver si se “descubre” otra tan interesante como estas.     (nov-10, después del cambio de la acentuación en los demostrativos).




“Parece que los gitanos y gitanas solamente nacieron en el mundo para ser ladrones: nacen de padres ladrones, críanse con ladrones, estudian para ladrones y, finalmente, salen con ser ladrones corrientes y molientes a todo ruedo; y la gana del hurtar y el hurtar son en ellos como accidentes inseparables, que no se quitan sino con la muerte.”
La Gitanilla


eBook: sí.                    http://www.4shared.com


lunes, 25 de abril de 2011

Amélie Nothomb: Ni de Eva ni de Adán (**)

            (173 pág.; Anagrama)                               (26, junio de 2010 en Noruega)
            Da la sensación de que esta novela sea autobiográfica, lo que espero que no sea así, pues a pesar de que explica el enamoramiento entre una occidental y un japonés, ya se va viendo, a medida que se avanza en la lectura, que hay un deje de tristeza, sinsabor o miedo a un futuro en común.
            No tiene la opresión de Cosmética del Enemigo, porque se desarrolla a lo largo de más tiempo y en espacios abiertos, pero sí que se percibe que los personajes no son totalmente libres de elegir.
            Como la autora estuvo viviendo en Japón y China hasta los diecisiete años transmite el estilo de vida oriental y, que los que no hemos estado allí, sólo llegamos a suponer.     (nov-10)




“Me pareció que enseñar francés sería el método más eficaz para aprender japonés.”

eBook: sí.        http://www.libroos.es/

domingo, 24 de abril de 2011

Curzio Malaparte: La piel (**)

            (422 pág.; El País Clásicos del siglo XX)                      (25, junio de 2010)
            Desde que conocí el seudónimo de este escritor cuando era adolescente, en realidad se llamaba Kurt Erich Suckert, tuve ganas de leer esta novela, pues el título me producía una sensación de desazón porque me hacía sospechar que lo que en ella se explicaba no parecía que fuera agradable y eso añadido al curioso apellido del autor (que lo eligió porque Bonaparte ya había sido escogido).
            La novela lo tiene a él mismo como narrador de la llegada de los norteamericanos a Sicilia durante la Segunda Guerra Mundial, pues fue adjunto al Alto Mando norteamericano, y la sensación premonitoria que me produjo el apellido del autor y el título de esta obra fue acertada, pues la lectura de cada capítulo tiene un momento desagradable cuando menos, si no terrorífico, como el que describe la comida en la que un soldado pierde su mano al estallarle una granada. Este libro fue incorporado el Indice de libros prohibidos de la Iglesia Católica (creado en 1559 y en vigor hasta 1966).
            Me parece negativo y reiterativa la insistencia en la inocencia norteamericana frente a la experiencia europea de destrucción (que supongo fue la vivencia que él tuvo al ser actor de ese tiempo), pero que creo que rompe un poco la dinámica de la narración por su aspecto filosófico.
A pesar de las consideraciones anteriores, me alegro mucho de haberlo leído, aunque haya sido cuarenta años después de saber de su existencia.      (oct.-10)




"Eran los días de la «peste» de Nápoles."

eBook: sí.


jueves, 21 de abril de 2011

Marina Lewycka: Dues rulots (**)

            (373 pág.; La Campana)                                               (24, junio de 2010)
            La novela describe las vicisitudes de unos inmigrantes ucranianos recogiendo fresas en Inglaterra, de cómo son tratados por los que los contratan (más que decir tratados, debería decir explotados y/o ultrajados) y de las dificultades entre los propios inmigrantes.
            Aunque el párrafo anterior da a entender una novela dura o agria no es así, aunque sí que su lectura hace que se piense en la vida de la gente que debe dejar su país para mejorar. Es interesante ver cómo hay personas que fácilmente se decantan por obtener dinero rápidamente y de forma poco escrupulosa, aun a costa de sus propios compatriotas emigrantes.
            Además, para mí, tiene una carga más emotiva por tratarse de gente de Ucrania.     (oct.-10)



martes, 19 de abril de 2011

Herta Müller: En tierras bajas (**)

            (191 pág.; Punto de lectura)   (23, mayo de 2010)    (Premio Nobel 2009)
            Cuando a finales de mayo tuvimos que empaquetar todas las cosas de casa porque tenían que hacer obras en los techos y, además, nos íbamos de vacaciones en veinte días, dejé de escribir estas notas referentes a los libros que leía. Luego fue la pereza de tener que pensar en lo que me había parecido la lectura, pero en octubre descubrí que estas líneas me permitían recordar de lo que trataba el libro, por lo que decidí volver a las andadas. Así que, aunque diferido en el tiempo aquí está lo que recuerdo de las lecturas que van de mayo a octubre.
            Este libro me lo regaló Anna porque la autora había ganado el premio Nobel el año anterior. El motivo por el cual le habían dado dicho premio me hizo pensar que sería mucho más crítica con la situación política que le había tocado vivir, pero no percibí que fuera en este libro.
            Lo que en este libro describe a mi me “recuerda” los años posteriores a la guerra civil española, es decir las décadas de los cuarenta y cincuenta: mucha pobreza, escasez y salir cada uno como pueda de la mejor manera posible. El capítulo dedicado al baño de la familia, con todo el asco que pueda producir, es hilarante. Ojo, que no hay que engañarse, es el único capítulo y eso si se puede resistir una descripción tan detallada de esa costumbre tan similar a la nuestra.      (oct.-10)



“En la estación, los parientes avanzaban junto al tren humeante.”


eBook: sí.                    http://www.libroos.es/



viernes, 15 de abril de 2011

William Shakespeare: Sonetos de amor (**/***)

            (355 pág.; 9’50 €; Anagrama; edición bilingüe)           (22, mayo de 2010)
            Aunque tengo claro que no soy muy receptivo a la poesía, quiero, de vez en cuando, leer algún libro de un autor que tenga suficiente nombre. No hay que añadir más acerca de porqué elegí este libro.
            No obstante, esperaba otra cosa. Es decir, he leído alguna obra de teatro de Shakespeare y las he visto en teatro y en cine, y siempre me han gustado mucho. Me deja perplejo como describe las pasiones humanas y va haciendo avanzar la historia ¡en verso! Pero en esta ocasión, aunque hay mucho verso, no hay historia y eso es lo que a mí no llega a hacerme vibrar como el teatro en verso.
            Si lo he terminado (lo hubiera dejado en la sesuda introducción del traductor, que supongo que ha realizado un trabajo encomiable, o bien cuando llevaba diez o veinte sonetos) ha sido porque me ha maravillado la capacidad de poder ligar al amor con cualquier concepto u objeto. Por poner algunos ejemplos escogidos abriendo el libro por cualquier página: relaciona el amor con los elementos climatológicos; en varias ocasiones con la economía y la contabilidad; con los trastes de un instrumento de cuerda; y, obviamente, con la belleza, las musas, la muerte, los celos, etc., etc.
            A pesar de todo, creo que hay que leer algún soneto de este libro y no dejarlo mientras se esté disfrutando de él. Sin duda, siempre habrá una ocasión para volver a abrirlo más adelante.




domingo, 10 de abril de 2011

Mariano J. de Larra: Vuelva usted mañana (***)

            (174 pág.; 7’- €; El País Clásicos Españoles)                (21, mayo de 2010)
            De lectura imprescindible, sin lugar a dudas.
            Se suicidó desencantado de su/la vida a los veintiocho años. Muchos de los artículos de este librito están escritos cuando tenía veintitrés años. Son de una clarividencia aplastante y sorprende enormemente la edad del autor. Los artículos del principio tienen un toque satírico o guasón muy divertido. A medida que se acercan al final dejan traslucir el hastío, el desencanto y la desesperación.
            Los que más me han gustado son: Carta a Andrés, Empeños y desempeños, En este país (¿cómo es posible que casi doscientos años después de escrito este artículo yo tuviera compañeros de trabajo que adolecieran de lo que se critica en él?), y La planta nueva o el faccioso.
            Los dos últimos del libro están escritos pocos meses antes del suicidio y también están muy bien, pero el tono, obviamente, es otro totalmente distinto.



“Hay en el lenguaje vulgar frases afortunadas que nacen en buena hora y que se derraman por toda una nación, así como se propagan hasta los términos de un estanque las ondas producidas por la caída de una piedra en medio del agua.”       En este país

eBook: sí.                                           gutenberg


sábado, 9 de abril de 2011

Henry James: Los periódicos (*)

            (142 pág., leídas 84; 8’- €; Alba Editorial)                   (20, mayo de 2010)
            ¡Cuantas horas de sueño robadas leyendo libros ya reseñados y cuánto sueño me ha causado éste! No me había encontrado con una prosa tan compleja de seguir como ésta, ni una historia tan simple, pero contada de forma tan enrevesada que a pesar de tener ganas de saber el desenlace tiré la toalla cuando llevaba leída más de la mitad.
            He leído reseñas sobre James y todas indican la dificultad de leerlo, incluso para los ingleses. Es uno de los escritores importantes que no recibieron el premio Nobel.
            En resumidas cuentas, para mentes poderosas.




“Durante un lapso de tiempo relativamente largo -la densa duración de un invierno londinense, animado (si es que puede usarse esta palabra) por fogonazos y fulgores eléctricos, por tétricas «incandescencias» eléctricas- se encontraron una y otra vez en una cervecería no muy exquisita, una fonda situada en los aledaños del Strand.”

eBook: sí.                                           mec (uruguay)


domingo, 3 de abril de 2011

A. Bioy Casares y Jorge L. Borges: Los mejores cuentos policiales I (**)

            (329 pág.; 4’90 €; Alianza)                                           (19, mayo de 2010)
            Este libro es una selección de cuentos policiales y aunque no sé si son los mejores (¡pero quién soy yo para llevar la contraria a los que hicieron la selección!), sí es cierto que hay cuentos muy buenos.
            La mayoría de las historias están planteadas como retos a los personajes, pero también al propio lector.
            A resaltar los relatos de Wilkie Collins, G.K. Chesterton, Agatha Christie y Harry Kemelman.



“Del inspector jefe Theakstone, del Departamento de Investigaciones, al sargento Bulmer, de la misma oficina.”

Cazador cazado (Wilkie Collins)


eBook: sí.                    http://www.4shared.com/


sábado, 2 de abril de 2011

Margaret Atwood: El asesino ciego (**)

            (627 pág.; 21’- €; Afluentes)                                         (18, abril de 2010)
            Después de que el Sr. Stevens de Ishiguro nos explicara su vida en la novela anterior, ahora le ha tocado el turno a la Sra. Chase. Esta octogenaria señora nos explica las vicisitudes de la saga de su familia que se hizo rica a finales del XIX gracias a una fábrica de botones en un pequeño pueblo de Canadá. Esto podría parecer inocuo, pero el matrimonio de conveniencia de la protagonista cuando tiene dieciocho años hace que su apacible vida deje de serlo a partir de ese momento.
            Al principio me fue difícil de seguir, pues está la historia de la protagonista jalonada de recortes de prensa anunciando eventos sociales que hacen avanzar la narración; la historia de una pareja que se encuentran subrepticiamente y que, a su vez, juegan a crear una historia de ciencia ficción llamada El asesino ciego.
            Las doscientas últimas páginas tienes ganas de leerlas de un tirón pues la historia se va desenmarañando y te das cuenta de todo lo que había debajo de esa vida acomodada: avaricia, amor y venganza.
            Este libro ganó el Premio Booker y la autora ha sido candidata al Premio Nobel.



 “Diez días después de terminar la guerra, mi hermana Laura se despeñó con el coche desde un puente en reparación: se llevó por delante la señal de peligro.”

eBook: sí.