domingo, 26 de julio de 2015

Julio Cortázar: Las armas secretas y otros relatos (**)

(93 pág.; El Periódico)                                               (46; julio de 2015)
Llevaba dos años sin leer a Cortázar y, a pesar de que sólo había leído dos libros suyos, ya tenía ganas de hincarle el ojo a otro, pues es uno de mis autores favoritos, así que cayó este que tenemos en la biblioteca y cuya versión digital pillé “por ahí”.
En la introducción se dice que son relatos que ya apuntan lo que será el Cortázar del futuro y de uno de los que no está en el libro nació el guión de Blow up, rarita película donde las haya al igual que ese relato.
A mí el que más me gustó fue el siguiente, El perseguidor, que es la historia de un excelente saxofonista que despacha su vida entre el alcohol y las drogas porque persigue lo inalcanzable. Es un relato quizá un poco largo, pero que describe, a través del narrador, las sensaciones que provocan en el oyente las improvisaciones del saxofonista cuando se encuentra a su gusto, así como los desvaríos cuando sus pies no tocan la tierra, porque prefiere evadirse de las limitaciones a las que se encuentra ligado o porque no puede estar fijo sobre ella.
No he disfrutado con este libro lo que disfruté con los otros dos. Mala suerte, pero de aquí a unos años volveré a leer otro y confío en que me guste más, por algo sigue siendo uno de mis autores favoritos.




“Muy bien hubiera podido llamarse libertad condicionada.”         Cartas de mamá

eBook: perfecto, y con dos relatos más: Los buenos servicios y Las babas del diablo.      epubgratis


sábado, 25 de julio de 2015

Anne McCaffrey: El planeta de los dinosaurios (**)

(228 pág.; Ultramar)                                     (45; julio de 2015)
Es el único libro que tenemos de esta autora, pero me toca leer uno de ciencia ficción y de esa estantería, así que es el elegido, resultando ser, según la portada, su obra más célebre y bien premiada.
Pero sus poco más de doscientas páginas se me hacen bastante largas y no es que esté mal, pero es un libro lento, su historia avanza lentamente y cuesta llegar al final. Es una pena, porque crea todo un mundo de seres, aparte de los dinosaurios, al que se le habría podido sacar más partido: unos hablan tan rápido que hay que grabarlos para poder saber qué dicen; otros son tan lentos hablando y accionando que pueden ser confundidos con piedras; los dinosaurios son como los que hubo en la Tierra, pero hay otros animales cosecha de la autora; la raza humana puede ser de dos tipos: los nacidos en planetas o los que han sido concebidos y criados en naves espaciales, creando ciertas diferencias, por ejemplo a nivel gravitacional; y por último, pero no menos interesantes, están los equipos pesados, que son hombres o mujeres con capacidades físicas muy superiores a las habituales en la raza humana.
Una historia correcta para pasar un rato… largo.




“Kai oyó el eco de los ligeros pasos de Varian en la vacía sección de pasajeros de la lanzadera en el momento en que desconectaba la unidad de comunicaciones y colocaba la cinta en su depósito de almacenamiento.”

eBook: perfecto.                                            epublibre


domingo, 19 de julio de 2015

Miguel Hernández: El rayo que no cesa (***)

(128 pág.; Austral)                                         (44; julio de 2015)
En 2011 dije que leería más libros de él y, aunque cuatro años son muchos, también lo son los autores que he ido leyendo y que están a la espera de segundas oportunidades, pues si no es tiempo lo que me ha de faltar, no será por ganas que no cumpla con tanto autor pendiente.
No sé si en la edición impresa también aparecen los poemas que publicó anteriormente en El gallo crisis, El silbo vulnerado, y El silbo de las ligaduras, y que sí aparecen en la edición digital que he leído. Esos poemas son los que configuran El rayo que no cesa, con pequeñas variaciones que Hernández hizo por el paso del tiempo y los cambios que la vida operó en él. Como, además, la edición está comentada, es un lujo que te indiquen qué cambios hubieron y los motivos por los que se hicieron.
No voy a decir que he entendido todos sus versos, en absoluto, sigo siendo de la misma materia de la que estaban hechos los tochos de la Academia, que por mucho que escucharan a Platón poco pudieron sacar de ello, pero, y esto es muy importante para mí, esos tochos no pueden decir que disfrutaron oyendo al filósofo y yo puedo asegurar que he vibrado aún más que con sus Poemas de hace cuatro años. Quiero poner un ejemplo de lo que yo no percibo:
                        Por tu pie, la blancura más bailable,
                        donde cesa en diez partes tu hermosura,
                        una paloma sube a tu cintura,
                        baja a la tierra un nardo interminable.
Yo leo esos cuatro versos y me gusta el sonido que mentalmente imagino o, incluso, que escucho, si mis labios los malrecitan. Pero no comprendo la paloma ni el nardo, pero ahí está la gracia del comentario que aclara que el nardo se refiere a la pierna. Y así, uno que no tiene imaginación como yo puede deleitarse con tantas y tantas bellas palabras que puestas en orden por Miguel Hernández crean estos maravillosos poemas.
En esta ocasión, al pie de la portada no hay un inicio sino un final y este no merece que mis palabras demoren su lectura.




“A las aladas almas de las rosas
del almendro de nata te requiero,
que tenemos que hablar de muchas cosas,
compañero del alma, compañero.”                                Elegía a Ramón Sijé

eBook: perfecto.                                            epublibre


sábado, 18 de julio de 2015

Andreu Martín: A navajazos (**)

(164 pág.; Júcar)                                            (43; julio de 2015)
Marisol ha leído muchos libros de este autor y yo aún no me había estrenado, así que cogí la primera novela, ordenadas por título, que resultó ser, también, la primera novela en la que aparece un policía novato que se hará experto a través de la pluma del autor, es decir, que lo recuperará en otras novelas.
Es una historia entretenida, que se lee a gusto y que resulta próxima a quienes vivimos en Barcelona porque es aquí donde transcurre la acción: se han cometido un par de asesinatos a unas ancianas que han aparecido con las bragas bajadas y un policía joven acaba de ser adscrito a homicidios. El caso de la próxima víctima le es adjudicado a él, pero hay una diferencia: esta tenía las bragas en su sitio y hay unas joyas desaparecidas de por medio, similares a la de la portada.
Interesante la nota al principio del propio Martín en la que nos explica la diferencia entre novela negra y policiaca. El libro está dedicado a Ed McBain del que tenemos muchas novelas en casa y, hasta ahora, no he conseguido un solo eBook gratuito.




“El Jefe apareció en la puerta del despacho.”

eBook: perfecto.                                            epublibre


domingo, 12 de julio de 2015

Eudora Welty: La hija del optimista (**)

(222 pág.; Impedimenta)                              (42; julio de 2015)
No me acuerdo donde leí que este libro era interesante y que la autora está considerada como una de las mejores escritoras del sur de Estados Unidos, al nivel de McCullers o Capote, así que cuando Anna me pidió una terna de libros para regalarme uno, entre ellos estaba este y fue el que me regaló.
Lo cogí con ganas, pues tanto la contraportada como el prólogo lo ponen muy bien y, la verdad, es que se lee de manera muy fácil, ya que su forma de escribir es llana, sin artificios que compliquen la historia: la hija del título vuelve a su casa natal con el cadáver de su padre, el optimista, y su segunda esposa, que es más joven que la protagonista y, aunque no hay ningún enfrentamiento ni salida de tono violentos, la relación entre ellas dos es tensa, pues son de mundos opuestos.
El libro describe las situaciones que se dan en los entierros de personas apreciadas por otras muchas, los comentarios, las opiniones de cada uno de lo que deparará el futuro de sus allegados, etc., y muestra lo que debía ser en el sur de Estados Unidos una situación tal como la descrita, pero quizá ese mismo provincianismo y, a mi gusto, la falta de una escena o un desenlace más fuerte entre la hija y su madrastra, hacen que la novela se lea bien, pero no llegue más allá.
Ya he dicho que está muy bien considerada su autora y, además, esta novela ganó el Pulitzer, por lo que no hay más que añadir: seguro que estoy equivocado en mis apreciaciones.




“Una enfermera les mantuvo la puerta abierta.”

eBook: con algunos errores y mal diseño de páginas.                      libroos


sábado, 11 de julio de 2015

Ray Bradbury: El hombre ilustrado (**/***)

(269 pág.; Minotauro-Edhasa)                      (41; junio de 2015)
Por el título uno puede pensar que es un hombre culto e instruido, pero de eso no dice nada la novela, sino que este hombre no es ilustrado, está ilustrado. Es decir, su cuerpo está lleno de tatuajes y, aquí entra la imaginación de Bradbury, esos tatuajes cobran vida y explican historias.
Estos relatos no defraudarán a los lectores de ciencia ficción y mucho menos a los que gustan de las historias de este autor, pues como siempre, son ingeniosos, interesantes y están bien escritos. Los hay tiernos (El hombre del cohete), inquietantes (La pradera) o con mensaje (El hombre).
Estos son los primeros que me han venido a la cabeza, pero hay unos veinte donde elegir según los gustos de cada uno, y no creo que nadie termine el libro sin haber pasado un buen rato.




“En una tarde calurosa de principios de setiembre me encontré por primera vez con el hombre ilustrado.”

eBook: perfecto.                                            epubgratis


domingo, 5 de julio de 2015

Edwin A. Abbot: Planilandia (***)

(126 pág.; El Barquero)                                 (40; junio de 2015)
Hace unos años me enteré de que este libro describía un mundo de dos dimensiones y me entraron ganas de leerlo; lo que no sabía era que había sido escrito en la época victoriana y que era una crítica a las rígidas clases sociales inglesas. Esto ya me dejó perplejo.
Y mientras lo iba leyendo mi perplejidad se convirtió en admiración por la imaginación del autor, no sólo por descubrirnos cómo sería un mundo plano, sino por todas las cuestiones sociales que plantea en su mundo y la resolución a las mismas. Al principio, como todo libro de matemáticas aunque no lo sea, plantea las bases sobre las que se van a construir las hipótesis, es decir, explica una serie de cuestiones sobre las que se van a desarrollar la historia y esto puede parecer un poco aburrido, pero merece la pena, porque luego se abre un mundo inexplorado para la mayoría de los lectores que les va a hacer ver nuestro mundo de “sólo” tres dimensiones de una manera mucho más especial.
Abbott era profesor de humanidades y teólogo y esta obra la escribió con el seudónimo Square, todo un juego de palabras a la altura de su obra.




“Llamo a nuestro mundo Planilandia, no porque nosotros le llamemos así, sino para que os resulte más clara su naturaleza a vosotros, mis queridos lectores, que tenéis el privilegio de vivir en el espacio.”

eBook: con algunas erratas.


sábado, 4 de julio de 2015

Robertson Davies: El mundo de los prodigios (***)

(470 pág.; Libros del Asteroide)                    (39; junio de 2015)
Como no he tardado tanto como de la primera novela a la segunda de esta trilogía, aún tenía presente algo de ella. Digo esto porque en mi comentario a Mantícora, que acabo de releer, daba por supuesto que no tendría ni idea, pero algo me ha quedado aún.
En este prodigioso mundo se hace hablar al protagonista que nace en el de la discordia, es decir, el mago cuenta toda su vida a unas personas con las que ha hecho una película, por lo que el formato de esta tercera parte es, principalmente, un monólogo. Podría pensarse que es aburrido, pero lo que le sucede al protagonista es tan inusual y cuenta historias tan poco habituales que se avanza gran parte de las casi quinientas páginas sólo deseando conocer más y más. Es la parte más larga y la que me ha parecido más interesante.
De aquí a unos años, por los muchos libros que esperan ser leídos, leeré la trilogía que leyó Marisol y que dio pie a que yo leyera esta. Seguro.




“—Pues naturalmente que fue un hombre encantador.”

eBook: perfecto.                                            ipadforos