(137 pág.; Alberto Corazón) (17; abril de 2012; en Huesca)
Aunque la
portada del libro es de 75 poemas, yo encontré en la web una edición digital de
100 y, por comodidad, elegí leer esta última.
Ya han pasado veinte libros y vuelvo a leer uno
de poesía, que no es lo mío, pero no quiero dejar de hacerlo por lo menos hasta
acabar con todos los que tiene Marisol; es decir, que tengo para más de una
década a este ritmo.
Para no
repetir lo que aparece en la Wikipedia sobre Cavafis diré lo que yo pienso y
que, a buen seguro, no es cierto: no sé si en griego rimaban sus poemas, pero
en castellano no lo hacen. La mayoría de ellos hablan de seres mitológicos,
históricos o desconocidos para mí. Son lecturas fáciles en sí mismas o porque
yo no deseo profundizar en lo que leo queriendo saber más allá de lo que la
simple palabra leída me indica. Quizá no sea esta postura la más correcta, pero
quiero que la lectura me entretenga y no hacer un ensayo de lo que leo (y no entiendo).
A medida que
iba leyendo estos poemas me acordaba del libro Historias de la palma de la mano de Kabawata (37; julio de 2011).
Como no tengo ningún conocimiento de literatura seguro que la pifio una vez
más, pero a mí me lo recordaba por ser historias cortas y sin un sentido claro
para el lector profano. Después de la portada, un ejemplo.
“ANA DALASENE
En la
bula áurea que dictó Alexis Comnenos para honrar en forma magnífica a su madre,
a la muy prudente señora Ana Dalasene -distinguida en sus obras, en sus
costumbres- hay elogios diversos: traigamos aquí de entre ellos una frase
hermosa, noble
"Jamás
esta fría palabra; lo mía o lo tuyo, dijo".”
eBook: teniendo en
cuenta que no se vende y que lo encontré “por ahí”, no está mal digitalizado este
libro, pero no hay separación suficiente entre un poema y otro, ¡pero que más
se puede pedir: yo quería 75 y encontré 100!
No hay comentarios:
Publicar un comentario