jueves, 1 de noviembre de 2012

Bernardo Atxaga: El hijo del acordeonista (**)


(482 pág.; Alfaguara)                                    (42; agosto de 2012)

Obaba es el pueblo vasco imaginario en el que transcurre la acción de esta novela. Abarca un periodo que va desde la guerra civil española hasta nuestros días repartidos en tres momentos diferentes y que se van desarrollando de forma paralela: la infancia de los protagonistas, cuando ya son adultos y el momento actual.

Salvo algún capítulo perteneciente a la época juvenil que resulta quizá demasiado bucólico para alguien al que le gusta tener los pies sobre el asfalto, la novela se lee con agrado y resultan altamente interesantes las historias vividas por algunos de los personajes. Además, para mi asombro pues no me lo esperaba, y es la primera novela que leo al respecto, se entra de lleno en el tema de ETA, aunque sin mencionarla en ningún momento.

Esto último nos toca muy de cerca, geográfica y temporalmente, pero no deja de ser un hecho real que aparece en una historia de ficción, tal y como pueden figurar otros similares en las de Némirovsky o en la de Oksanen… pero duele un poco más, como también duelen las escenas que narran la toma de postura de la población durante e inmediatamente después de nuestra guerra.




“Era el primer día de curso en la escuela de Obaba.”

eBook: comprado.



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