domingo, 18 de noviembre de 2012

Mario Benedetti: La tregua (**/***)


(75 + 180 pág,; Cátedra)                               (45; septiembre de 2012)

En la estantería se encuentran juntos Benavente, Benedetti, Bioy Casares y Blasco Ibáñez (¿por qué algunos autores precisan de un segundo apellido, a pesar de tener un primero tan particular como Bioy?) y tenía que elegir a uno de ellos. Me decanté por este al leer la contraportada.

Mientras intentaba encontrarlo en formato digital en dicho mundo, le pregunté a Marisol qué le había parecido. Me dijo que no lo recordaba y que se lo dejara hojear. Al cabo de un momento me dijo: ¡Pero si te lo regalé hace ocho años! Ni me acordaba de esto y, lo peor de todo, es que yo no lo había leído. Así que estoy doblemente contento de haber elegido este libro, pues no me gusta menospreciar un regalo y menos si es de esta calidad.

Además, resulta que el protagonista es un contable (es decir, como yo) que está a punto de jubilarse (o sea, como yo quisiera estar) y que Benedetti fue funcionario, por lo que no solo escribe bien porque era un buen escritor, sino que describe con detalle el trabajo y la forma de ser del narrador porque conocía ese mundillo.

Y ahora, para alegrar el día, una de esas frases que uno encuentra en un libro y que preferiría que no fueran verdad: “Lo más trágico no es ser mediocre pero inconsciente de esa mediocridad; lo más trágico es ser mediocre y saber que se es así y no conformarse con ese destino que, por otra parte (eso es lo peor) es de estricta justicia.”




“Sólo me faltan seis meses y veintiocho días para estar en condiciones de jubilarme.”


eBook: comprado, pero no tiene la introducción ni los pies de página que figuran en el libro y que aclaran muchas palabras y conceptos.



No hay comentarios:

Publicar un comentario