domingo, 9 de diciembre de 2012

Heinrich Böll: Opiniones de un payaso (**)


(239 pág.; Círculo de Lectores) (50; octubre de 2012) (Premio Nobel 1972)
            
Con este libro sí que acerté con el tono: no me parecía que fuera a ser muy divertido y así es. Quizá la presunción venga debida a Pagliacci, pero en cualquier caso fue acertada: el payaso cuando habla en serio, es muy serio.
            
Un joven payaso se hace daño en una pierna durante una actuación, casi a propósito, pues la vida se le ha torcido: su pareja le ha dejado, está bebiendo más de la cuenta y, lo peor de todo, se ríe de sus chistes durante sus actuaciones. Como no tiene dinero, el último marco lo ha tirado por la ventana, empieza a llamar por teléfono a quien le pueda prestar algo. Mientras tanto, va desgranado su pasado y la relación con la persona a la que va a llamar o querría llamar, pero que no llamará por todo lo que imagina que puede suceder.
            
Es casi un monólogo, pero que, a pesar de la tristeza que destila, se lee con agrado porque el protagonista, aunque está en las últimas, considera que es un buen profesional y que podrá salir de sus embrollos, lo que viene refrendado por sus interlocutores en la novela.




“Oscurecía ya cuando llegué a Bonn, y me forcé esta vez a no poner en marcha el piloto automático que en cinco años de viajar se ha formado en mi interior: bajar las escaleras del andén, subir las escaleras del andén, dejar maleta, sacar billete del bolsillo del abrigo, recoger maleta, entregar billete, al puesto de periódicos, comprar periódicos de la tarde, salir a la calle, llamar a un taxi.”

eBook: comprado.



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