domingo, 29 de noviembre de 2020

Savinien de Cyrano de Bergerac: El otro mundo o Los estados e imperios de la Luna (*/**)

(leídas 141 pág. de 272; Akal)                                 (60; noviembre de 2020)

Al título falta añadirle y Los estados e imperios del Sol, pero como no he llegado a despegar de la Luna y la línea ya sobrepasaba la pantalla he pensado que bastaba con esa parte para darlo a conocer. Y este último verbo es el culpable de que haya sido el libro que yo he recomendado este mes en el CLC. Hace unos años me enteré que Cyrano de Bergerac no solo fue un personaje, sino que también había sido una persona y, además, escritor, por lo que desde entonces tuve ganas de leer algo de lo que había escrito. Y este ha sido el resultado: solo he leído algo de lo escrito en este libro, o libros.

Tal y como indica la oración al pie de la portada, el narrador de la historia y unos amigos vuelven a su casa y se ponen a hablar de la Luna y de cómo viajar a ella. Una vez está solo descubre como viajar hasta ella (esto aparece en el Cyrano de Bergerac de Rostand) y una vez llega a ella se pone a divagar sobre filosofía. Cómo sale de la Luna y llega al Sol lo sabe Joel que se lo ha leído todo.

Aparte de la introducción, obra de Ramón Cotarelo, que es un verdadero disfrute porque te pone en antecedentes y no te destripa la historia, la parte interesante de la misma es la de la física, pues teniendo en cuenta que era un contemporáneo de Newton estaba lo suficientemente al corriente de los conocimientos de su momento que podía hablar de ellos lo que, para ser un literato, no deja de ser curioso. Mientras lo leía pensaba quién podría hoy en día escribir algo que pudiera plasmar la situación actual de la cuántica y que no fuera físico, claro.

El libro fue concebido como una crítica y sátira social y eso es lo que, sin conocer a fondo qué critica o satiriza, hace que sus comentarios puedan llegar a cansar al lector actual, tal y como, a mi parecer, le sucede también al Gulliver de Swift… pero no descarto leer sus Cartas de amor o su obra de teatro.




“La luna estaba llena, el cielo sereno y habían sonado las nueve de la noche cuando cuatro amigos míos y yo regresábamos de una casa cercana a París."



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