(672
pág.; Anagrama) (47;
julio de 2013)
Quien mucho abarca poco aprieta o la
erudición no es condición suficiente para escribir un buen libro. Mis
comentarios son totalmente opuestos a los de la contraportada, pero me baso en
los cientos de páginas innecesarias de este libro y las enrevesadas historias
que se cuentan en él.
A ver si soy capaz de explicar algo:
Lemprière es un joven muy corto de vista, pero muy instruido, al que su padre
lleva al oculista (interesante capítulo) para que le ponga unas gafas (pero
inconcebible final). Su padre muere y él se va a Londres donde conoce a un
joven que le invita a una fiesta (surrealista) y termina llevándole a un
psicólogo (más surrealista). Este le indica que debe escribir un diccionario si
quiere curarse de su mal (que no padece, pero él se lo cree).
Todo esto tiene que ver con un
documento que poseía su padre relativo a la Compañía de las Indias Orientales y
el sitio de La Rochelle; con unos piratas que llevan navegando cuarenta años
porque el hermano del actual juez inspector de Londres, que es ciego, los dejó
libres; con un sujeto que está instigando a la huelga general en Londres y los
herederos de los primeros accionistas de la mencionada Compañía; con las muertes
violentas de los ascendientes del protagonista y con mucha gente que vigila a
otra gente.
En resumidas cuentas un erudito galimatías que estuve a punto de dejar cuando me quedaban 200 páginas por leer y que leídas estas me arrepiento de no haberlo hecho.
En resumidas cuentas un erudito galimatías que estuve a punto de dejar cuando me quedaban 200 páginas por leer y que leídas estas me arrepiento de no haberlo hecho.
“Los vientos soplaban a gran altura
sobre Jersey, despejando el firmamento para tender por encima de la isla un
manto titilante de estrellas.”
eBooK: correcto. http://quieroepubs.skn1.com/