(120 pág.; Impedimenta) (41; junio de 2022)
No sé de dónde ha salido este libro que ninguno de
nosotros recuerda haber comprado pero que, en cambio, está en nuestra biblioteca.
La edición es preciosa, pues la foto de la portada, que es un forro, se
reproduce a tamaño doble en la portada y contraportada. El título es el de una
de las partes que incluye el libro, pues en él está la trilogía más famosa de
este autor.
Hara se desplazó a Hiroshima poco tiempo antes de que se
lanzara la bomba atómica sobre esa ciudad, y salvó la vida de casualidad, pues a
su alrededor la ciudad había sido asolada. Las cifras de muertos, desaparecidos
y huérfanos (el gobierno japonés estaba sacando a los menores de edad de
Hiroshima porque se estaba esperando un ataque aéreo por lo que muchos se
quedaron sin ninguno de los dos padres), más el incremento de los casos de
diversos cánceres son monstruosos.
El autor era un escritor sin mucho renombre, pero gracias
a estos relatos ha sido conocido en el mundo entero. Creo que la importancia de
este libro radica, más que en su prosa, en el hecho de haber sido contado en primera
persona. Al final del libro hay unas fotos de cómo quedó la ciudad.
“Cuando nos trasladamos al pueblo de Yahata, al principio yo
aún conservaba toda mi energía: cargaba a los heridos en el carro y los llevaba
al hospital, recogía por donde podía la comida que se estaba repartiendo para
poder subsistir y me mantenía en contacto con Jun’ichi en Hatsukaichi-cho.”
De las ruinas
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