domingo, 31 de julio de 2022

Stefan Zweig: Mendel el de los libros (**/***)

(64 pág.; Acantilado)              (45; julio de 2022)

He de indicar que la puntuación entre dos y tres estrellas es debida al número de páginas y no a la calidad del texto o a la historia, que se merecen el máximo de tres estrellas; pero dado que este es el autor del que leo un libro cada diez de otros, he preferido ajustar la nota por abajo, pues no muy tarde volveré a leer otro de sus inmejorables cuentos.

Este libro lo tenía recomendado desde hace tiempo y también lo hace Irene Vallejo (El infinito en un junco), así que lo escogí para el CLC, que cumplía dos años este mes, y parece ser que ha gustado.

El inicio de la historia es la parte que más me gusta del libro: el narrador entra en un bar en el que supone que no ha entrado nunca pero algo llama su atención y, entonces, empieza a recordar que cuando era estudiante había estado allí y que había una persona muy singular, Mendel, al que le había preguntado por bibliografía para un trabajo que tenía que hacer. En mis palabras es algo muy banal, y si lo he descrito es porque no desvelo nada y, en cambio, cualquiera que lo lea apreciará que mi resumen, que sí lo es, puede alcanzar, en la pluma de Zweig, altos vuelos y muchas páginas, haciendo que el lector recorra con el narrador los rincones del bar y quiera saber qué sucedió tantos años antes.





“De vuelta en Viena tras una visita a los barrios de la periferia, me vi inmerso de improviso en un chaparrón que, con húmedo látigo, perseguía a la gente obligándola a correr hasta los portales de las casas y otros refugios.”



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