viernes, 8 de julio de 2022

Pierre Grimal: Memorias de Agripina (**)

(335 pág.; El País)                   (40; junio de 2022)

Alargada es la sombra de Graves y enorme la de esta época de la historia de Roma, pues cojas el personaje histórico que cojas vale la pena saber de su vida, ya que los entresijos del poder son de por sí tan interesantes y poderosos que pueden sacar los colores a los guionistas cinematográficos actuales.

Parece ser que la madre de Nerón y última esposa de Claudio escribió unas memorias, que no han llegado hasta nuestros días, pero que se conoce su existencia a través de las obras de otros escritores romanos, y Grimal, reconocido latinista francés, las recrea en esta novela. A mi gusto, la diferencia con Graves o McCullough, es que este personaje y la narración no son del mismo nivel, pero lo salva el entorno y por eso he comenzado por él en el primer párrafo.

Como ya he anticipado, Agripina fue madre y esposa de emperadores de Roma, además de bisnieta (Augusto) y hermana (Calígula) de otros dos, y en esta novela se nos cuenta su vida y el empeño que puso en que su hijo llegara a emperador, fuera como fuera.

Grimal la presenta como si fuera otra Livia, coincide con ella en ser madre de un emperador que no estaba previsto que lo llegara a ser, pero me cuesta creer que fuera así, salvo para darle emoción a la historia que cuenta.





“Comienzo a escribir lo que ha de ser mi historia y la de mi familia esta noche, al final del tercer día de los Juegos Palatinos, y mis ojos están llenos de horror.”



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