(350
pág.; Salamandra) (12;
mayo de 2020)
Este es el segundo libro que leo de este autor, el cual
está considerado uno de los mejores escritores actuales de novela negra y, el
libro en cuestión no desmerece dicha opinión, pues tanto la época como el tono
de la narración nos remontan a los grandes autores de este género.
El
protagonista había sido un gánster más, pero un buen día decidió dejar la
acción y dedicarse a aconsejar a los jefes de distintos sectores o negocios de
la mafia haciendo negocios con todos ellos y obteniendo buenos rendimientos,
por lo que está muy bien considerado en su mundo y, además, tiene cubiertas las
espaldas porque siempre habrá más de uno que le interese que esté vivo antes
que muerto. Una mujer sentenciada por asesinato le pide ayuda porque teme por
su vida en la cárcel y, a cambio de ella, le informa que él será asesinado en
una semana. Aunque no parece creíble tiene que despejar la duda pues le va la
vida en ello. La tensión no decae a lo largo de esta novela plagada de
personajes cuyos intereses, en más de una ocasión, se enfrentan a los de otros.
“Antes de que su guerra pequeña los separase, se juntaron
para recaudar fondos para la guerra grande.”
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