(400
pág.; Anagrama) (24;
junio de 2020)
El hecho de que Marisol compre libros al por mayor y yo
los haya añadido a los de papel de la biblioteca hace que me encuentre con ejemplares
que no conozco, además de autores y pequeñas joyas como la presente. La suerte
está en elegirlos entre, todavía, tanta oferta que me ofrece nuestra biblioteca
(eufemismo, pues yo solo soy el bibliotecario de los libros de Marisol).
La familia a la que se refiera el título, y que me ha
traído de cabeza toda la novela debido a que hay tres o cuatro generaciones
comenzando por los abuelos de uno y otro lado, provienen de Rusia y Alemania y,
algunos de sus miembros se vieron obligados a emigrar debido a las vicisitudes
del tormentoso inicio del siglo XX. Está escrita dando saltos, para mí
verdaderos tumbos, en el tiempo, yendo de atrás para adelante y viceversa y
explicando las circunstancias vividas por los personajes de ese momento.
Aunque por el párrafo anterior pueda parecer que su
lectura es complicada, el problema es mío por la falta de memoria, pero, no
obstante, las historias que va contando son tan interesantes que aunque no se
pueda seguir totalmente, es un placer leerlas porque los personajes son
verdaderamente singulares, a la par que el momento en el que transcurren. Vale
la pena zambullirse en el maremágnum de esta familia.
“Dos días había estado tirado como un muerto en el sofá de
piel de búfalo.”
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