domingo, 28 de agosto de 2016

Randall Collins: El caso del anillo de los filósofos (*)

(180 pág.; Valdemar)                          (59; agosto de 2016; yendo a Atenas)
Hace muchos años leí un libro de Conan Doyle y no me gustó, así que cuando tuve que elegir un libro de la estantería en el que estaba este pensé que, aunque no era del mismo autor, el personaje merecía una segunda oportunidad… y a este paso última.
Sherlock Holmes es un detective que extrae conclusiones únicas de donde podría concluirse una docena de posibilidades y así avanza en sus investigaciones (y en este libro con un Watson que más que doctor parece iletrado).
Hablar de la historia de que trata es perder el tiempo pues me ha parecido un sinsentido, aunque desconozco si los caracteres de los filósofos o matemáticos que aparecen en ella eran como se los describe y, en ese caso, tendría un valor que yo no he sabido apreciar. Aunque esto no me va a quitar el sueño.




“Las aptitudes intelectuales de Sherlock Holmes, sumamente perspicaces, estaban muy en armonía con las cuestiones que son útiles a la hora de detectar el crimen.”


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