(360 pág.; eBook) (56;
julio de 2016)
Esta es la única novela que escribió Larra y está basada
en hechos históricos. Está escrita con el castellano que se debía usar en la
Edad Media (por ejemplo, con los pronombres añadidos al verbo), pero
inteligible actualmente. Claro que hay algunas palabras que no aparecen ni en
el diccionario, pero a mí no me molesta esta forma arcaica.
El doncel, que no es más que un caballero a las órdenes
del rey, es valedor de la honra de la protagonista que asegura que su señora ha
sido asesinada por el esposo de esta, ya que este quiere convertirse en
comendador, para lo que no ha de estar casado.
La novela es una novela romántica (hay amores que hasta
llegan a matar), de aventuras de caballeros (cuando esto significaba que debían
atender a mujeres que no se podían defender y a inválidos), de duelos y lances,
de nobles y menos nobles, de reyes enfermizos y criados que son leales a sus
amos; en resumen, no falta de nada en esta historia que nos lleva de la pluma
de su autor a un tiempo tan lejano de nuestra propia historia.
“Antes de enseñar el primer cabo de nuestra narración
fidedigna, no nos parece inútil advertir a aquellas personas en demasía
bondadosas que nos quieran prestar su atención, que si han de seguirnos en el
laberinto de sucesos que vamos a enlazar unos con otros en obsequio de su
solaz, han menester trasladarse con nosotros a épocas distantes y a siglos
remotos, para vivir, digámoslo así, …”
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