(401 pág.;
Alfaguara) (58;
noviembre de 2011)
Truculenta.
Esta es la primera palabra que me vino a la mente cuando acabé de leer esta novela.
La historia, totalmente relatada por la protagonista, contiene la sucesión de
lo que le acontece a ella más un sinfín de supuestos creados por su
imaginación, incluyendo conversaciones que habrían podido ocurrir si lo que
ella supone hubiera sucedido, lo que hace que haya capítulos totalmente
imaginarios.
Unas líneas
para resumir el libro: una joven ve desayunar a un matrimonio todos los días y
tiempo después el marido muere a manos de un vagabundo. Ella conoce casualmente
a uno de los mejores amigos del marido e inicia una relación sentimental con
él, lo que da pie a que descubra hechos relativos al trágico suceso.
En julio de
2010 leí Corazón tan blanco (número 31) y me cautivó. No me ha sucedido lo
mismo con esta última obra. No obstante, como tenemos muchos libros suyos en
casa porque es uno de los escritores predilectos de Marisol, tendré más
oportunidades de deleitarme con sus historias.
“La última vez que vi a Miguel Desvern o Deverne fue también
la última que lo vio su mujer, Luisa, lo cual no dejó de ser extraño y quizá
injusto, ya que ella era eso, su mujer, y yo era en cambio una desconocida y
jamás había cruzado con él una palabra.”
eBook: sí. http://epubgratis.me/
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