domingo, 25 de septiembre de 2011

John Banville: Los infinitos (*)

(290 pág.; Anagrama)                       (19; mayo de 2011)

No me ha gustado. Lo cogí con ganas, pues me lo regaló Marisol el pasado año (con las nuevas adquisiciones voy tan atrasado como con los clásicos) y había leído El Lémur (que está escrito bajo su seudónimo) y tenía ganas de ver si este me quitaba el recuerdo del final flojo. Pero lo que ha resultado es que toda la novela me ha parecido insulsa, sin mayor interés que el saber que tiene pocas páginas y que con un poco de suerte lo acababa de una sentada (un fin de semana y dos noches).

La novela trata de una familia en la que el padre, ya mayor, está en coma. El narrador es Hermes; sí, el hijo de Zeus; pues en esta obra se mezclan los dioses con sus criaturas, sin que estas lo sepan. Pero esto que podría ser divertido, ameno o ingenioso, a mí no me lo ha parecido en absoluto. Esta opinión es contraria a Martin Amis y Don DeLillo, entre otros, pero es la opinión que me ha provocado la lectura de este libro anodino y sin mayor gracia.




“Entre las cosas que creamos para que les sirvieran de consuelo, el amanecer da buen resultado.”

eBook: sí.                                 epublibre


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