(281 pág.;
Bruguera) (51;
octubre de 2011)
Sin duda
alguna un excelente libro. Se puede (o debe) leer aunque a uno no le guste la
ciencia ficción, pues es de la buena. Es decir, de aquella en la que un poco de
ficción hace que la ciencia sea creíble y, además, no es lo único ni lo más
importante en la historia: lo importante son las repercusiones de las
decisiones que se toman, las relaciones entre los personajes y los conflictos o
situaciones a los que se tienen que
enfrentar.
Esta novela,
escrita en 1976 por uno de los grandes autores de la especialidad, narra la necesidad que tiene la especie humana de
colonizar Marte dado que existe la posibilidad de una guerra nuclear en la
Tierra que, llegado el caso, podría hacerla inhabitable. Y para ello
transforman a un astronauta en un ciborg: un organismo cibernético. Es decir,
dotan a sus órganos de tecnología a fin de optimizarlos o de añadirle
facultades que de otra forma no podría poseer.
Escrita con
un lenguaje llano que te hace creer que “entiendes” las transformaciones a las
que están sometiendo el cuerpo humano y, a la vez, transmite los sentimientos
que alberga ese hombre ante la magnificencia de sus cambios.
“Ante todo, es necesario que les hablemos de Roger Torraway.”
eBook: sí.