(1.002 pág.; Alba) (45;
agosto de 2011; Huesca)
Sin duda una
obra monumental y de lectura obligatoria. Tolstoi nos ofrece un fresco de la
Rusia imperial de finales del XIX con poco más de una docena de personajes y
con ellos todas las dudas, amores, celos, arrepentimientos y odios que el ser
humano va sintiendo, y haciendo sentir, a lo largo de su existencia. Además,
demuestra ser un hombre muy informado del momento que le tocó vivir, tanto en
arte como en avances sociales.
Es el primer
libro que leo de él y me ha sorprendido el llano lenguaje que utiliza. A veces
parece que un autor consagrado y enorme como Tolstoi tiene que ser difícil de
leer, que su forma de escribir ha de ser rebuscada o para eruditos. Este libro
es un buen ejemplo de que no siempre es así.
Creo que no
vale la pena explicar el argumento, porque todo el mundo ha oído hablar de esta
obra, pero me gustaría resaltar el personaje del hermano de Anna, Stepán
Arkádevich, que es el único de la novela que se salva de tener dudas: él tiene
claro que la vida es para vivirla lo mejor posible y aunque está casado, tiene
varios hijos y va justo de dinero, no por ello deja de ir al club o al teatro.
No obstante, le importan los sufrimientos ajenos y se implica intentando
evitarlos.
Dos apuntes
finales: el libro está dividido en ocho partes y el primer editor no quiso
imprimir la última. Tolstoi pagó de su bolsillo la inclusión de esta última
parte y así es esta edición. ¡Lástima, tenía razón el editor! El final de la
séptima es tan brillante como el inicio de la novela y la octava parte no añade
nada al desarrollo de las siete primeras y, en cambio, es un capítulo dedicado
a explicar las ideas religiosas del propio Tolstoi. La religión debería estar
al margen de la literatura y los escritores que “encuentran” la suya deberían
escribir ensayos.
El apunte
final es para desaconsejar la edición de la editorial Austral, pues no pone
quién o quiénes son los traductores, pero sí traduce los nombres propios rusos y
eso hace daño a la vista.
“Todas las familias felices se parecen; las desdichadas lo
son cada una a su modo.”
eBook: sí.
eBook: sí.
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