jueves, 29 de diciembre de 2011

Umberto Eco: El cementerio de Praga (**)


(587+33 pág.; Lumen)                       (49; septiembre de 2011)

Dice Eco, en el anexo que viene de regalo con esta edición, que en Nueva York un taxista pakistaní le preguntó de dónde era y al responderle que era de Italia, y dado que no sabía situarla, le hizo otra pregunta: “¿Qué enemigos tienen Vds.?”.

Quizá no sea esta la semilla que le condujo a escribir esta novela, pero toda ella trata de la “construcción”, a través de falsos documentos, de un enemigo al cual poder dirigir el odio popular y las razones por las que se adoptan desde el poder decisiones que, de otra manera, no serían bien vistas. O bien, se desvía la mirada de donde no interesa.

Esta novela de Eco tiene su dosis de misterio, como la mayoría de las que ha escrito y, como en todas las otras, muestra su enorme erudición. En este caso tomando de la vida real todos los personajes que aparecen en su novela, menos los dos protagonistas.




“El viandante que esa gris mañana de marzo de 1897 hubiera cruzado, a sabiendas de lo que hacía, la place Maubert, o la Maub, como la llamaban los maleantes (antaño en la Edad Media, centro de la vida universitaria, cuando acogía la algarabía de estudiantes que frecuentaban la Facultad de las Artes en el Vicus Stramineus o rue de Fouarre y, más tarde, emplazamiento de la ejecución capital …”

eBook: sí.



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