(445 pág.; Seix Barral) (53; agosto de 2022, en Lekeitio)
En Reyes de este año Anna y Joel me regalaron este libro
que, por el título, me pareció que sería una novela de ficción, pero nada más
lejos de la realidad, pues es un libro de divulgación que trata de los viajes
que hizo la autora para localizar pianos que se sabía que habían estado en
Siberia y que habían podido pertenecer a personas muy conocidas e importantes o
bien a gente anónima.
Si fuera solo eso de lo que tratara
el libro podría haber estado bien, pero quizá habría interesado a mucha menos
gente de la que puede llegar a interesar sabiendo que la búsqueda de los pianos
no es, ni de lejos, a lo que se le dedica más líneas. Por ejemplo, pues es
seguro que me dejaré algún tema que se trata en el libro: obviamente, a describir
el viaje por Siberia y las poblaciones a las que la autora llega; la historia
de esas poblaciones de los dos últimos siglos hasta aquí, es decir, desde el
siglo XIX en adelante; las personas que conoce en esas poblaciones, los famosos
de las mismas o personajes importantes que las visitaron en esos dos siglos; y
también, pues no quisiera dejármelo, la historia general de Rusia y del mundo
que pueda afectar a Siberia en ese periodo.
Claro que lo que he descrito tampoco
abarca todo lo que la autora nos va relatando, pues también describe cómo se
viajaba y las dificultades de los diferentes momentos históricos de Rusia (época
zarista, guerras mundiales y civil, época bolchevique, desintegración de la
U.R.S.S.) y un sinfín más de detalles relativos a la música, los pianos o los gulag,
por ejemplo.
Y si alguien sabe inglés y quiere
documentarse en relación a cualquiera de los temas mencionados hay más de cuatrocientas
referencias bibliográficas a pie de página. Inabarcable, como la propia Siberia,
que uno desearía conocer nada más acabar de leer este libro.
“Viajamos en tren hacia
el este desde Moscú, y el traqueteo del hierro en las vías marca el ritmo de
aproximación a los montes Urales.”
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