(224 pág.; Clásicos
Castalia) (48; julio de 2022)
Me encontré este libro y, a pesar de que había leído Marinero
en tierra y no me había gustado (https://autobiografialectora.blogspot.com/2011/08/rafael-alberti-marinero-en-tierra.html), me lo quedé, lo que implicaba que acabaría leyéndolo y no me arrepiento, por
dos razones.
La primera, porque la introducción de Marrast a las tres obras
de este volumen me ha parecido muy buena y completa y, la segunda y más
importante, porque los dos libros que no había leído de él me han gustado más,
aunque siga sin ser un poeta de mi gusto. No me he atrevido a repetir Marinero
y, curiosamente, me he encontrado con el poema que puse de ejemplo de que no lo
entendía, pues lo cambió de libro.
Tengo en casa A la pintura, que fue a lo que se
dedicó Alberti al principio y, a lo mejor, lo termino leyendo, ya veremos.
“Mis ojos, mis dos amores Los
céfiros giradores
se me han caído de la fuente. arrancarán de mi frente
Ya para mí estará ausente la
pajarita inocente,
la estrella de los albores. sin queja, de mis
clamores.
Sin ojos, ya mudo, frío, ¿Cuál
será el ave ligera,
¿quién se sentará a la vera sin
rumbo, carabinera,
de mi corazón baldío? que quebrante
el sueño mío?
Día de nubes (El
alba del alhelí)
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