domingo, 10 de noviembre de 2019

Francis Crick: Qué loco propósito (**)


(209 pág.;Tusquets)  (55;octubre de 2019;Premio Nobel de Medicina 1962)
Ininteligible. Yo sé que mis conocimientos en química, biología, e incluso física, no son elevados, pero ello no me ha impedido leer algún que otro libro de divulgación y, si no llegar a comprenderlo del todo, sí extraer alguna idea. Es más, la mayoría son entretenidos, por la cuenta que les trae, sobre todo. Este no. Hasta que no llegué a los apéndices apenas si pude entresacar algo más allá de la diferencia entre una espiral y una hélice; que si vas a mirar, no es mucho en casi doscientas páginas.
Nadie esperará que, después del párrafo anterior, haga un sucinto resumen del contenido del libro, el cual, por otra parte, ya será conocido por todo aquél que sepa algo de la estructura del ADN (una doble hélice, no una espiral, claro). En la contraportada se indica que este libro, que fue escrito veinte años después del de Watson, el otro descubridor de dicha estructura, tuvo una enorme repercusión y fue un gran éxito. Me deja atónito, y me alegro por Crick, pero ya me gustaría a mí saber cuánta gente “de a pie” lo leyó completo y cuánta lo entendió. ¡Qué loco propósito!






“El objetivo principal de este libro es dar a conocer algunas de mis vivencias anteriores y simultáneas al período clásico de la biología molecular, que abarca desde el descubrimiento de la doble hélice del DNA en 1953, hasta 1966, en que el código genético —el diccionario que traduce el lenguaje de los ácidos nucleicos al lenguaje de las proteínas— fue finalmente elucidado.”




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