(leídas
28 de 382 pág.; Urano) (21;
mayo de 2019)
Por
Navidad Ana, que no Anna, me regaló este libro. Toda una amabilidad que no me
esperaba. Aunque el tema no es de mi cuerda hace unos días me propuse leerlo y
ver hasta dónde llegaba. Ahora dejaré hablar al libro:
- impreso en la portada: “6º edición”; página 6:
“1ª edición” – publicidad engañosa
· - solapa contraportada: “Joe Dispenza… tras
lesionarse varias vértebras, volvió a caminar… sin someterse a cirugía.”;
página 6: “El autor… solo pretende… ayudar en la búsqueda del bienestar
emocional y espiritual.” - ¿a qué viene
lo de las vértebras?
· - el prólogo es un panegírico y entre sus perlas,
la página 14: “… neuroplasticidad autodirigida… Entrégate con entusiasmo al
proceso y despréndete de los pensamientos, los sentimientos y los puntos de
referencia biológicos que te han estado limitando, ya que no tienes nada que
perder.” – salvo tu tiempo
- página 18: “… cada día me centraría en esa
inteligencia que habitaba en mí y le encomendaría un plan, una plantilla, una
visión con órdenes muy concretas, y luego dejaría que esa mente superior dotada
de poderes ilimitados se encargara de mi curación,…” - ¿poderes ilimitados?
- página 21: “Nueve semanas y media después del
accidente…” – un toque “sonrisa vertical”
· - página 227: “… la materia física no existe o se
manifiesta hasta que es observada,… cuando dejamos de prestarle atención de
desvanece y vuelve al lugar de donde vino.” - ¿ah, sí? ¿de dónde?
· - en la misma página, capítulo “La mente cuántica”:
“La materia se está constantemente transformando y pasando de manifestarse en
materia a desaparecer en energía (de hecho unas 7,8 veces por segundo).” - ¿desaparecer?; 7,8 veces ¿qué físico lo ha
demostrado, o lo ha comprobado él?
· - y, por último, porque esto es una tomadura de
pelo, en la inefable página: “Es decir, si te imaginas una situación futura que
desees vivir en tu vida, esta realidad ya existe como una posibilidad en algún
lugar del campo cuántico –más allá del tiempo y del espacio– esperando a que la
observes.” – le creería si pudiera ver su
accidente y la mencionada recuperación cuántica. Antes de esta teoría los tipos
como Despenza vendían crecepelos en el oeste.
“Yo nunca busqué hacer la
labor a la que me dedico como conferenciante, autor e investigador, fue ella la
que me encontró a mí.”
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