(410
pág.; Berenice) (20;
mayo de 2019)
Eva me regaló este libro en Navidad
y, como aún no está gratilizado, lo
he leído a mano. No sé si ella ha leído algo de este autor o se ha basado en
que la historia va de cine, pero el resultado de su lectura ha sido muy
placentero. Hay multitud de referencias cinematográficas de todo el mundo y
también del teatro en España. Para los que nos gustan ambas artes es divertido encontrarse
referencias que van desde los años cincuenta hasta nuestros días.
Hay tres historias entremezcladas y la
de los espías de Dinamarca se me ha hecho confusa y, quizá, podría haberse
tratado de otra forma; no obstante, la historia principal es interesante,
entretenida y el capítulo del rodaje de una película en el teatro es divertido
y entrañable, tanto en relación a los que trabajan en el cine como a los del teatro:
es el capítulo nueve de la segunda parte y vale la pena leerlo aunque no se
haya leído nada más.
La familia del protagonista ha sido
coleccionista de películas o retazos de ellas que no circulan habitualmente. Su
interés por el cine ha sido tanto que la filmoteca de Cádiz fue regida por su
padre y ahora la dirige él. Pero la crisis va a hacer que tenga que tomar una
decisión crítica: la única manera de conseguir fondos para que siga
subsistiendo será vendiendo una rara película de un director danés. Pero hay
más gente que la persigue y mezquinas intenciones. En un festival de cine
noruego se encontrarán todos los interesados y solo uno podrá llevarse la
cinta. (No he estado nunca en Cádiz, pero sí en la ciudad noruega del festival
y la iglesia que aparece en el libro es tan bella como se describe).
“Gorm Thorning ofreció
café a su invitado.”
No hay comentarios:
Publicar un comentario