(268 pág.; Salamandra) (6; febrero de
2019)
Con el inicio de año tan especial que llevo y después del
libro anterior no era fácil que acabara el siguiente. Y no lo ha sido, porque
este incidente curioso, aunque no
está mal escrito deja de tener interés cuando llevas medio centenar de hojas
leído, pues la historia más que curiosa es singular y, como tal, puede no
interesar a todo el mundo. Como fue mi caso, aunque me esforcé para acabarlo.
El protagonista es un joven con síndrome de Asperger, por
lo que no se relaciona bien con las personas pues no le gusta que le toquen los
extraños. Vive con su padre porque su madre falleció y algunas madrugadas se
despierta y sale a pasear por su barrio. En una de ellas encuentra al perro de
la vecina atravesado por una horca y decide investigar quién lo ha matado. Para
ello empieza a preguntar por el barrio y resulta que, aunque no encuentra
motivación para tamaña atrocidad, se entera de hechos relativos a su familia
que desconocía.
“Pasaban 7 minutos de la
medianoche.”
No hay comentarios:
Publicar un comentario