(574 pág.; Penguin Random) (8; febrero de 2019)
Conozco a este autor de oídas: cuando voy a correr
escucho el podcast Todopoderosos en
el que él participa muy activamente, pues sus conocimientos son sorprendentes
y, para mí, inabarcables. Sean del tema que sean. Este programa sobre cine me
lo aconsejó Lorenzo hace un par de años y ya he escuchado todos los emitidos.
La única pega que le encuentro a este señor es que necesita hacer saber que
posee esos conocimientos y, en muchas ocasiones, suena repipi. Nobody is perfect.
Lorenzo me regaló este libro y, a pesar de que a Marisol
no le gustó otro de este autor, yo lo leo y compruebo cómo escribe y cómo son
las historias del autor español más vendido. Este, en concreto, yo lo
recomendaría, aunque advertiría que los personajes pueden sernos conocidos de
otras lecturas. Y, también, explicaría que Gómez-Jurado no puede dejar de ser
fiel a sí mismo y deja caer alguna que otra píldora en boca de su protagonista
que, personalmente, creo que no le encaja.
El protagonista y su socio tienen una empresa de programación
que están a punto de perfeccionar un algoritmo para el reconocimiento de
imágenes, pero precisan una inyección de capital para poder seguir adelante. El
informático no tiene relaciones sentimentales, solo vive para el programa, pero
un buen día decide darse de alta en una web de relaciones y traba conocimiento
con una ucraniana que le pregunta dónde vive. Eso le desconcierta y consigue
encontrarse con ella en el Caribe. A partir de ese momento, el programa y la
consecución del capital pasarán a un segundo término.
La historia
de la ucraniana está contada a base de analepsis y rompen el ritmo de la
historia del programador, que es bastante más tranquila que la de ella. Y es
este personaje el que nos trae recuerdos de otras mujeres de sus
características, que no revelo porque no fue intención del autor hacerlo en las
primeras páginas. Si lo lees pasarás unas horas entretenidas, que tampoco viene
mal.
“La niña no sintió dolor
cuando el clavo le rasgó la cara, debajo del ojo izquierdo.”
No hay comentarios:
Publicar un comentario