sábado, 27 de enero de 2018

David Vann: Sukkwan Island (**/***)

(210 pág.; Alfabia)                             (3; enero de 2018)
Marisol se compró esta novela al poco de salir a la venta y me apetecía leerla, pero me dijo que no le había gustado. Como ya no quedan muchos autores por leer en esa balda al final me decido a leerla, pues me seguía tentando. Le comenté que la estaba leyendo y entonces me aclaró que le había puesto nerviosa su lectura, no tanto que no le hubiera gustado. Y no es para menos.
Un padre divorciado que tiene un hijo y una hija convence al primero de que se vaya con él a una isla desierta durante un año para tener una relación más cercana. A pesar de que ni el hijo ni su madre querían, al final ceden. La idea es llevarse algo de comida y pescar o cazar en la isla. La casita es pequeña y la relación más que cercana es opresiva. Nada sale como el padre había supuesto. No obstante, el lector no puede sorprenderse del mal resultado, pues a medida que va leyendo se va enterando de las peregrinas ideas del padre. En resumen, ni para pasar un fin de semana con él.




“Tu madre y yo teníamos un Morris Mini.”


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