domingo, 21 de enero de 2018

Arnold Bennett: Enterrado en vida (**/***)

(304 pág.; Impedimenta)                              (2; enero de 2018)
Marisol no deja de comprar libros y de aconsejarme algunos. Yo voy destilando esa información y acoplándola a mis largas listas de libros por leer. Este es el caso de uno de ellos. A punto he estado de considerarlo un libro recomendable sin más, pero lo cierto es que está bien escrito, la idea es original y, a pesar de que hacia la mitad decrece el interés pero hay un giro que devuelve la vitalidad a la narración y de que la timidez del protagonista no siempre actúa (y es vital en la historia), considero que su lectura es gratificante, es decir, muy recomendable. Bennet fue un autor de éxito y muy bien considerado en su momento, pero hoy se recuerda más a los que consideraban que su estilo estaba caduco: el grupo de Bloombury.
El protagonista es un pintor de mucho éxito cuyas obras se venden a buen precio. Nadie lo tiene físicamente presente, pues su timidez es tal que no permite entrevistas ni aparece por las exposiciones. Por una circunstancia que no quiero desvelar tiene la oportunidad de cambiar su identidad y desaparecer del mundanal ruido. ¿No hemos pensado alguna vez que ojalá pudiéramos hacer eso y que desaparecieran todos nuestros líos de los que no sabemos cómo librarnos? Aquí tienes la respuesta.




“El peculiar ángulo que el eje de la Tierra forma con el plano de la eclíptica –ángulo del cual depende en buena medida nuestra geografía, y por ende, nuestra historia– era la causa de que en la época en que comienza este relato se produjera el fenómeno conocido en Londres con el nombre de verano.”


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