sábado, 13 de enero de 2018

Bertolt Brecht: Madre Coraje y sus hijos (***)

(130 pág.; I.N.A.E.M.)                         (73; diciembre de 2017)
Como ya he ido diciendo otras veces, cuando un autor me ha gustado lo repito, pero esto puede tardar años (seis en este caso) y la razón ya la he apuntado en alguna ocasión: hay muy buenos autores y yo tengo la suerte de ir pillándolos poco a poco. Y repetir a todos ellos y leer a los que aún no lo he hecho es solo cuestión de tiempo, nada más.
Si alguien es perspicaz y se fija en el extremo superior derecho de la portada verá un símbolo en rojo: no es el de una editorial sino de una web en la que hay unos treinta mil libros digitalizados;  remarco esto, porque ni en Amazon ni en Casa del libro he encontrado esta obra de él, entonces…
Había leído en crónicas periodísticas ante un hecho de valentía las dos primeras palabras del título e, incluso, en masculino, así que tenía curiosidad por saber de qué iba la obra, pues es una obra de teatro de la que estoy hablando: Madre Coraje es una mujer que tiene una hija muda y dos hijos adultos para ir a la guerra. Estamos en el siglo XVII en la guerra de los Treinta Años. Ella tiene un carromato y va de aquí para allá vendiendo todo aquello que pueda interesar dadas las circunstancias. Para ello tiene que trampear controles, que no se le lleven a los hijos a la guerra y que su hija se mantenga pura para que, con un poco de suerte, encuentre un marido. Hay diálogos o explicaciones de Madre Coraje que son todo un hallazgo por su eficaz manera de mostrar cómo funciona el mundo que ha creado la llamada humanidad. Brecht escribió esta obra al inicio de la época nazi y se anticipó escribiendo lo que se avecinaba.




“RECLUTADOR.— ¿Qué gente se puede reclutar aquí?”


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