(112 pág.; Booket) (34;
mayo de 2016)
Hace ya bastantes años que anoté este libro como
interesante de leer. Se lo he pedido a Anna como regalo, pero no lo ha
encontrado y ahora, además, he leído que es uno de los mejores autores en
lengua italiana de la historia. Mucho me ha parecido a mí, aunque quien lo haya
dicho sabrá porqué.
El título hace referencia a lo que le decía la madre del
personaje principal cuando era niño: que se portara bien. El protagonista ya es
un hombre mayor y va hablando, imaginariamente, con su madre y recorriendo su
vida, explicándole lo que siente ahora al ver unas fotos, lo que sintió cuando
era joven y así va desarrollándose la historia.
Este recorrido vital no me ha causado una honda
impresión; no está mal, pero, seguramente, por mi desconocimiento sobre la buena
literatura, no me ha parecido tan interesante como creo recordar que indicaba
la ya antigua recomendación. Salvando todas las distancias que hagan falta, sus
pensamientos me han llevado al camino del Sr. Swann.
“Mientras
le quedó luz en los ojos, mi padre hizo fotografías.”
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