(281 pág.; Destino) (2;
enero de 2016)
¡Qué chasco me llevé cuando empecé a leer este libro! Y
había ganado el mismo premio que Carmen Laforet, ¡ahí es nada! Pero el error lo
cometí yo leyéndolo sin solución de continuidad del anterior y las
prosas son tan diferentes que el choque me hizo pensar que esta novela no valía
nada. ¡Craso error!
Al igual que en el anterior, en la primera página, nos
encontramos a un hombre muerto y el sargento de la Guardia Civil (me parece que
es el primero que leo de este Cuerpo), de apellido bellamente impronunciable
Bevilacqua y la número Chamorro han de resolver si se trata de asesinato o
muerte accidental por sobredosis, y ahí comienza un camino que transitarán de
personaje en personaje, sospechoso o ciudad.
Novela interesante, bien construida, actual a pesar de
sus quince años de existencia, por lo que debió ser adelantada al conocimiento
general de lo que se cuece en ella y, en cambio, terminó apareciendo en las
primeras portadas de los diarios para sorpresa de todos y vergüenza de muchos.
A veces el orden de los libros hace que no nos gusten
unos, cuando leídos antes o después de otro nos hubieran podido parecer la
quintaesencia. En este caso, los primeros capítulos ya te dan a entender de que
se trata de un buen libro, se lea después del que se lea.
“La postura era cualquier cosa menos confortable.”
eBook: sí.
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