sábado, 9 de enero de 2016

Donna Tartt: Un juego de niños (**/***)

(688 pág.; Lumen)                                         (1; enero de 2016)
Segundo de los libros que ha escrito esta autora y el que más ha gustado a Marisol que, como ya dije en la crónica del primero, está esperando que se escriba el cuarto para poder leerlo. Entre El secreto y este me quedo con el último, pues aunque goza del personal estilo de esta escritora tiene una segunda parte mucho más movida e intensa que en el primer libro.
Vamos a intentar describir un poco este juego: en la primera página se nos indica que el único hijo varón de una familia con dos hijas más ha aparecido colgado del árbol de su casa cuando todavía era un niño. A partir de aquí, y durante unas cuatrocientas páginas, se nos habla de un mundo de personajes de los que nos cuentan historias de su vida y, en particular, de la hermana menor del difunto y de un amigo de ella, que creen que fue asesinado y piensan actuar contra el que sospechan que ha sido.
Hasta aquí sigue el canon de su primera novela: explicación tras explicación sin que el lector (en este caso yo, que no es que sea muy espabilado) sepa adónde irán a parar tantas historias dentro de la historia. Pero en la segunda mitad de este libro hay acción, mucha y bien contada, donde el lector puede sentirla, por lo que también para mí este libro me gusta más que el primero.
No obstante, he de añadir que esta escritora a más de uno se le puede atragantar, pues le gusta mucho apoyarse en personajes secundarios, con historias secundarias y recrearse en la trama. A pesar de todo, de aquí a unos meses El jilguero.




Durante el resto de su vida Charlotte Cleve se culparía de la muerte de su hijo por haber decidido celebrar el día de la Madre a la hora de la cena, a las seis de la tarde, en lugar de a mediodía, después de misa, que era cuando los Cleve siempre lo habían celebrado.”
eBook: sí.


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