(280 pág.; Letras de Bolsillo) (3; enero de 2016)
En una de las pocas salidas que hacemos con unos amigos,
Josep M. me aconsejó este libro cuando aún no lo había terminado. Muy bueno
debe ser, pensé en aquel momento. Le hice caso y lo puse a la cola de los dos
siguientes libros que ya tenía destinados para leer en el lector. Al poco de
iniciada su lectura se lo aconsejé a Marisol. Porque es muy bueno.
La reseña del libro habla de la pobreza de esta saga
compuesta por cuatro generaciones, pero más importante que su pobreza es el
orgullo que tienen de ser quienes son y, a pesar de que un libro de menos de
trescientas páginas pudiera parecer que no da para mucho detalle, es tanta la
habilidad del escritor que no sólo nos va desgranando las vidas de esta veintena
de personas, sino que con una prosa formada mayormente de frases cortas, una
tras otra, y capítulos también muy cortos, llega a conquistar nuestros
sentimientos y hacernos participar en las venturas de todos los Scorta.
No es habitual encontrar un libro que ocupe tan poco
volumen y que pueda describir con tanta fuerza y pasión las circunstancias de
sus personajes. Ahora ya lo he acabado y lo sigo recomendando con
encarecimiento.
“El calor del sol parecía hender la tierra.”
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